¿Crees en el destino? ¿Crees en eso que la gente llama "casualidad?
¿Te has enamorado al punto de querer odiar el amor?
No todo ha sido así siempre.
Ella amaba. Ella reía. Ella creía.
Ella se fue, pero ¿Quién dijo que para siempre?
Sentí una sensación de frío en mi cuerpo y noté que Lauren no estaba en la habitación, giré mi vista y el reloj marcaba las 8:45 p.m. creo que había dormido mucho. Estaba por levantarme cuando vi que debajo de mi teléfono estaba un sobre rojo que abrí inmediatamente.
Mi Camz.
Supongo que me estás maldiciendo por dejarte sola y lo siento mucho amor pero no estás sola, si me buscas me vas a encontrar. Estoy muy cerca. ¿Quieres cenar conmigo a la vista del mar, amor? Si es así te espero a las 9:00 p.m. Si dices que no esto será muy decepcionante. Pero te conozco así que...
Ven rápido amor porque ya te extraño y hace un poco de frío aquí.
Te amo, siempre tuya.
Lauren Jauregui.
Dejé un beso sobre la nota y salté al baño para tomar una ducha rápida, siempre haciéndome recordar viejos tiempos. Hace años cuando ella me propuso matrimonio fue algo similar. Esperen, no, no creo que eso sea posible de nuevo. Claro que quería ser su esposa pero no pensaba que ella me lo fuera a proponer hoy. Pensé en otra cosa y salí de la ducha después de unos 10 minutos super rápidos. Busqué entre mis cosas y elegí rápidamente mi outfit y me sequé el cabello dejándolo ondulado.
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Me maquillé ligeramente, tomé mi teléfono y fui hasta donde estaba mi novia. El clima estaba fresco pero no lo suficiente frío, estaba agradable. Justo cuando abrí la puerta que daba a la parte delantera donde estaba el mar. Me encontré con esto.
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Y luego se me apareció un ángel. Lauren estaba de pie esperando por mí, el viento hacía que su cabello se moviera y que su atuendo se moviera dándome una vista perfecta de su escote. Estaba tan preciosa que me preguntaba todos los días que había hecho para merecer a una mujer tan hermosa y buena como ella. Sus ojos verdes me recorrían con la mirada y me sentí nerviosa de que me viera y al notarlo extendió mi mano y me sujetó de la cintura hacía ella. Se acercó a mis labios y habló.
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