LAUREN POV.
Desperté hace como diez minutos y en todo ese tiempo me quedé observando a Camila, mi futura esposa. Tenía sus ojos cerrados y su boca un poco abierta por lo profundo de su sueño. Sus largas pestañas adornando sus bellos ojos marrones, que nunca me cansaría de mirar. Giré mi vista un poco y vi en su mesa una foto de nosotras. Fue la mañana después de pedirle que se casara conmigo.
FLASHBACK.
—Sólo faltan estas dos, la rosa y la azul, por favor.
—Si señorita —dijo aquel empleado que nos ayudaba a subir las maletas al auto.
—Nena debemos irnos, ¿estás lista? —le pregunté a mi prometida que venía bajando con su teléfono en la mano y al parecer hablaba con alguien, sólo esperaba que no fuera con el imbécil de Shawn.
—Mira quien es, mi amor —se acercó a mí y vi a mi pequeña con un overol rosa y con un lazo del mismo color mirándome desde los brazos de mi madre.
—¡MAMÁ! —mi bebé ponía su manita sobre la pantalla y Camila me pasó el teléfono.
—Hola mi vida, te extraño mucho bebé.
—Yo también mami, ¿ya vienen? Quiedo que mi mami Camz me haga galletas y que tú me hagas chocolate calientito —Camila me miró y levantó su ceja, creí que ya sabía que yo era la que le daba chocolate y por eso no podíamos dormirla pronto.
—Ya casi vamos a casa mi bebé y haremos lo que tú quieras —dijo Camila abrazándome por la espalda y hablándole a nuestra hija mientras yo tenía el teléfono en mis manos.
—Shi mami.
—Te amo Mich —le dijo Camila y yo sonreí pegándome a ella.
—Conduce con cuidado hija y que tengan un buen viaje.
—Si mamá, nos vemos más tarde.
Y colgué la llamada regresándole el teléfono a mi mujer.
—Amo que le digas Mich —giré su cuerpo y al tenerla de frente la tomé de la cintura y se pegó a mí.
—Nunca te pude olvidar y por eso le puse tu segundo nombre.
—Entonces si tenemos otra hija, ¿le pondremos Lauren Camila? —río un poco y negó.
—No lo sé amor, eso lo veremos después.
—Bueno, ya tenemos que irnos.
—Fue el mejor fin de semana, gracias mi vida.
—Te mereces todo mi amor, eres tan hermosa y vas a ser mía en unos meses.
—Soy tuya desde que te tiré la cámara, ¿te acuerdas?
—Como olvidarlo, te amo —besé sus labios y ella aprovechó para introducir su lengua en mi boca. Nos besamos hasta que el empleado nos interrumpió.
—Señorita Jauregui, todo está listo.
—Gracias, ahora salimos —él asintió y salió.
—Ven vamos a tomarnos una foto.
—Eres tan perfecta —le dije y besé su mejilla que alcanzaba por el angulo en el que estábamos.
—Te amo, Lern.
—Te amo Camz.
FIN FLASHBACK.
—¿Por qué estás sonriendo? —la voz de mi novia me hizo verla recién levantada y mirándome fijamente. No sé en qué momento cerré mis ojos.
—Estaba recordando...
—De seguro estabas soñando con Lana, ¿verdad? —me dio un golpe en el hombro y la atraje a mí para quedar a la misma altura y poder tenerla cara a cara.
—No Camz, estaba recordando nuestro viaje cuando te propuse matrimonio, bebé.
—Entonces te perdono, amor —me dio un suave beso en los labios.
—Hoy va a ser un gran día para nuestra pequeña.
—Sí amor debemos ir a llevarle su pastel aunque... —miró el reloj que estaba a lado de la foto, 9:37 a.m. —que extraño que no esté aqu...
—¡MAMIIIIS! —tocó nuestra puerta.
—¿Decías? —me miró riendo y le pasé un short porque ambas estábamos en bragas. Una vez que nos vestimos, abrí la puerta.
—¿Cómo está la princesita más hermosa del mundo? —mi hija saltó a mis brazos y le llené la cara de besos mientras con sus manitas tocaba mi cara, últimamente hacía eso y me gustaba mucho porque era tan adorable.
—¡Mami Camz! —fui con Camila y acosté a mi princesa con ella.
—Hola mi vida, feliz cumpleaños mi bebé —nuestra hija sonrió y aplaudió emocionada —¿Dormiste bien?
—Shi mami —se abrazó del cuello de Camila mientras ella le besaba las mejillas.
—¿Estás emocionada por tu fiesta, bonita?
—Shi mami Laulen, ya quiedo pastel —me acosté junto a ellas y le hice cosquillas a mi hija que se reía, es que Karla era tan adorable y amaba que fuera mi hija.
—¡Mami para! —la cargué para ponerla sobre mi estomago y que se sentara ahí.
—Ahora vengo, mis amores —nos dijo Camila y ambas asentimos.
Se levantó de la cama acomodando su blusa que se había levantado un poco y me dejaba ver su perfecto trasero apretado en esos shorts. Me miró y subió su blusa para matarme y ver ese gran trasero que tenía mi esposa. Moría por arrancarle el short con los dientes pero mi hija estaba aquí y jalando mis labios para prestarle atención y que dejara de ver la belleza de su madre que iba saliendo de la habitación.
—¿Cuántos años cumples amor? ¿Te acuerdas como te enseñé?
—Shi, así —mostró sus tres deditos que besé con todo el cariño del mundo —Mi mami dice que ya soy glande.
—Si lo eres pero siempre serás mi bebé —giré mi vista y mi novia entraba con un pastel de chocolate rectangular y decorado con algunos m&m's y con tres velitas en el centro.
—Estás son las mañanitas que cantaba el rey David, a las niñas más preciosas te las cantamos a ti...—levanté a mi hija y la puse frente al pastel que su madre le acercaba.
—Despierta Karla despierta, mi amor ya está despierta —le dije a Camila y ella casi me apaga la velita en el brazo.
—Mira que ya amaneció, y a los pajaritos cantan la luna ya se metió —terminó Camila y mi hija veía sorprendida las velitas.
—Sopla las velitas amor —ella lo hizo con mi ayuda porque no se apagaban.
—Te amo mi bebé —Camila la puso en sus piernas mientras dejaba el pastel en la cama —muerde tu pastel, cariño —mi niña obedeció y se manchó un poco su cara que me encargué de limpiar con una toallita humeda. Camila embarró un poco de pastel en mi mejilla y me acerqué a besarla aunque algo rápido porque Karla estaba ahí.
—Las amo —besé la mejilla de mi hija y se abrazó a mí, acaricié su espaldita con cariño y Camila se unió a nuestro abrazo.
Momentos así, valían completamente la pena. Me hacían sentir que nada podría pasar y que siempre estaremos juntas. Pase lo que pase.
Porque de eso se trata la vida, de ser felices con pequeños momentos como este.
ESTÁS LEYENDO
Perfecta Casualidad (CAMREN)
Fiksi Penggemar¿Crees en el destino? ¿Crees en eso que la gente llama "casualidad? ¿Te has enamorado al punto de querer odiar el amor? No todo ha sido así siempre. Ella amaba. Ella reía. Ella creía. Ella se fue, pero ¿Quién dijo que para siempre?