Miércoles 9 de mayo del 2018.

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Pongo a mis hijos en los porta-bebés y me siento con ellos en los asientos traseros, Robert enciende el motor a la par de la radio, pisa el acelerador y Animals de Maroon 5 suena, se me hace inevitable no cantar la letra mientras Robert canta también y sobrepasa más allá del estacionamiento privado y ahora somos envueltos en por la voz de Demi Lovato ft. Iggy Azalea, es obvio que la musica va en volumen diez para que no sea molesta para mis bebés.

—¿A comer cariño? —me pregunta.

—Claro muñeco.

—¡Yeah muñeca! —exclama mientras se dispone a conducir, yo me dedico a mirar a Sofia y cantar bajito.

«Quiero que mi corazón te olvide, quiero ser como tú, quiero ser yo la fuerte, sólo te he pedido a cambio tu sinceridad». Trato de seguir el ritmo de Jesse & Joy de la canción en español, es buena, muy buena, al igual que lo son los cantantes y por ello Robert también los ha puesto dentro de mi Play List Spotify de música en español. Robert le baja a la música cuando mi celular suena con la misma canción de tono de llamada entrante, en la pantalla reluce el nombre de mi madre, contesto a la llamada al segundo tono.

—¡Mi vida, feliz cumpleaños!

—Gracias mamá.

—¿Cómo la estás pasando?

—Muy bien mamá, con mis hijos, vamos saliendo de casa para ir a comer.

—¿En serio? Eso es maravilloso.

—Lo es mamá, ¿cómo están ustedes?

—Estamos bien cariño, estaríamos mejor si hoy pasaras el día con nosotros, pero descuida que comprendemos completamente que tengas el día libre y lo pases con tus hijos, te he visto ayer en la pasarela de ropa interior, tu padre no ha parado de llorar mientras radiabas belleza y seguridad, estamos muy orgullosos de lo que estás consiguiendo aún con el problema de la pérdida de la memoria.

—Lo llevo bien mamá, por el momento la perdida de la memoria no me perjudica, saluda a papá de mi parte.

—Tu padre te manda los buenos deseos, dice que te ama y que te esperamos pronto en casa, claro, si es que puedes venir.

—Estaremos por New York en unos días, te mandaré un mensaje para que me pases la dirección y poder ir a visitarlos.

—¡Claro! Le avisaré a Dave que vendrán para que compre para hacer un asado y llene la nevera de cerveza, bueno ¿Robert toma cerveza? o ¿tendremos qué comprar vino, quizá champán? ¿Y hacer de platillos de alta cocina?

—Mamá tu asado con cervezas irían perfecto, ¿verdad Robert?

—Por supuesto, eso iría bien señora Castañeda -responde Robert ya que ha escuchado la conversación dado que le he puesto altavoz.

—Vale, está bien, se lo diré a Dave, los esperamos aquí cariño, ¿es posible qué puedas traer a los niños?

—Mamá son muy pequeños para un viaje en avión y no creo poder tener el tiempo para tomar carretera de San Diego a New York, eso seria atravesar el país casi de extremo a extremo, pero bueno, lo intentaremos por avión.

—Lo sé hija, sólo que tengo muchas ganas de verlos ¡han de estar enormes y hermosos!

—Mamá siguen siendo pequeños, pero no te puedo negar que son hermosos. —Sofia sonríe como si supiera que hablamos de ellos, se ve hermosa, su ropa rosada la hace lucir como una princesa, mientras Damon con su ropa blanca se ve tan tierno, y su aroma, ¡dioses, que huelen de maravilla!

—Damon se parece tanto a ti cuando eras pequeña, y bueno, supongo que Dominic así lucía, como Sofia ahora.

—Mamá Sofia es más hermosa que él.

—Lo dudo, Dominic es atractivo. —Ríe ligeramente.

—Mamá te tengo que dejar.

—Claro hija, feliz cumpleaños nuevamente.

—Vale mamá, gracias.

—De nada pequeña. —Guardo mi celular de vuelta a mi bolsillo. Damon bosteza y sacude las manos en el aire arqueando la espalda para despejarse de la siesta, cuando me ve sonríe y yo le sonrío de vuelta, le doy mi mano y él la observa, toma y tira de mis dedos a la vez que balbucea. Por su parte Sofia no deja de tener su pulgar dentro de la boca.

—¿Comida china, japonesa, italiana o mexicana? —me observa momentáneamente por el retrovisor para saber mi repuesta. Sopeso las opciones y creo que estoy más inclinada hacia la italiana, y aunque de esta se extiende un amplio menú yo sólo puedo pensar en una pizza.

—Italiana.

—A la orden cumpleañera. —Sigue manejando, yo tarareando las canciones, estando con mis hijos que con cada sonido que hacen me enternecen hasta el alma. Puedo clasificar esto como el mejor cumpleaños, hacen que mi dolor de cabeza se disipe y mis preocupaciones desaparezcan.

—Me dijo Jonh que está contratando personal para formar tu equipo de trabajo, tus estilistas, entrenador y todo lo demás que puedas necesitar.

—Pensé que tendríamos el mismo equipo -respondo.

—Habrá ocasiones que sí, oh sólo la nutrióloga, no sé, he estado hablando con Jonh, quiero estar disponible para tus eventos y que tú lo estés en los míos pero sé que tiene razón y no siempre será así, y aún cuando no quiero separarnos será inevitable.

—Lo sé Robert, yo también lo había estado pensando últimamente, habrá días que tenga que estar por ejemplo en Brasil y tú en Japón, lo sé, no se puede tener todo, pero lo que siempre tendremos es esta amistad.

—Claro, amistad. —Arranca de nuevo el auto cuando el semáforo a pasado de rojo a verde, el tráfico es espeso, el clima está elevado, por fortuna el aire acondicionado lo hace soportable.

Mi celular suena con la llegada de un nuevo mensaje, abro la bandeja de WhatsApp y veo la dirección de la casa de mis padres. El chat de Alaska, Oliver, Derek y Dominic encabezan la lista de chats frecuentes aunque en realidad yo no hablo con ellos. Dentro del circulo rojo dice decir que Alaska ha enviado treinta y ocho mensajes, Oliver cuatro, Derek trece y Dominic sólo seis.

Abro primero el de Oli porque a excepción de los demás con él he mantenido cortas conversaciones, bueno, con él y con Dominic, este primero por gusto, este segundo por obligación. Lo que me encuentro en el chat de Oli me hace sonreír, el primero es un mensaje del largo de una biblia, el segundo es un vídeo que ha grabado desde Snapchat donde el efecto está lanzando globos al aire, sobre su cabeza un gorrito de fiesta y cada vez que abre la boca para cantarme las mañanitas una espantasuegras hace su aparición, la tercera es una fotografía de una bolsa y una caja de regalo mientras otros obsequios están a su alrededor y al pie de la foto dice: «Cuando quieras y puedas pasarte por San Diego hazlo que tus obsequios y yo te estaremos esperando», el cuarto y por último la ubicación de lo que parece ser el lugar donde vive.

Sonrío aún más y respondo: «Estoy en San Diego, te veo por la noche».

Guardo de nuevo mi celular justo cuando Robert estaciona en el aparcamiento de un restaurante que tiene la bandera tricolor de Italia por todos lugares.

N/A.

Capitulo dedicado a: sofialora14

6/38.

Mte

Gracias por leer.

Maravilloso accidente. (Completa) (En Físico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora