— ¡Pueden dejar de pelearse! —Natasha golpeó la mesa haciendo que todos nos sobresaltáramos.
— ¡Eh, tranquila fiera! —Tony sonrió calmando a la pelirroja.
—No Stark, es momento que estos idiotas dejen de pelearse de una puta vez.
La mirada de Natasha se clavó en mí y Bucky, ambos tragamos saliva algo nerviosos por la reacción de mi amiga Rusa. Steve que estaba punto a replicar por el lenguaje usado, se calló al ver el rostro de molestia.
—Dejaremos de pelear —hablé.
—No es así, ¿por qué mientes __________? —Bucky me miró como si tuviera un alíen en el rostro.
— ¿Podrías hacerle un favor al mundo y callarte? —repliqué.
— ¿Te caigo mal? —pregunté y él asintió—, pues que lastima.
—Si estuvieras en un incendio y yo justo en ese momento estuviera tomando un vaso de agua, me lo bebería.
—Hay personas, como tú Barnes —sonreí con falsedad—, que merecen una palmadita, en la cara —me acerqué un poco más—, con una silla.
—Oh dios. ¡Basta! —Natasha volvió a gritar.
Todos nos quedamos callados cuando vimos que ella se levantó, me estaba preparando para un golpe o algo por el estilo pero lo único que sentí fue que agarro mi mano y me arrastro a una de las habitaciones que había en la torre. Me dejo ahí encerrada y antes de que pudiera replicar acerca de eso, una nueva persona entró. Y esa persona es Bucky Barnes.
— ¡Eh Nat! —grité mientras trataba de abrir la puerta—. Prometo no insultar más a Barnes.
—Sí, yo también prometo no insultar más a ________ —Bucky se acercó y comenzó a pegarle a la puerta con sus manos—. ¡Vamos Natasha! Esto no es divertido.
—Cuando ambos se comporten como personas de su edad, los dejaré salir. Sobre todo tú Barnes tienes cien años, compórtate como tal —dijo con fastidio. Reí al escuchar lo último, ganándome una mirada de odio de parte de mí acompañante.
—No es gracioso.
Ambos dejamos de intentar abrir la puerta. Me apoyé en una de las paredes observando el alrededor, fastidiada comencé a buscar alguna otra salida del lugar.
—No encontrarás ninguna ___________ —Bucky suspiró y pasó una mano por su cabello.
— ¿Cómo lo sabes? Estos inventos de Stark a veces sorprenden.
—Estamos en un piso bastante alto como para matarte al saltar —se cruzó de brazos—. Aunque pensándolo, si quieres saltar tienes mi bendición.
—Barnes, a veces no me importa mi opinión ¿y crees que me importará la tuya?
—Que agradable —rodó los ojos.
—Sí, eso dicen.
— ¿Quién? ¿Pietro o ese otro chico? —frunció el ceño—, ¿Cómo se llamaba...? —meditó un momento. Cuando encontró el nombre chasqueó la lengua—, ¡Peter!
—Pietro es lindo —su entrecejo se frunció más—, pero Peter, no lo sé —me encogí de hombros—, es adorable.
— ¿Te gusta Maximoff?
— ¿Y qué si me gusta? Él está soltero y yo lo estoy.
—Deberías buscarte alguien mejor que él —desvió su mirada.
— ¿Cómo quién? —reí—, ¿Cómo tú?
— ¿Por qué no? —volvió a mirarme.
— ¿Te das cuenta que más de la mitad del día la pasamos peleando? Además, nos odiamos.
—Yo no te odio —suspiró y relajo sus hombros—, simplemente siento que es divertido ver cómo nos peleamos por cosas estúpidas.
—Pudiste haberlo dicho antes de que Natasha nos dejara encerrados. Barnes, tu no conoces a Pietro como yo lo hago, es un buen chico.
—Es un idiota.
—No lo es.
—Claro que sí, todos los hombres lo somos. Hasta Steve a veces es idiota.
—Bucky, no tengo ganas de hablar de mi vida amorosa —me quejé.
Ambos nos volvimos a quedar en silencio, me senté en el piso mientras cerraba los ojos. Quería estar en mi cama, descansando en mi día libre. Bucky se sentó a mi lado mientras miraba el piso.
—Lo siento —murmuró. Lo miré con duda—, siento que cada vez que nos encontremos en la misma habitación nos peleemos. Realmente no me desagradas, te encuentro bastante bonita, demasiado para ser realidad —sonreí.
—Yo también lo siento Buck, eres un gran chico —apoyé una mano en su hombro.
El silencio volvió a reinar en la habitación, ambos mirábamos el suelo con una sonrisa en el rostro.
—Hey, ¿sabes qué es eso? —señaló una cosa que se encontraba en el techo. Negué.
—Nope, no lo sé.
—Trataré de golpearlo, tal vez esto pueda abrir la puerta —se levantó.
Lo seguí y ambos nos quedamos mirando con duda el pequeño aparato que se encontraba en el techo, se me hacía conocido pero no lograba acordarme cuál era su función. Ambos comenzamos a tirar cosas en el techo pero ninguno lograba activarlo.
— ¡Ya sé! Ocupa tus poderes —me miró con una sonrisa. Asentí y un destello escarlata salió de mis manos para terminar golpeando el aparato. Segundos después ambos nos encontrábamos empapados.
—Es una alarma de incendios —murmuré.
Agarré uno de las cosas que previamente habíamos lanzado para apagarlo. Bucky me miró para luego reírse, su risa era realmente contagiosa. Después ambos nos encontrábamos con dolor de estómago por tanto reírnos. Nos quedamos en silencio mirándonos y sin previo aviso Bucky tomó mi cintura y estampo sus labios contra los míos. Seguí el beso a los segundos, pero la falta de oxígeno nos obligó a separarnos.
—Oh dios —murmuró.
—Sí... —ambos nos miramos.
Con toda la personalidad que no carecía, volví a acercarme a unir nuestros labios. Bucky gustoso recibió el beso con ganas, con sus manos tomo mis piernas para yo enrollarlas en su cintura. Llevó sus manos a mi espalda baja mientras caminaba hacía la pared para apoyarme en ella. El beso iba subiendo cada vez más de intensidad.
Definitivamente agradecería a Natasha por dejarme encerrada con Bucky Barnes.
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A las personas que le guste Harry Potter, las invito a leer una de mis nuevas historias sobre la saga, se trata de one-shots -como este libro- de los personajes de la saga<3
