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—Adiós Keyla —la despido con la mano y me subo en los asientos traseros junto a mis hijos.

—¿Tienes algún plan para hoy? —me pregunta Robert una vez hemos salido del fraccionamiento.

—Sí, descansar —respondo.

—Qué plan más maravilloso. —Me sonríe por el espejo retrovisor.

Para cuando llegamos al «Grand King» Sofia y Damon se han dormido por el arrullo del auto en movimiento. Su pent-hause es el número veinticinco pero raramente el marca el veinticuatro, lo dejo pasar, tal vez sea yo la que estoy confundida. Con Sofia en mis brazos y cuanta maleta en el hombro llegamos al pasillo de madera haciendo que la goma de nuestros tenis antiderranpantes chillen contra el piso. Con Damon entre sus manos y también con maletas en su hombros maniobra pasando la tarjeta por el lector de seguridad y la puerta se abre cediendo a su dominio.

—Esto luce tan... —Hago una pausa mirando todo a mi alrededor, es la misma forma, el mismo espacio y la misma distribución de las paredes, los muebles son diferentes y ya no está la decoración peculiar de tanta mezcla de cultura y arte—. Diferente —termino aún observando todo a mi alrededor.

—Eso es porque podrás decorar a tu gusto, a menos que quieras contratar a una diseñadora de interiores.

—¿Qué? ¿Pero por qué? Es decir... Es tu casa, yo no quiero infringir lo que es tuyo.

—¿Y quién ha dicho qué este lugar es mío?

—¿Cómo? —frunzo el ceño en su dirección.

—Mi piso está arriba —señala con uno de sus finos dedos apuntando hacia el techo—. Y en el sigue mi arte egocéntrico sueco, hindú, chino y cuanta cosa más hermosa. Y este piso —ahora señala el suelo—, es tuyo.

—¿Mío? —le pregunto estupefacta. Me tiende la tarjeta que es la llave del pent-hause pero no la tomo.

—Sí, es tuyo, regalo de Jonh, descuida, puede permitírselo.

—¿Jonh? ¡¿Es qué acaso se ha vuelto loco?! Este piso es carisimo.

—Necesitas un lugar propio y este prácticamente ya lo es, y aunque me encantaría que estés conmigo 24/7 sé que no es posible, y bueno, eres mi vecina, ese es el lado bueno.

—Es sólo que estoy demasiado sorprendida. Estoy más que sorprendida de hecho. —Suelto un chiflido que callo cuando Sofia se remueve en mis brazos queriendo despertar, la meso para que morfeo la tome un rato más en su brazos y su siesta se prolongue.

Aún recelosa tomo la tarjeta entre mis manos. Sigo los pasos de Robert a una de las dos habitaciones donde dejamos recostados a mis bebés con cojines por todo el contorno a pesar de que son pequeños para girarse sobre sí mismos y llegar a caer de la cama, de hecho ante mis ojos se siguen viendo tan pequeños, prácticamente aún siguen siendo recién nacidos. Cierro la puerta con cuidado para no despertarlos y juntos caminamos a la sala donde tomamos asiento.

—¿Sabías qué tus redes sociales como figura pública ya alcanzan los doscientos mil seguidores en menos de cinco días?

—¿De verdad? Jonh me comentó algo parecido cuando hizo la promo para Victoria's Secret, pero no me dijo la cantidad.

—Le caes genial al público.

—Eso es bueno.

—¡Eso es estupendo muñeca! —exclama jalando mi brazo quedando de esta manera sobre su regazo, su abrazo se queda sobre mis hombros y mi espalda sobre su costado, me voy acomodando mejor y mis ojos comienzan a cerrarse por sí solos, poco tiempo después no sé de mí.

5/38
Mte

Gracias por leer.

Maravilloso accidente. (Completa) (En Físico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora