I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

The Vampire Diaries Imagina. -Segunda parte. #2

1875.

Miro a Max, el cual lleva unos días actuando de forma extraña.

Seguimos caminando uno al lado del otro. Yo llevo la tela que vamos a usar para sentarnos en el césped, mientras que él lleva una cesta con la comida.

Hace un día bonito, está soleado y hay una brisa suave.

No tardamos en llegar al claro, pongo la manta debajo de la sombra de un árbol y me siento. Max se sienta y después coloca la cesta a un lado.

—Me gusta el vestido que te has puesto hoy.

Le dedico una sonrisa.

—Teniendo en cuenta que me lo regalaste por mi cumpleaños, no esperaba menos. —Contesto.

Max se ríe, pero no tarda en ponerse serio. Se aclara la garganta y me mira nervioso.

—Terra Salvatore. —Empieza. — ¿Quieres casarte conmigo?

Le miro fijamente, notando como una sonrisa se va formando en mi rostro.

—¡Sí!

Me lanzo sobre Max, abrazándole. No les suelto durante varios segundos, y cuando lo hago, me siento de nuevo delante de él.

—Brindemos. —Dice pasándome una copa.

Cojo la copa con manos temblorosas por lo emocionada que estoy. Estoy tan feliz que no puedo dejar de sonreír cuando miro a mi prometido.

Después de que nuestras copas se toquen, bebemos. Bajo la copa, y mi mirada se va detrás de Max, donde una persona camina hacia nosotros.

Con curiosidad, Max sigue mi mirada. Se gira para ver qué es lo que yo estoy viendo. Él se levanta, haciendo que me levante yo también. Max está pálido con miedo en los ojos.

—Enhorabuena. —Nos felicita el hombre una vez llega a nuestro lado.

—Déjanos, por favor. —Suplica Max, que se coloca delante de mí con una posición protectora.

Dejo de mirar al extraño para mirar a Max. Jamás le había visto así.

—Yo creo que no. —Contesta con una sonrisa.

Todo pasa demasiado rápido, y cuando proceso lo que acaba de pasar, tengo al hombre delante de mí. Max se levanta del suelo.

—Klaus, aléjate de ella. —Pide Max con un tono amenazante.

Si antes no tenía miedo, ahora lo tengo. Nunca había oído a Max usar un tono tan duro. El miedo ha desaparecido de sus ojos, lo sustituye determinación y preocupación.

—Es irónico verte con alguien. —Comenta Klaus. — ¿Dónde ha quedado lo de no creo en el amor?

Miro a Max, pero su mirada está centrada en Klaus. No entiendo lo que Klaus dice, ¿de qué le conoce?

—Eso fue hace mucho. —Responde finalmente Max. — Ahora, por favor, aléjate de ella.

Klaus parece pensar lo que Max le ha dicho, pero niega con la cabeza. Max se acerca a nosotros con paso lento, aunque se para cuando Klaus me agarra del cuello.

—Nunca traiciones a un Mikaelson.

—¡No! —Grita Max.