Maravilloso accidente. (Completa) (En Físico)

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—Has llegado muy pronto. —Oli asiente dándome una sonrisa que revela un par de hileras de dientes blancos, los braquets que usa no hacen más que hacerlo ver más sexy.

—Sí, lo sé, Will me ha mandado a prisa, aparte de que se le olvido su celular también no quiere que estés sola por mucho tiempo.

—Pues no estoy sola —pronuncio cuando pasa a mi lado.

—¿Allie está contigo? —pregunta yendo a la cocina.

Allie es una chica hermosa, pelinegra de curvas pronunciadas aunque no es alta como Alaska o yo, además de que tiene unos ojos negros hermosos, tupidos por las pestañas más largas y chinas que yo haya visto en una persona en mi vida. Y de personalidad tiene una increíble sencillez humana, de aquellas que buscan el bien y luchan por la justicia. Se ha graduado de veterinaria y siempre está en campañas en contra del maltrato animal. Es una gran amiga de todos, especialmente de Oli, puedo notar el amor en sus ojos cada vez que lo ve, pero ella y todos sabemos que las preferencias sexuales de Oli son por otros rumbos. Ella nunca lo ha dicho, pero es notorio y creo que su discreción se debe a que no lo quiere incomodar o llegar a perder como amigo, amar así a de ser doloroso, más cuando es en silencio, un amor no correspondido.

—No es Allie —pronuncio pero al parecer Oli se ha dado cuenta por sí mismo que no es Allie la que está sentada en la barra, sino Derek.

—Derek, él es mi amigo Oliver. Oliver, él es Derek, mi antiguo jefe —los presento.

—Ya nos conocemos —responden al unísono, frunzo el ceño.

—¿A sí, y de dónde? —pregunto mientras me dirijo de nuevo a mi lugar, al taburete de la barra donde anteriormente me encontraba sentada.

—Es uno de los nuevos chefs de uno de mis restaurantes —responde Derek.

—Le he tomado su orden el día de ayer —responde Oli, abro los ojos por la sorpresa provocada.

—Lo que me lleva a deducir que fue muy buena elección los nuevos chefs que autorice para la contratación. —Observo los ojos de Oli brillar por el cumplido.

—¿Son tuyos los restaurantes The Fault entonces? —pregunto tomando un poco de jugo de naranja para saciar mi repentina sed.

—Sólo en un 50%, el resto del porcentaje es de Dominic, las ganancias son divididas exactamente a la mitad.

—Así que eres mi jefe —afirma Oli, tiene una sonrisa suspicaz que es muy prometedora.

—Se podría decir que sí, aunque no paso mucho por ahí, esa sucursal está a cargo de mi novia.

—¿Novia? —preguntamos a la par Oli y yo. No puedo evitar poner mi cara de asombro, no lo habría imaginando, bueno, sí, es un chico muy guapo, es normal que los chicos así tengan pareja, no es muy mayor pero sí tiene la edad suficiente incluso para tener esposa, hijos, familia.

—Sí, es la chef y administradora principal.

—¿Camila? —Le pregunta Oli.

—Sí, Camila —con esta respuesta la expresión de Oli decae, me sentiría igual si estuviera en su situación.

—Por cierto Derek se me estaba pasando por alto decirte que quiero que estés en mi boda —digo cambiando de tema, Derek quita la vista de Oli y la regresa de nuevo hacia mí, escucho los pasos de Oli seguir andando hasta el refrigerador, lo compruebo cuando escucho como la puerta de este mismo se abre.

—¿Te casarás?

—Sí, en un unos pocos meses, aún no fijamos fecha, pero estoy por iniciar los preparativos.

—Claro que asistiré, me alegro mucho por ti América, enhorabuena.

—Gracias.

—Me tengo que ir, hay demasiado trabajo en la empresa, Florence me ha pedido tu dirección, no ha dejado de ir cada día a checar tu oficina a ver si asistirás y luego a preguntarme cuando vuelves, no dudo que en unos días pase por aquí a hacerte una visita, se morirá cuando sepa que el motivo por el que ya no asistes a la empresa es porque te casarás. —Ese no es el verdadero motivo, pero aún así no lo contradigo.

—Creo que ella puede ayudarme con los preparativos.

—Apuesto a que le encantará la idea —dice poniéndose de pie, acomoda su saco dejándolo tan impoluto como estaba cuando llegó.

El clima de San Diego vuelve a estar por  arriba de los treinta grados, no sé como soportan estar con tanta ropa encima, yo con mi delgada bata me siento como mantequilla dentro del horno. Me pongo de pie y juntos caminamos a la salida, Oli y Derek ya han compartido un saludo formal a forma de despedida.

—Gracias por venir —le agradezco ya estando en la entrada, un poco retirados de la cocina de donde escucho el sonido de un trasto caer.

—No, de nada, estamos en contacto.

—Claro que sí —respondo, y con un último saludo de despedida se va. Cierro la puerta y me dirijo hasta el termostato encendiéndolo para que el departamento se refresque.

—¿Qué se ha caído? —pregunto entrando a la cocina.

—Will ha dejado mal acomodado un trasto en la alacena, cuando la he abierto se ha caído —dice todo esto estando de espaldas a mí mientras mueve algo en el sartén, me acerco y sólo son un par de huevos estrellados que ahora los a meneado volviéndolos revueltos.

—¿No tienes inspiración eh? —Es inusual que se preparé algo tan simple, normalmente se luce con cada platillo que cocina, y digamos que hacer huevos estrellados no tiene gran dificultad, incluso yo sé prepararlos que ni siquiera se cocinar, se me consume hasta el agua para el café, soy descuidada cuando pongo la cafetera o el microondas cuando descongelo las carnes, soy un desastre en este tema, esa es la verdad. Pero no Oli, él es lo más cercano a la perfección.

—¿Escuchaste lo mismo qué yo? —responde con otra pregunta. Me giro a su rostro quitando la vista de la su intento fallido comestible.

—¿Ha qué te refieres? —le pregunto con el ceño fruncido, no pongo en duda que me saldrán arrugas prematuras de tanto hacer tal acción.

—¿Crees qué si tenga novia? —Así que era eso por lo que está así...

—No lo sé Oli pero si lo dijo es por algo. —Acaricio su espalda para reconfortarlo, que se de cuenta que tiene mi apoyo de amiga.

—Se me fue el apetito, iré a tomar una ducha y tú ve a acostarte, no deberías estar de pie.

—Tienes razón, iré a acostarme. —Asiente y eso es lo que hago.

N_A

Capitulo a: DarkLove86

MTE.

Gracias por leer.