Capítulo 71.

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Natalia Téllez POV.

Algunos años atrás.

-¿Cómo te sientes? –le pregunté a Lauren mirándola desde mi asiento.

-Quiero que Camila esté bien.

-Te pregunté a ti, ella obviamente está bien para dejarte sola a mitad de la madrugada, sabe que haciendo —odiaba lo inmadura que era Camila, que se comportara como una estúpida  y odiaba más que hiciera sufrir a Lauren cuando ella claramente no lo merecía.

-¡No le faltes el respeto a mi mujer! –me gritó con su precioso rostro algo rojo. 

-¿Entonces por qué no simplemente le dices que tú no quieres tener hijos aún para que deje de practicarse esos tratamientos inútiles?

-Natalia vete de aquí –me dijo Normani que estaba detrás de Lauren dándole apoyo tomando sus hombros.

-Tú no te metas, Normani –ella me miró y estaba molesta al igual que yo pero no me importaba –está bien pero dime ¿ella ya te preguntó si estás de acuerdo con la idea de un bebé?

-Ella quiere un bebé y yo se lo voy a dar, la voy a apoyar en cada tratamiento y en cada prueba que ella se haga.

-Laur, tú habías dicho algo así como que aún querías estar de luna de miel con ella ¿no? –dijo Normani.

-Si lo dije, quiero que ella y yo estemos juntas, solas como hasta ahora, yo sé que un bebé ahora es algo precipitado pero no es que no quiera un niño ahora, simplemente quiero pasar más tiempo con Camila, sé que la he estado descuidado un poco porque me estoy quedando más tiempo para reunir lo suficiente para cuando nos casemos, quiero que sea algo que ella no olvide, quiero hacerla más feliz y cuando ya estemos en nuestra propia casa, ahora sí completaría mi vida con un pequeño que tuviera su misma carita hermosa y esos ojitos marrones de lo que tanto me enamoré.

-¿Entonces en resumen, tú no quieres niños por el momento? –le pregunté ahorrándome las ganas de llorar por las palabras tan hermosas que Lauren dijo de Camila y que por mí nunca las diría.

-¿No escuchaste nada de lo que te dije?

-Dímelo –repetí porque la puerta se comenzaba a abrir y pude ver que Camila entraba.

-No, aún no creo que sea el momento, quiero disfrutar de este tiempo a solas con ella, quiero que disfrutemos nosotras nada...-fue interrumpida por el sonido de la puerta.

Camila estaba ahí.

-Si no querías niños, ¿Por qué no me lo dijiste? –la voz de Camila resonó en toda la oficina y vi sus ojos marrones, llenos de lágrimas.

¡BINGO!

-Mi amor, ¿Dónde estabas? Estaba preocupada –vi que Lauren corría a abrazarla pero Camila se alejaba de ella, estaba molesta.

-Mejor las dejamos solas –dijo Normani y me tomó del brazo para sacarnos de ahí pero yo no podía quitar la sonrisa de mi rostro.

¿Quería separarlas? Claro que sí, Lauren me ha gustado desde hace mucho tiempo y ahora que pasaba esto era la oportunidad perfecta para que estuviéramos juntas. Por fin. Yo cumpliría con cada uno de sus sueños, la haría feliz si ella me dejara.

Luego de unas horas me la encontré en un bar al que solíamos ir cuando salíamos sólo ella y yo y a veces Normani. Pero ella estaba ebria y yo no podía dejar pasar esa oportunidad. Claro que la llevé al baño y aunque quise hacer muchas cosas con ella y hacerle saber que era mejor que Camila lamentablemente no pude hacer nada más que unos simples besos que por supuesto ella no me correspondió, solo uno y eso porque me confundió con la imbécil de Camila. Luego llegó Normani y todo se jodió. Lo único que puse sacar de eso fueron las fotos que le dije a Oscar mi hermano que tomó en los cubículos del tocador.

Eso sí les jodió el matrimonio.

Y hasta ese momento todo fue felicidad que aunque yo no pudiera estar con Lauren, sabía que Camita tampoco lo estaría, así que para mí eso estaría bien. Todavía veía a Lauren a veces de lejos saliendo de su empresa, o cuando iba con Normani a algún restaurante pero siempre con el cuidado de que ella no me viera. Me gustaba verla aunque fuera de lejos porque yo la amaba. desde el primer momento en que la vi pero ella siempre me decía que amaba a Camila y me jodía tanto que ella fuera tan estúpida para no ver a la preciosa mujer que tenía en sus brazos. 

Pero hace meses que me enteré que ellas volvieron a estar juntas y que tenían una niña juntas. Claro que se me revolvió el estómago y odié con todo el alma a Camila por arrancarme a mi Lauren de mi vida. Porque después de esos problemas que causé, ella me despidió de la empresa pero bueno ya basta de recordar tantas mierdas que no valen la pena ahora porque mi venganza apenas comenzaba.

— ¿Qué sigue ahora? —me preguntó uno de mis cómplices. 

—Debo admitir que no estaba en mis planes llevarme a la niña esa pero estaba en el momento equivocado, no sé si dejarla en un sitio o que te la lleves tú.

—Dijiste que no les pasaría nada y que...

— ¿Quieres callarte? Llévatela a donde acordamos y déjame a esta imbécil.

—No la lastimes, Natalia.

—Eso debiste pensar cuando entraste al juego, ahora vete de aquí.

—Señorita, ya llegamos —Juan llamó nuestra atención y por fin llegamos al aclamado lugar. 

—Bájala y tú llévate a esa mocosa de mi vista.

— ¿Y que hago si despierta? ¿Qué le diré cuando me pregunte por su mamá?

— ¿Quieres que te resuelva todo? Eres un imbécil.

—Sabes perfecto porque lo hago, yo también las quiero lastimar pero no así.

—Ellas te humillaron y aun así tienes compasión, esa niña pudo haber sido tuya —él me miró — solo tranquilízala, ella te conoce.

—Está bien, me llamas cualquier cosa.

—No quiero errores, solo tienes que seguir el plan Shawn.

—Bien.

Tomó a la niña en sus brazos que aún seguía dormida en el asiento y entraron a la casa. MIentras Juan junto con Teo tomaron a Camila y la metieron dentro de la bodega. 

Shawn Mendes entraba al juego. 


Perfecta Casualidad (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora