Capítulo 5.

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Sábado por la mañana.

-¿Shawn, pero es necesario que yo vaya? -preguntó la castaña a través del teléfono que sostenía en su oreja, ese día ella no trabajaba y esperaba pasar todo el día con su bebé pero al parecer su jefe tenía otros planes para ella.

-Mila te juro que si no fuera así no te habría llamado -su amigo suspiró -Papá me dijo que te pidiera que vinieras, sabes que eres la única que le entiende a esos balances.

-Pero ahí están los contadores, Shawn -dijo Camila.

-Por favor, ven Mila -su tono era suplicante.

-Está bien pero sólo iré unas horas.

-Te juro que será menos que eso y yo te llevaré a casa y podemos salir con la princesa a donde quiera -Camila sonrío.

-Bien, sólo llamaré a Dinah y voy para allá.

-¿En cuánto tiempo paso por ti?

-Ven en media hora.

-Está bien, ahorita nos vemos.

Colgó la llamada y le marcó a su mejor amiga.

-¿Quién eres y por qué me estás llamando a las ocho de la mañana? -la voz soñolienta de su amiga la hizo reír.

-China, soy yo Camila.

-¿Qué pasó? ¿Están bien? -su tono cambio a uno de preocupación.

-Si Chinita, te marque porque...me da pena pero ¿podrías ayudarme a cuidar a Karla por unas horas? Si puedes, es que me marcaron de la oficina y tengo que ir, pero si no puedes no te preocupes, yo sé que es sábado y yo...

-Cállate Cabello, voy para allá.

-Te adoro, gracias Dinah -ambas rieron y colgaron la llamada.

Rápidamente preparó el desayuno para ella y su amiga, ya que su pequeña aún seguía durmiendo y eso le alegraba en cierta forma porque esperaba que cuando volviera a casa siguiera durmiendo. El timbre sonó y Dinah había llegado. Desayunaron ambas y una llamada al celular de Camila entró, era Shawn. Avisándole que estaba afuera de su apartamento. Se fue a cepillar los dientes y entró al cuarto de su bebé. La observó detenidamente y se acercó a acariciar su mejilla. Estaba abrazada a su Nala y en su otro brazo tenía a Simba, era tan tierna porque los cuidaba como si fueran reales, les daba de comer y los cubría con las mantas. Estaba enamorada de su pequeña.

-Descansa mi amor, mamá estará aquí en unas horas -le susurró y quitó algunos cabellos de su rostro.

Depositó un beso en su frente y la abrazó con mucho cuidado. Algo le decía que no la dejara. Algo presentía pero sabía que se quedaba en buenas manos. La cubrió con su manta rosa y besó de nuevo su mejilla.

-Te amo princesa, te veo más tarde.

Y sin más, salió del apartamento y su amigo ya estaba esperándola. Le abrió la puerta del auto y partieron hasta la empresa. Por otro lado, la pequeña Karla Cabello despertó pero no vio a su mamá, en cambio vio a su tía Dinah. Le explicó donde estaba su mamá y la niña se tranquilizó. Estaban viendo televisión mientras la pequeña comía un puré de papa que le había preparado su tía. Una llamada la hizo levantarse para ir por su teléfono.

-Diga.

-¡Dinah al fin! -esa era Ally Brooke.

-Hola Ally, ¿Cómo estás?

Perfecta Casualidad (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora