I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

Teen Wolf Imagina. (Theo) #2

2. ¿Te da miedo la oscuridad?

—No me dejes aquí. —Murmuro intentando agarrar a mi amigo. — Las películas de miedo empiezan con la chica guapa siendo abandonada en el bosque. 

Theo aparta con cuidado mi mano de su brazo. 

—No te estoy abandonando. 

—Buena elección. —Respondo con una sonrisa. 

—Iba a decir que no eres la chica guapa, pero tienes las llaves del coche. —Bromea guiñándome un ojos. 

—Capullo. —Susurro, aunque cuando veo que Theo se aleja vuelvo a agarrarle del brazo. — No te vayas. 

—(A/N), déjame mear tranquilo. —Dice soltándose de mi agarre por segunda vez. 

—Vale, pero al menos dame la linterna. —Exijo extendiendo mi mano. 

—¿Te da miedo la oscuridad?

—Sí. —Contesto. 

—¿Desde cuándo? —Pregunta confundido. 

—Desde que estamos en un bosque perturbadoramente perturbador. —Explico poniendo los ojos en blanco.

—Usa la linterna del móvil. —Responde imitándome. 

Theo se aleja de mí con paso decidido y, para decir verdad, con algo de prisa. Al final sí que necesita hacer pis. 

Con una risita saco mi móvil del bolsillo y mientras busco la aplicación de la linterna, me doy cuenta de que no tengo. 

—Oh, perfecto. —Murmuro sarcásticamente. Un ruido detrás de mí hace que me gire, pero lo único que veo es oscuridad. — A ver, no entres en pánico. 

Vuelvo a oír el ruido, y sin poder más, pego un grito antes de salir corriendo hacia el coche. Me meto en el asiento del conductor y bloqueo las puertas. 

Con los ojos cerrados, respiro hondo. ¿De quién fue la idea de ir acampada al bosque? Oh, desde luego que no fue mía. 

Hay bichos, ruidos extraños y no hay absolutamente nadie que me oiga gritar si intentan acabar conmigo. 

Un golpe en el cristal me saca de mis pensamientos, pero no abro los ojos hasta que intentan abrir la puerta del coche. 

—No puede ser, no puede ser. —Susurro. 

Me preparo de valor, cojo el paraguas y tras contar hasta tres, abro la puerta de golpe. Lo que quiera que estuviera intentando entrar en el coche, se cae hacia atrás, golpeado por la puerta. 

Salgo corriendo intentando no tropezarme. 

—¡Ey! —Llaman mi atención, pero he visto las suficientes películas de miedo como para no hacerle caso.  

Noto que me agarran del brazo, y como acto reflejo, empujo a quién quiera que me esté tocando. Decido tirarme encima suya para golpearle y así dejarle fuera de combate. No pienso morir en este bosque, al menos no hasta que le eche la bronca a Theo por su concepto de pasárselo bien. 

—Yo no voy a ser la que muera hoy, ¡no! —Grito sin dejar de dar golpes. 

—¡Vale, vale! ¡Para, por favor! 

Me quedo congelada con el paraguas en alto y, lentamente bajo la mirada hacia la persona a la que estoy golpeando. 

—¿Theo? —Digo al verle. — Pero, ¿qué te pasa? ¿Estás loco? ¡No me des esos sustos!

—Darte sustos, ¿yo? —Se queja apartándome de encima suya. — Has sido tú la que ha gritado, pensé que te había pasado algo. 

Me levanto del suelo y ayudo a mi amigo, el cual se limpia las hojas secas de la ropa. 

—¿Estás bien? —Pregunto mirando con detenimiento su cara. — Tienes un pequeño corte... Por aquí. 

Theo me coge de la mano antes de que le toque la frente. 

—Estoy perfectamente. —Responde apretando la mandíbula. 

—Lo siento. —Susurro. — ¿Quieres un abrazo?

—Como si eso fuera a arreglar tu intento de matarme. —Murmura aceptando mi abrazo. 

Este imagina me encanta :o