Martes 10 de abril del 2018

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Siento a alguien moverme del hombro mientras en la lejanía escucho que pronuncian mi nombre, la inconsciencia me deja ir y logro despertar.

—¿Qué pasa? —pregunto con la voz rasposa a causa de la reciente siesta, quito la vista de Dominic y la dirijo al par de cunas, me pongo de pie alarmada, ahí no están nuestros hijos.

—¿Dónde están Dominic? —Estoy exaltada, me toma por los hombros para tranquilizarme.

—Están abajo.

—¿Abajo? ¿Con quién?

—Tenemos visitas.

—¿Tenemos?, querrás decir tienes.

—Es tu familia.

—En ese caso está bien, ¿qué hora es?

—Las nueve de la mañana.

—¿No tienes una empresa a la que dirigir?

—Sí, en New York, la sede de aquí la dirige mi hermano Derek.

—Cierto, el novio de Oliver.

—Se me había pasado preguntarte ¿estás segura que son pareja?

—A mí me lo dijo Oliver, deberías saberlo mejor, se está hablando de tu hermano.

—No tengo la mejor relación del mundo con mi hermano.

—Vaya, que sorpresa. —Nota el sarcasmo en mi voz pero no dice nada—. ¿Un baño dónde pueda lavar mis dientes y tomar una ducha? No quiero bajar a ver a mi familia sin ducharme.

—Claro, es por aquí. —Sigo sus pasos, le agradezco entrando y cerrando la puerta.

—¿Quieres ropa? —pregunta, lo pienso un poco dándole vueltas en mi cabeza, sólo es ropa después de todo.

—Sí, por favor. —Se escucha que toca a la puerta pasados unos minutos, giro el picaporte cediendo para que la puerta se abra.

—Espero te sirva.

—Gracias. —Tomo la ropa que tiene entre sus manos y vuelvo a cerrar la puerta. Antes de meterme a la regadera busco en las gavetas empaques de cepillos dentales nuevos, aquí tampoco es el típico cliché donde me lavo los dientes con el cepillo dental de Dominic creyéndome mala y atrevida en un acto que creen en las películas es sexy y caliente. Cuando me meto debajo de la elegante ducha de baldosas antiderranpantes me relajo. El shampoo es masculino y tiene el aroma de Dominic el varonil, leo la etiqueta, no me sorprende ver que es un producto de empresas Winter en zona de higiene personal, por lo menos lo que produce lo utiliza, esa es una buena prueba de la calidad y lo comprometido que está con todo lo que elabora. Cuando he terminado de ducharme dejo mi cabello en una toalla mientras me cambio con la ropa que huele a Dominic como casi todo dentro de esta casa, a excepción de la habitación de los bebés, ese es un olor inigualable que no olvidaré jamás. Lavo otra vez mis dientes y salgo del cuarto de baño, comienzo a observar la habitación, la cama aún no ha sido tendida, sobre la mesilla de noche está una laptop cerrada y en la otra mesita de noche hay papeles en fila, en el baño habían productos a medio usar, no hay duda que es la habitación de Dominic, ¿no pudo llevarme a otra habitación que no fuera la suya? A paso rápido cruzo la habitación, esto parece un hotel residencial por cuanta habitación tiene. Camino por el pasillo y me detengo al inicio de las escaleras y desde aquí puedo escuchar voces provenientes del primer piso, comienzo a bajar lentamente cada peldaño de la escalera tomada de la banderilla de hierro forjado en color blanco combinando con las paredes del mismo color. Me guío por las voces llegando con una entrada triunfal a la sala de estar provocando que todas las personas que hacían un pequeño bullicio provocado por sus temas de conversación dejaran de hablar. Robert está en una esquina de pie con las manos en los bolsillos, la sala de estar es una preciosidad, es realmente enorme en dimensión, sillones de finos cueros uno tras otro, la mesita de centro es de vidrio y llama mi atención inmediatamente, es como si fuera una pecera gigante con vegetación, piedras de río en diferentes colores y diferentes tipos de peces nadan de un lado otro en colores vivos haciéndose notar sobre los demás los japoneses anaranjados, las paredes tienen cuadros abstractos que son de un excelente artista que no dudo que también sean autoría de Dominic, es raro el como le estoy prestando más atención a la buena decoración y al reluciente televisor de pantalla plana de no se cuantas pulgadas pero ¡es enorme! que a las propias personas integrantes de mi familia que se me quedan viendo como si fuera algo irreal parte de un espejismo o algo por el estilo.

—¿Y bien? —les pregunto, de un salto y a toda prisa una castaña me toma en sus brazos apretando mi cuerpo mullido a su paso. Todos se encuentran con los ojos cristalizados y rojos, pero a la misma vez con una sonrisa de oreja a oreja. Willmer no se encuentra en las personas de la estancia. Mi madre carga a Sofia y un señor a su lado a Damon.

—¿Tú eres? —le pregunto a la chica que no me suelta, ni siquiera puede hablar, un pelirrojo se pone de pie y me ayuda con la castaña efusiva.

—Vamos Alaska, estás axfisiando a tu amiga. —Alaska, mi mejor amiga, creo que alguien la había mencionado. La castaña se separa de mí y limpia los canalillos que han dejado el rastro de sus lágrimas en sus mejillas.

Le pido a Damon a el señor que no deja de observarme, me siento como un extraterrestre en un laboratorio alemán. Con Damon entre mis manos me siento más reconfortada, mucho más segura, he encontrado a mi par de anclas en pañales.

—¿Ustedes son? —pregunto fuerte y claro, es curiosidad. Esto parece como si fuera un grupo de ayuda justo en el momento de las presentaciones. Alaska se ha sentado de nuevo al lado del que parece ser su pareja, ella es la primera en hablar.

—Soy Alaska, nos conocimos el primer año en la universidad, vivíamos juntas con Oli.

—Yo me llamo Harry, no teníamos ningún tipo de amistad, apenas y cruzábamos unas palabras, soy amigo de Alaska y de Dominic —dijo ¿amigo de Alaska?, habría apostado a que son algo más.

—Soy Oliver, amigos desde toda la vida, me mudé contigo desde New York para hacerte compañía en tu nueva universidad, soy también amigo de Alaska y de Willmer. —Él es el chico que me encontré ayer en en restaurante con Robert, le sonrío.

—Soy Derek, solíamos ser amigos, unos días fuimos los coordinadores de la sede San Diego de empresas Winter, soy hermano de Dominic. —¿Solíamos ser amigos? ¿Eso significa que ya no? No paso por alto el que ninguno de los dos mencionó que son pareja, puede que no todos sepan de su homosexualidad.

—Soy Taylor, tu hermano mayor, he vivido los últimos años en Italia estudiando arte, ella es Fiorella, mi novia. —Mi hermano se presenta a la vez que también a la bonita chica de su lado.


N/A.

Capitulo dedicado para: Alexafigue19, Cam-Palacios

Mte

Gracias por leer.

Maravilloso accidente. (Completa) (En Físico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora