34.- somebody else

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Lizzie y Chris se acercaron a mí con una leve sonrisa –más parecida a una mueca- en el rostro. Bebí un trago y el alcohol quemó mi garganta.

— ¿Qué tal Stan? —Chris palmeó mi hombro. Elizabeth se mantenía callada observándome.

—Aquí —musité desviando mi mirada hacía ___________, ella se encontraba hablando con Tom hace un buen rato.

—Amigo

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—Amigo... —Chris comenzó a decir con cautela —. Han pasado un año. Deberías, ya sabes.

Rodé los ojos y miré a Lizzie que aún se encontraba callada, me observó para luego hacerlo con __________.

—Están juntos ¿verdad? —pregunté ignorando el consejo de Chris.

Ella suspiró y miró a mi amigo esperando que dijera algo. Al notar que ninguno decía nada ella habló.

—Obviamente, luego de que la jodiste es obvio que iba a comenzar una nueva historia —dijo con simpleza—. Ella pasó la página Stan.

Tragué saliva con dificultad. Hace un año atrás __________ y yo estábamos recién comprometidos pero mi estupidez sobrehumana arruino todo. La había engañado con una conocida de Rumania en una borrachera, mi plan era no mencionar nada pero al verla ahí tan preocupada por mí cuando yo estaba disfrutando con otra mujer hizo que la culpabilidad brotara por mi garganta y vomitara todo lo que había hecho.

La había dejado destruida, la promesas que había hecho sobre amarla para siempre y nunca lastimarla se había ido por la borda. Nunca pensé lastimarla pero las cosas se salieron de mis manos y lo hice de igual manera. Juró nunca volver a dirigirme la palabra –y lo estaba cumpliendo- pero sé que para ella era complicado, más aun cuando los dos trabajábamos para Marvel.

No quería a __________ de vuelta –o tal vez sí, mi cabeza los últimos meses no estaban pensado cuerdamente- pero odiaba verla con alguien más. Odiaba la sensación de pensar en Tom y __________ juntos.

— ¿Hace cuánto? —pregunté.

Lizzie se mordió el labio y me miró con pesadez. Ella me odiaba desde esa situación, trataba de hablarme amablemente –seguramente por petición de _________- pero le costaba demasiado hacerlo.

—Cinco meses.

Asentí mientras volvía a mirarlos, Tom sonreía viéndola mientras ella estaba concentrada en otra cosa. Conocía esa mirada, era la misma mirada que yo le daba –y le doy-. Tom estaba enamorado de ella.

—Necesito tomar algo de aire —dije aguantándome las lágrimas. Chris me llamó pero salí a la terraza del lugar.

Me centré en la ciudad, Nueva York se veía precioso de esa altura. Sentí el eco de unos tacos detrás de mí, supuse que era Lizzie o Scarlett.

—Hace demasiado frio acá fuera —me volteé y mi corazón se comenzó a acelerar —. Deberías abrigarte un poco... y dormir —sonrió levemente —, tienes ojeras horribles en tu rostro.

—__________...

Ella se mordió el labio. Y se acercó con la chaqueta de Tom sobre sus hombros, ella llevaba un enterito puesto que hacía que sus piernas se vieran más largas y estilizadas. Paró de caminar cuando quedó frente a mí.

— ¿Qué te estás haciendo? —pasó una mano sobre mi rostro. Cerré los ojos ante el tacto —. Estás delgado...

—Lo siento tanto —murmuré mientras mi voz se quebraba —. Nunca quise dañarte.

Ella sonrió levemente y se alejó un paso dejando una distancia entre nosotros.

—Fue difícil en un principio ¿sabes? —introdujo sus manos dentro de los bolsillos de la chaqueta de Tom—. Lloraba todos los días, todo el día y me preguntaba cuál había sido mi error... fueron dos meses horribles, estaba tan desconcentrada que hacia mal mi trabajo —bajó la mirada. Unas pequeñas lágrimas recorrían mis mejillas —. Y finalmente llegó Hiddleston, estaba más concentrada en mi trabajo, dejé de llorar y comencé a sonreír... otra vez —sonrió como si recordara todos esos momentos otra vez —. Tenía miedo Seb, miedo de que pasara otra vez.

—Nunca quise dejar esa inseguridad en ti preciosa —negué.

—Lo sé —sonrió mirándome —. Pero pasó... y todo sucede por algo Seb.

—Te dañé, y nunca me perdonaré eso.

—Oye —ella se acercó y tomó mi rostro—. Déjalo ir, ya sucedió. Sebastian es momento de ser feliz cariño. Yo estoy feliz y necesito que tú también lo seas —quitó sus manos de mi rostro para poder tomar mis manos —. De nada sirve enterrar el recuerdo si vuelves cada día a llevarle flores.

La miré y asentí, ella soltó mis manos y me abrazó con fuerza. Solté toda la angustia que había guardado durante un año, y lloré, lloré como un niño sobre su hombro y de alguna manera ella me reconfortó como solo ella sabía hacerlo.

—Gracias

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—Gracias...

—Cariño... —Tom se apoyó en la puerta mirándonos con una leve sonrisa. __________ miró en su dirección para luego volver a mirarme.

—Espero que encuentres eso que crees que te hace falta y que al encontrarlo no descubras que te falta algo más —murmuró para luego besar mi mejilla.

Ambos caminamos hasta donde se encontraba Tom, él tomó la mano de _________. Antes de que pudieran avanzar un paso más toqué su hombro.

—Gracias por hacerla feliz —dije y sonreí. Pero no era una sonrisa falsa, no. Era sincera.

Tom asintió con una sonrisa y siguió caminando con ella a su lado. 

 

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Bucky Barnes »One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora