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—No jures nada Dominic, no quiero juramentos.

—Bien, entonces de mi parte tendrás acciones.

—Bien. —¿Por qué no puedes decir algo mas motivador, eh, América?

El mesero retira los cubiertos sucios y coloca frente a nosotros unas bebidas negras humeantes, té argentino.

—¿Qué tanto has recordado? —pregunta removiendo la cuchara para disolver el sustituto de azúcar.

—No es algo de lo que quiera hablar ahora —digo, pero la verdad es otra, necesito hacerlo. Me remuevo en mi asiento nerviosa, no quiero hablar de ello pero las imágenes, es decir; los recuerdos afloran en mi mente.

—Lo entiendo.

—Sufrí abuso sexual de pequeña Dominic —Las palabras brotan de mis labios y mentalmente siento el cerebro inflado, y en el alma me siento un poco más libre—. No digas nada, no quiero que sientas pena por mí, quiero que me ayudes a ir a visitar al tipo a la cárcel. —Lo veo parpadear alejando las lágrimas que se avecinan en sus ojos del color de la compañera de la luna, la noche. Respira pesado por la boca y su pecho sube y baja con irregularidad—. Estoy muy jodida, no debiste poner ni por un momento los ojos en mí, soy un error, el de mis padres, el de Willmer, el de Robert, soy el error de mis hijos, soy error de la humanidad, no quiero ser el tuyo.

—No eres el error de nadie, ¿por qué lo dices? —Me regresa ver como si estuviera loca, lo estoy.

—Hice sufrir a mis padres, a mis hermanos, los hice pasar momentos difíciles, los hice llorar, al igual que a Willmer, que a ti, dejé a un cabizbajo Robert en casa, no pasaré mucho tiempo con mis hijos en los siguientes cinco años, ¿qué tipo de chica se supone que soy? No más que un error, de eso estoy segura —Cruzo los brazos por mi pecho y suelto una exhalación para no echarme a llorar. Levanto un dedo al aire para hacerlo callar mientras las palabras que diré las digiere mi cerebro—. No soy la chica que mostré en la pasarela, ni la chica que será agregada a la lista de los ojos más bonitos de los Estados Unidos, no soy la chica que posará para BAZAAR en New York, no soy esa chica; pero tampoco soy la chica que te quiere lejos, no soy tan insensible, no soy una perra sin sentimientos, al contrario, son tantos los que albergan mi cuerpo que me confunden y sobrepasan mi lógica, parezco una jodida bipolar con el "Dominic te odio" y luego con las indirectas donde te digo que me dejes en paz para después decirte que no te rindas conmigo ni con nosotros, no tires la toalla por mí, te he visto llorar y bueno eso aunque no lo creas me ha afectado y confundido.

—No parecías afectada cuando dijiste eso del "No debes luchar por algo que no será tuyo". —Imita mi voz, y eso nos hace sonreír porque es gracioso.

—Es que no puedes luchar por alguien que ya tienes en tus manos, lo siento, esa es una nueva frase que puede suplir a la anterior.

—No te entiendo.

—Piensa Dominic, eres más inteligente de lo que estás demostrando ahora.

—¿Es estrategia? ¿Es actuación? ¿Qué estás queriendo hacer conmigo ahora América?

—No me duele que desconfíes de mis palabras, realmente me lo merezco. Te contaré. Por mis ratos libres, donde no está Robert, normalmente por las noches en las habitaciones de hotel, lloro frente a una pantalla, la de mi ordenador, donde tengo citas online con una psicóloga, me ha dado medicamentos y ni siquiera te imaginarías el porque... Si no tomo mi medicación Dominic tengo otra personalidad, estoy quedando loca, me ha dicho que es por los golpes en el accidente, la perdida de la memoria y el trauma que viví el día de la supuesta muerte de Will, eso disparó lo poco que tenía para ser una chica con personalidades múltiples, ¿ves por qué todo en mí son errores? No me dejes ser el tuyo, tengo miedo de que los medicamentos no funcionen y tenga que estar internada en un psiquiátrico, puedo volverme loca completamente en un año, en dos, o en diez y tú solo tendrás que cuidarlos.

—No te mereces por lo que estás pasando —susurra.

—No me mires con pena Dominic, deja de mirarme así, llegará el día que no tenga una pizca de cordura, quiero darles el tiempo más estable a nuestros hijos de lo que es una familia, con mamá y papá juntos.

—¿Lo haces sólo por ellos? No quiero obligarte a nada.

—Eres lindo, podremos sobrevivir a pasar tiempo juntos, dejaré en tu casa algunas inyecciones por si me desarmo, me inyectas como si fuera un león al que tranquilizar.

—¿Y Robert?

—Robert lo entenderá.

17/38
Mte

Gracias por leer.

Maravilloso accidente. (Completa) (En Físico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora