Capítulo 38.

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CAMILA POV.

El día no podría ser más perfecto, estaba soleado y muy caluroso. Por la tarde había pasado un momento maravilloso con mi novia y ahora me estaba arreglando para el cumpleaños de Ally. Iba a festejarse en su casa y se había pasado el fin de semana organizando todo, yo no sabía aún porque me había pasado el fin de semana perdida en el planeta de ojos verdes. Karla estaba durmiendo con su vestido rojo puesto y su cabello lacio con un lazo que le pondría cuando se despertara porque si no lo iba a arruinar. Ya estaba casi lista, sólo me faltaba ondular un poco más mi cabello y retocar mi labial. Cuando terminé me miré al espejo y la verdad me veía muy bien. 

Lolo<3: Amor ya casi llego

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Lolo<3: Amor ya casi llego.

Camila: Está bien amor, con cuidado.

Lolo<3: Si amor, ya te quiero ver Camz.

Camila: Yo igual bebé, deja ese teléfono amor que estás conduciendo.

Ya no recibí respuesta así que terminé de colocarme mi labial y empaqué algunas cosas de Karla en mi bolso para cuando nos fuéramos. Doblé una manta rosa por si bajaba un poco la temperatura y metí botellas de agua para mi bebé. Escuché la puerta de mi departamento y me sorprendía que ya le había dado una llave a Lauren y ella seguía tocando. 

Fui abrir la puerta y ahí estaba mi obra de arte, mi mujer. 

—Wou, estás tan hermosa Camz

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—Wou, estás tan hermosa Camz.

—Amor tú te ves perfecta con ese vestido rojo y ese cabello que te hace lucir, Dios, quisiera hacerte tantas cosas, me pones mucho vestida así.

—Si es lo mismo que yo quiero hacerte creo que si tengo idea, amor.

La tomé de la cintura y la atraje hacía mí, uní mis labios con los suyos y la besé lentamente porque no quería correrle el labial.

—Vamos, que si seguimos así no vamos a salir de la habitación.

—Karla está durmiendo, ¿me ayudas a cargarla?

—Por supuesto que sí amor. Fue hasta la habitación de Karla y la cargó en sus brazos. Mi pequeña ni se movió, salimos y yo recogí nuestros bolsos. Al llegar al auto la acostamos en el asiento trasero y pusimos unos cojines para que no se golpeara.

— ¿Qué le compraste a Ally?

—Las botas que me dijiste, una bolsa y el kit de maquillaje.

—Se va a morir cuando vea el maquillaje.

—Si mi amor pero no más que yo cuando me morí de amor al verte con ese vestido, bonita.

—Y tú con ese vestido, ¿crees que yo no?

—Somos la pareja perfecta amor.

—Sí bebé.

Llegamos a la casa de Ally y ya había mucha gente ahí, amigos de ella, algunos familiares y su novio Troy. Estaba todo iluminado y había cientos de globos de color dorado, el color favorito de Ally. Bajamos del auto y Karla ya había despertado y estaba algo desubicada hasta que vio a Lauren y saltó a sus brazos. Yo saqué el regalo de Ally junto con nuestros bolsos.

—Acaban de llegar mis chicas favoritas —nos dijo Ally abrazándome y después para saludar a Lauren.

—Feliz cumpleaños, Ally —dijimos ambas dándole el regalo.

—Feliz cumpeaño tía.

—Ven aquí muñeca —cargó a mi pequeña y se la llevó hasta donde estaban los demás. Lauren tomó mi mano y ambas fuimos a la mesa donde estaban sentadas Dinah y Normani. Saludamos a ambas y nos sentamos frente a ellas.

—Casi no llego a tiempo porque Lauren se tardó mucho más en su hora de comida y me dejó con todos sus pendientes —nos platicó Normani y sentí que me sonrojaba y más cuando Lauren puso su mano sobre mi rodilla apretándola.

—No eran tantos, exagerada.

—¿Qué estabas haciendo que te tardaste tanto?

—Que te importa —todas reímos y Lauren se acercó a besar a mi mejilla.

— ¿Estaban juntas, cierto?

—Estábamos comiendo —respondí yo y la mano de Lauren acariciaba mi muslo.

—Se estaban comiendo entre ustedes —nos dijo Dinah y Lauren sonrió.

—Pues la verdad sí —le di un codazo a mi novia —amor, como si no supieran lo que hacemos.

—Sí pero no lo estés diciendo Lauren.

Después que nos sirvieran de comer, Ally me trajo a Karla y entre Lauren y yo le dimos de comer.

—Chicas vengan, es hora de partir el pastel.

—Vamos bebé —Lauren cargó a Karla y nos fuimos hasta el jardín donde estaba un gran pastel con un "feliz cumpleaños Ally", cantamos y nos repartieron a cada quien.

—Perdón por la tardanza, Ally —esa voz.

—Ariana que bueno que si pudiste venir —se abrazaron por unos segundos y su vista se giró hacía mí.

—Camila Cabello —me miró de arriba hacia abajo —que gusto verte amiga.

La abracé y después su mirada se enfocó en Lauren que seguía con Karla en sus brazos.

—Hola Ariana, ¿Cómo has estado?

—Muy bien amiga —miró a Lauren —y tú que bonita estás, ser madre te cambió la vida. 

MIERDA. 

Perfecta Casualidad (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora