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Estaciono, bajo, corro dentro, luego al elevador consecutivamente en los pasillos para llegar a mi piso. Saco de una de mis maletas un vestido color rojo, con escote en corazón, por arriba de las rodillas, la tela es moldeable a mi cuerpo y el tono en mate lo hace parecer más liso de lo que de verdad es. Me meto en la ducha, tengo una sonrisa en el rostro más grande de lo que lo es el mundo entero. Dejo que el agua se lleve las preocupaciones y la confrontación que tendré mañana y me dispongo a hacer lo mío. Salgo del baño con una bata blanca amarrada a mi cintura, mientras me siento en el tocador para arreglarme le mando videollamada vía a Skype a Adele, y no me refiero a la cantante, sino a mi psicológa. Seco mi cabello y lo moldeo con las manos cuando su rostro aparece en la pantalla.

—Hola —la saludo.

—Hola América, ¿qué tal todo?

—Bien, gracias.

—¿Y las medicinas? —Quito la vista del espejo.

—¡Joder, las medicinas! —Corro al cajón donde las puse, para luego ir a la cocina y tomar las pastillas con un vaso de agua, cuando he terminado regreso a mi habitación y me siento de nuevo frente a mi tocador—. Las había olvidado.

—Tienes que ser más responsable América, se trata de tu salud.

—Lo siento no escuché la alarma, te quería contar que mañana iré con Dominic al reclusorio, ha aceptado ir conmigo.

—Eso es bueno, ya sabes que hacer, habla, resuelve tus dudas y no te guardes ningún comentario, ninguna emoción, suelta y libera todo, cuando pongas un pie fuera de ese lugar se habrá ido para siempre, el recuerdo seguirá pero ya no te atormentará, el capitulo estará cerrado y nadie podrá abrirlo de nuevo ¿de acuerdo?

—Completamente, ya sé que haré y que diré en cuanto lo vea, quizá en el momento reaccionaré diferente, de lo que estoy segura es que quiero cerrar ese capitulo de lo que fue mi infancia y perjudicó mi adolescencia. Pero no es por lo que te he llamado, quiero contarte algo. —Me aplico la primera base de maquillaje intercambiando mi mirada de entre la pantalla del ordenador y el espejo.

—Puedes decírmelo. —La veo inclinarse en su asiento de cuero negro, una bata de doctor cubre su ropa, está aún en su consultorio.

—Le he dicho a Dominic que quiero tener una relación con él.

—¿Y él ha aceptado?

—Sí —respondo tomando una labial rojo de la linea Maybellin color sesentational matte.

—¿Y por qué le has dicho algo así? —Arquea su ceja derecha. Es sorprendente como puede hacerme sentir conectada con ella sólo por la lente de un aparato electrónico.

—Quiero intentarlo Adele.

—Es algo precipitado, estás confundida, no sabes si lo quieres, me habías comentado que te sentías especial al lado de Robert.

—Y es verdad, pero...

—América, lo estás haciendo por tus hijos ¿verdad?

—Se merecen una familia Adele.

—Y tú te mereces ser feliz.

—Si ellos lo están entonces yo lo estaré, no está mal pasar tiempo con Dominic, hoy fue un día agradable a su lado, parece sincero.

—Es tú decisión, siento que es precipitada, completamente y enteramente espontánea, más adelante espero poder tener una sección con él.

—Se lo comentaré, seguro que acepta.

—Y bien, ¿cómo has dormido?

—Los últimos dos días bien, la sensación de traición que me ocasionaba San Diego cuando lo dejé sólo la sentí las dos primeras horas al llegar, pero ya no me siento así, para nada. He hablado y cenando en casa de mi mejor amigo, el verlo, hablar con él me abrió las ventanas de los recuerdos que teníamos juntos desde que eramos pequeños, nuestras madres han estado juntas desde toda la vida, me contó que son las mejores amigas, nosotros continuamos esa tradición y definitivamente no quiero romperla.

—Eso es bueno, me alegro que retomes tus amigos, ¿qué ha pasado con Alaska?

—Con ella no he hablado.

—¿Y lo piensas hacer?

—Yo creo que sí, es ridículo que hable con Dominic y con Esteban pero no con ella, entre los tres ella es la menos culpable y la que menos se merecía mi comportamiento. —He dicho Esteban por que ese es él ahora nombre de Will, no le he contado toda la verdad a Adele, por ética a su trabajo tendría que romper la confidencialidad de las citas y contactar con la policía, yo no puedo permitir eso, no quiero que Willmer toqué una prisión, tampoco Dominic aunque lo merezcan.

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Mte

Gracias por leer.

Maravilloso accidente. (Completa) (En Físico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora