1K 96 9
                                    

Me subo en el primer taxi que pasa por el frente, le doy la dirección de Dominic y tarareando alguna canción de Katy Perry me bajo en la caseta de seguridad para tomar aire y entrar caminado al fraccionamiento privado. Creo que mi atuendo LGBT es de su interés ya que no dejan de mirarme cuando paso por su lado.

El aire como siempre se siente más ligero, más limpio y es como si mis pensamientos fluyeran con mayor eficacia. El cielo negro está pintado de estrellas, me abrazo a mí misma, tengo el bello de todo el cuerpo de punta. Camino por la vereda, las hojas de los arboles crujen debajo de mis pies, llegando a la famosa puerta de roble toco al timbre, espero un momento pero nadie viene a abrir, así que intento una segunda vez, la puerta se abre por una castaña con bonitas ondas, de cejas pobladas, piel mate en un café crema, ojos color café del tipo soluble, piernas largas, casi a mi estatura, un cuerpo proporcionado con lo suficiente en su lugar.

—¿Quién es amor? —Se escucha la pregunta desde adentro, yo me limito a verla a los ojos y ella a mí.

—Es América cariño —responde ella, unas manos la envuelven desde atrás a la altura de su cintura.

—¿Qué haces aquí? —me pregunta él con ambas cejas arqueadas.

—Aquí vive mi pareja ¿ese no es un suficiente motivo? —Y aunque quizá el comentario se lee mordaz la verdad es que no suena de esa forma, lo digo lo más gentil que puedo llegar a ser. La castaña abre los ojos como platos.

—¿Has vuelto con Dominic?

—Alaska, yo diría que volver sería que hubiéramos tenido una relación anteriormente, este es nuestro primer intento, pero si la pregunta principal es si estamos juntos, entonces la respuesta es que sí.

—Quiero a mi mejor amiga de vuelta, quiero a la América que eras cuando te conocí.

—Alaska esa chica ya no existe, puede que ahora sea igual de ingenua, prepotente y siga cometiendo miles de errores pero no soy la misma. Quisiera decir que soy mejor, pero tampoco es el caso, solamente soy diferente, no tendrás a la misma América que solía ser tu compañera de piso y de colegio, pero trataré de ser una buena versión de amiga de lo que soy ahora para ti. —Un nanosegundo después sus brazos están alrededor de mí, mi cabeza está sobre su hombro y la de ella en el mío. En mi campo visual aparece Dominic que con una sonrisa al vernos unidas en su pórtico, comparte una mirada con su mejor amigo.

—Vamos adentro —susurra en mi oído.

—Aún no, quiero, no... Necesito que me disculpes por mi comportamiento, si dije algo que te hirió o te molestó, te estoy pidiendo una disculpa Alaska.

—Y yo la acepto, feliz cumpleaños atrasado.

—Gracias, por ambas cosas.

—No es nada, no tengo nada que disculparte, entremos. —La suelto ante la insistencia de su propuesta y pasamos dentro justo en la sala de estar que tanto me gusta.

—¿Por qué llegaste tan temprano?

—En realidad no fui, sólo llegue al estacionamiento, me di cuenta que justo en ese momento mis limites estaban rotos. Oliver me lo dijo y le creo, estaba en ese camino porque fue lo primero que se presento para huir de aquí, estando lejos me di cuenta de cuanto odio a San Diego por la cantidad de catástrofes que ha traído a mi vida, pero también me di cuenta de que no se trata del sitio, sé que aquí está parte de mi pasado que no podré borrar porque son también los momentos buenos, pero claro y lo que más me pesa para quedarme es que aquí están las personas más importantes en mi vida, mis hijos, yo quiero estar para ellos, y quiero intentar algo con Dominic —digo esto en su dirección, su sonrisa de lado sólo revela uno de sus hermosos hoyuelos—, lo que sea que lleguemos a tener espero que podamos mantenernos de pie y si somos un desastre juntos estaremos bien por separado, con vidas de mierda o no somos padres de las mismas almas que habitan en esos bebés que nos llamaran sus padres aún no quieran que sea así, porque esta es la realidad —la voz me suena más segura de lo que estoy, una prueba de ello es la cantidad de sombras de sudor que machan mi vestido rojo, mis manos sudan más que una sauna.

—América... —interrumpe.

—Déjame terminar Dominic —le pido—, he hablado con Robert, he firmando un contrato para ser modelo de la Agencia Baker Just, y da la casualidad que le acabo de cancelar un contrato millonario, yo podría ser demandada para trabajar ahí los cinco años que he firmado o remunerar una fuerte cantidad de dinero pero...

—La pagaremos, no importa cuanto quieran América, la pagaremos. —Me vuelve a interrumpir Dominic.

—Robert me ha dicho que no pondrá ninguna demanda.

—Y sí es así quiero llevar el caso, soy de las mejores abogadas según el departamento de abogados de San Diego —dice ahora Alaska.

—Gracias Alaska pero no será necesario, creo en él.

—Pero siempre está el quizá —comenta Harry.

—Tratándose de Robert no, es hombre de palabra —respondo—, mi punto aquí era que estaré con mis hijos todo el tiempo posible sus primeros años de vida, veré que hacer, un trabajo normal, con sueldo normal, venderé el mustang que me dio la empresa, también el departamento del Grand King que me regaló Jonh y lo donaré a algún hospital.

—¿Quién es Jonh? —pregunta Alaska—, ¿y por qué te regalo un departamento en uno de los edificios más caros del país?

—Es ahora mi ex-mánager, estará tan molesto cuando llegue de Argentina. Y bueno, el departamento me lo dio de regalo de cumpleaños.

—Es un regalo algo exagerado —comenta Dominic.

—Amor, despídete, cuando Dominic entra en plan celoso-posesivo ya sabes como se pone, es mejor que nos marchemos —suelta el pelirrojo con burla.

—Cierto —dice Alaska apoyando a Harry, creo que por fin es oficial su romance—. Ni te imaginas, primero fue Willmer, luego vino Robert, cuando quiere es un pesado insoportable, pero aún así les deseo que les vaya muy bien en su noviazgo.

—Siento que noviazgo, o decir novio suena tan adolescente, dejémoslo en relación y pareja por favor.

—Cada loca con su tema —le susurra Harry.

—Sí te creo —responde Dominic. Regreso a verlos a la misma vez que Alaska y de la misma manera exclamamos:

—¡Los hemos escuchado!

26/38

Mte

Gracias por leer.

Maravilloso accidente. (Completa) (En Físico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora