36.- i don't look at you just like a friend #2

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ANTES DE LEER: SMUT, SMUT Y MÁS SMUT.

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Tardé un poco en reaccionar a lo que decía Bucky, tanto que el ascensor se cerró otra vez. Comencé a apretar los botones de manera rápida pero el ascensor lo único que hizo fue dejarme cuatro pisos más abajo.

—Mierda de ascensor -salí de este para subir por las escaleras —. FRIDAY, ¿Dónde se encuentra Barnes?

—En su habitación Srta.

—Gracias —sonreí mientras comenzaba a subir de manera más rápida.

Toqué su puerta cuando llegué, él la abrió con una sonrisa en el rostro.

—Te haces el difícil Barnes —sonreí mientras llevaba mis manos a mi cadera.

—Bueno, no tanto como tú —respondió mientras se apoyaba en la puerta y cruzaba sus brazos.

No me había percatado que no llevaba puesta la camisa, bajé la mirada para ver su torso tonificado. Bucky carraspeó dejando ver sus mejillas sonrojadas.

»Mis ojos están aquí arriba —los señaló.

—Lo sé. No te hagas el tonto —dije mientras pasaba a un lado de él para entrar en su habitación—. Tú, Sam y Steve siempre nos miran el trasero a Natasha y a mí cuando entrenamos.

Él se quedó callado y cerró la puerta de su habitación.

—Pensé que estabas algo ebria —dijo cambiando el tema. Negué mientras me volteaba a verlo.

-Nunca me embriago Barnes —reí.

Ambos nos quedamos en silencio observándonos, Bucky desvió la mirada algo cohibido mientras yo me encargaba de mirar su habitación para ser hombre la tenía bastante ordenada -más de lo que yo tenía la mía-.

Bucky se acercó y quedó frente a mí.

— ¿S-Si te beso...? -preguntó.

Mordí mi labio y me acerqué a él cortando toda la distancia que había entre nosotros, Bucky me tomó de la cintura como si tuviera miedo de que yo me separara de él. Por cada segundo que pasaba, más intenso el beso se volvía. Jadeé un poco cuando sentí que su mano iba bajando, él se agachó un poco y me tomo desde las piernas para que pudiera entrelazarlas en su cadera. Me separé un poco para poder despojarme de mi remera.

— ¿Estás segura? -preguntó mientras sus besos iban bajando por mi cuello y mandíbula.

—Buck, si no hubiera estado segura créeme que no me estaría sacando la ropa —reí levemente mientras pasaba mis manos por su pecho. Tenía que confesar que siempre había deseado tocar su trabajado torso -sobre todo después que Nat, Wanda y yo habíamos visto a salir a más de un Vengador de la ducha sin nada más que un toalla en la cintura-.

—No sabes cuánto tiempo estuve esperando esto —murmuró mientras me dejaba sobre su cama. Con algo de delicadeza se subió sobre mí para dejar besos por mi cuello, pechos y estómago.

Tomé su rostro para poder volver a besarlo, luego comencé a bajarlas por su torso hasta llegar a sus pantalones -los cuales comencé a desabrochar con algo de necesidad- Bucky por otro lado también hacía lo mismo con mi ropa.

—En serio... ¿Qué tienen los fabricadores de brasier con los hombres? —dijo mientras trataba de sacar la prenda.

—Es que ustedes son muy idiotas.

Bucky rió contra mi cuello provocando que la piel se me erice. Se sacó su pantalón y yo me saqué el mío dejándonos solo en ropa interior.

—Creo que tenemos mucha ropa -murmuró contra mi oído. Mordió levemente el lóbulo de mi oreja para luego dejar un beso ahí.

Lleve mis manos a mis pechos para poder sacarme el brasier mientras que Barnes se sacaba los bóxers.

—Entonces era por delante, me hubieras dicho estaba tratando de sacarlos desde atrás —murmuró.

Saqué las bragas quedando ambos desnudos, Bucky se mordió el labio mientras me miraba. Sus besos fueron bajando dándome el placer que solo un hombre llamado James Buchanan Barnes podría dar. Gemí.

Bucky comenzó a entrar en mí con suavidad, dejó un beso en mis labios algo prolongado para luego esconder su rostro en mi cuello. Ambos comenzamos a movernos.

Hacíamos el amor como dos músicos que se juntan para tocar sonatas.

Ambos llegamos al orgasmo gimiendo casi al unísono. Bucky se dejó caer sobre mi cuerpo escondiendo su rostro en mi cuello. Las respiraciones se encontraban agitadas mientras hacíamos todo nuestro esfuerzo para volver a regularlas.

Bucky se alejó de mi cuello para dejar un beso en mis labios mientras murmuraba un leve «te quiero»

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[... cuatro días después]

Steve y Bucky se encontraban entrenando mientras Wanda y yo los observábamos bebiendo agua. Ninguno se había enterado de nuestro encuentro y de nuestra reciente relación.

Ambos amigos se sacaron las poleras que estaban usando para limpiarse el sudor. Wanda que se encontraba a mi lado silbó bajó al ver los trabajados cuerpos de ambos.

—No sé qué suero les darán. Pero le crearé un altar cuando descubra al creador —Wanda me miró. Reí mientras veía como mi amiga se deleitaba con ambos.

—Buck...   —Steve llamó algo extrañado y se acercó a su amigo—. ¿Qué te sucedió?

— ¿De qué hablas? —Bucky lo miró

—Tienes rasguños en tu espalda... —Steve pasó su mano por las recientes llagas—. Amigo ¿qué te sucedió?

Me sonrojé levemente mientras veía a Bucky. Él se volteó a verme de la misma manera.

—Oh dios... —Wanda y Steve soltaron mientras nos veían a ambos con espanto. Steve alejó su mano espantado. 

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Primero que todo hay algunas palabras qué sé que no en todos los países se ocupan igual; por ejemplo en Chile la ropa interior solemos llamarla: sostenes y calzones. Mientras que en otros países se dice de distinta manera, es por eso que ocupé el termino más común. 

Por otra parte querías invitarlas a leer una historia que estoy creando que se llama: Querida escritora. Ya se encuentra disponible en mi perfil y realmente agradecería que se pasarán a leerla. 

Bucky Barnes »One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora