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Consecutivamente de firmar la documentación necesaria y hacer las huellas de nuestros hijos podemos marcharnos y para mi sorpresa Dominic no estaciona en el The Fault.

El restaurante es maravilloso, en el centro de mesa hay un jarrón con rosas blancas que hace lucir elegante la estancia, las rosas me encantan, son mi fetiche. Después de ordenar comida y darles el biberón a los bebés se duermen dejándonos con tema libre de conversación.

—¿Y Derek, cómo está él? —le pregunto llevando un bocado de tortita española a la boca, el sabor es espectacular. Lo veo a los ojos esperando su respuesta, limpia sus labios con una servilleta antes de responder. Lo puedo ver demorar en su respuesta.

—Está bien, adaptándose, supongo.

—¿Adaptándose? ¿Ha qué?

—A vivir en New York, toda su vida a vivido aquí. Yo viví un tiempo ahí, algo que en este momento no quiero recordar, mi punto es que no pude acostumbrarme, ese no era mi sitio, siento empatía por él.

—Me imagino que ha de ser doloroso para él estar en la punta del otro extremo del país y el chico que ama en la otra punta.

—Sí, claro que es difícil para él, más desde su ruptura. —Casi me atraganto con el sorbo de café, espero unos segundos para saber si no se trata de una broma.

—No... Pero... ¿Por qué?

—Pensé que quizá ya te lo había dicho Oliver.

—Oliver no me ha dicho nada. —Llevo una hoja de lechuga a mi boca.

—¿Por qué comes sólo verduras? —pregunta observando su plato lleno de tocino, huevo frito, salchichas, panes y beicon y luego está el mío lleno de vegetales—. ¿Te obligan a sólo comer verduras?

—No, sí me han dado una dieta. Sólo que estos últimos días por mi cumpleaños la he quebrantado comiendo azúcar extra y creo que es momento de parar. —Llevo un pepinillo a mi boca—. Pero no estábamos hablando de mí, sino de Oli y Derek, ¿sabes por qué han terminado?

—No me corresponde a mí contarte. —Achico los ojos en su dirección—. Bueno está bien, te lo diré pero deja de mirarme así. —Baja la vista a su plato lleno de grasas—. Oliver ha dejado a mi hermano cuando se enteró que Derek rompió tu confianza.

—¿Mi confianza? —Espero por su respuesta, me hago ligeramente una idea, pero quiero que lo diga para que me confirme que lo que sueño son más que eso, son recuerdos.

—Cuando estabas a casi nada de casarte le contaste a mi hermano que el padre de nuestros hijos no era Willmer como todo el mundo pensaba y en su momento me lo hiciste creer...

—Unos días después el te contó por teléfono y tú tomaste un vuelo, llegaste a mi apartamento cuando yo estaba haciendo una prueba de mi vestido, y me lo dijiste..., dijiste que eras el padre de los bebés y yo te lo negué... —lo interrumpo.

—¿Cómo sabes eso? —Deja el tenedor sobre el plato.

—Cada noche que duermo recuerdo, cuando te veo a los ojos recuerdo, cuando camino por la calle recuerdo, cuando estoy en un avión recuerdo, no hago más que recordar Dominic, cosas buenas y malas, cosas que me hacen reír y otras más donde despierto y no puedo dejar de gritar y llorar, porque sé que estoy recordando mi vida pasada, el dolor y el sufrimiento que nunca para, tantas cosas que callé, tantos errores que me gustaría no haber cometido. —Quita su vista de mí y la dirige hacia las sillitas donde siguen dormidos nuestros hijos con el chupón entre los labios.

—¿De ellos no te arrepientes, verdad? Ellos no son un error Meri. —Tomo su rostro entre mis manos haciendo que me vea a la cara, mis codos están apoyados en la mesa y no me importa que sea de mala educación, con mis pulgares limpio la pequeña lágrima que sale de su lagrimal izquierdo que me certifica que esa lágrima es de tristeza.

—No Dominic... No me arrepiento de ellos... No son un error. —Libero su rostro de mis manos y me acomodo en la silla dejando mi espalda en el respaldo—. Hablaré con Oli, no puede dejar de estar con el chico que ama por algo como esto, se aman, así es el amor, deben estar juntos.

—Hay personas que se aman y no están juntas, personas que sólo aman y no son amados, personas que quisieran ser correspondidos Meri.

—Siempre existe la posibilidad de luchar por lo que de verdad se quiere y se ama Dominic, ¿no lo crees?

—Claro. Y yo te juro que lucharé por ti.

N/A.

Dedicado a KellyNavarreteMoreir

16/38
Mte

Gracias por leer.

Maravilloso accidente. (Completa) (En Físico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora