Perfecta Casualidad (CAMREN)

Capítulo 44.

CAMILA POV.

Apenas abrí mis ojos y al mirar a un lado estaba la mujer de mi vida, enganchada a mí con un brazo sobre mi cintura y con sus piernas entrelazadas con las mías. Su pecho subía y bajaba por lo profundo de su sueño y sus labios ligeramente entreabiertos. Me acerqué a ella y comencé de dejar besos en su mentón, luego pasé por sus mejillas y finalmente sus labios. No quería despertarla pero no podía resistir más sin poder besarla ni sentirla como ahora. En los días que no estuvimos juntas me constaba tanto tiempo dormir, dando vueltas en la cama o simplemente buscaba a Karla para que durmiera conmigo o me quedaba observándola toda la noche porque mi hija siempre me traía paz. Pero ahora todo es distinto porque tengo a mi mujer de nuevo y ahora si no la iba a perder por estupideces.

Era sábado así que no tenía que preocuparme por levantar a Karla o a Lauren. Me levanté de la cama dejando bien cubierta por las sábanas blancas y acomodando las almohadas para que no se despertara. Fui a ver mi bebé y seguía dormida en la misma posición que Lauren.

Así que bajé hasta la cocina después de hacer mi higiene personal. Encendía la estufa y cociné unos huevos revueltos que a Lauren le gustaban mucho, también agregue tocino y apenas iba a sacar las tortillas cuando sentí los brazos de Lauren rodear mi cintura y su aroma, tanto lo había extrañado.

—Buenos días, amor —su aliento está fresco y olía a menta.

—Hola bebé —le dije y ella sonrió escondiendo su cara entre mi cuello y mi hombro.

—Huele delicioso, ¿Qué cocinas? —me giré en sus brazos y puse mis manos sobre su rostro.

—Tu desayuno y el de Karla.

— ¿Me dejas hacer el desayuno de Karla? —me pidió y sus ojitos se iluminaron, estaba tan emocionada por hacerle el desayuno a Karla.

—No me preguntes eso, claro que sí —alzó sus brazos y yo atraje su rostro al mío y unimos nuestros labios besándonos con profundidad pero lento, como me gustaba a mí. Su boca se abrió y su lengua entró en mi boca, nos besamos unos cuantos minutos más hasta que ella se separó y me dio un beso en el puente de la nariz. Sacó del refrigerador los ingredientes para hacer la mezcla y comenzó a cocinar. Yo mientras la veía embobada porque habíamos encendido la radio y ella se movía al compás de la música. Me puse detrás de ella y me abracé más a su espalda.

—No sabes cuánto te amo y cuanto te agradezco que estés aquí, Laur —puso su mano derecha sobre las mías y dejó un beso en el dorso de éstas.

—Si tengo una idea porque es lo mismo que yo siento por ti, siento que no me cabe en el pecho todo mi amor por ti, te amo —me dio un beso —te amo —nos besamos un poco más hasta que escuchamos pasos en el cuarto. Supuse que Karla se había despertado y es que queríamos darle la sorpresa de que Lauren estaba aquí así que me fui hasta ella.

—Ya quiero ver su carita, pondré la mesa y la traes amor —asentí y corrí por Karla.

Y ahí estaba con su pijama rosa y abrazada a Nala sus ojitos seguían un poco cerrados pero estaba despierta. Se levantó de la cama y no me había visto aun así que me acerqué a ella y la cargué.

—Hola bebé —le dije y ella se abrazó a mí.

—Hola mami —me dijo y besé sus mejillas repetidas veces —Mami pada —me reí porque aún no podía decir las "r".

—Ven vamos a la cocina, te tengo una sorpresa.

— ¿Qué sodplesa?

—Sorpresa cariño y ven vamos —la cargué y ella dejó su peluche en la cama, la cargué a modo que sus piernas se enredaron en mis piernas así que como iba de espaldas no veía directamente.

—Mami tengo hambe —Karla recién levantada era una ternura andante.

—Hola mi vida —Karla se giró y se encontró con su madre que la miraba con anhelo y sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas al igual que los míos.

— ¡LAULEEEN! —rápidamente se bajó de mis brazos para correr hasta Lauren.

—Hola mi pequeña —se abrazaron y Karla comenzó a llorar —no llores mi amor, estoy aquí contigo bebé.

— ¿Ya no te vas a id? —mi bebé con sus ojitos rojos por llorar mientras Lauren se limpiaba las lágrimas con la manga de su blusa.

—Nunca me voy a ir mi bebé, te quiero mucho —Karla estaba con sus manitas aferradas a la camisa de Lauren mientras se escondía en el pecho de ella.

—Yo también Lolen —le dijo mi pequeña y me lancé a ellas.

— ¿Ahora quien quiere desayunar?

— ¡YOO! —gritaron ambas y fuimos hasta la cocina para sentarnos.

Lauren sentó a Karla en su sillita alta mientras le daba de comer en la boca, mi hija siempre había dicho que ella quería comer sola pero como estaba Lauren ahí yo creo que hasta se le olvidó. No sé quién me daba más ternura, si Lauren sujetando la comida de Karla cuidando de que no se manchara o Karla cuando tenía puestas sus manitas sobre la cara de Lauren. Yo sólo las miraba y de vez en cuando Lauren posaba su manos sobre la mía entrelazándola. Mi felicidad estaba completa de nuevo con los dos amores de mi vida.

En otro lado de la ciudad.

—Me hubiera encantado ver la cara de Camila cuando Lauren se fue, es que esto es genial sabes que la he estado persiguiendo por años, desde que me sacó de su empresa no había conseguido seguir su rastro pero ahora con lo que me dices, todo se está acomodando para nosotros, amo esto en verdad.

— ¿Por qué le tienes tanto resentimiento?

—Lauren y yo fuimos pareja y ahora es momento de que aparezca en su vida y seamos felices, ahora sí Camila no me la va a quitar.