Perfecta Casualidad (CAMREN)

Capítulo 60.

CAMILA POV.

Minutos antes.

—Mila, ella me golpeó así de la nada yo sólo quería preguntarle de Karla y de ti pero ella se puso demasiado agresiva y me golpeó de la nada.

—Shawn, Lauren no es violenta nunca la he visto pelearse con nadie.

—Tú viste que yo no la toqué y ya viste como se puso, además ella se pone celosa y se molesta cuando yo estoy cerca, tú lo has visto.

—Shawn ella no es así.

—No puedo creer que lo haya hecho frente a su hija, creo que no vio pero mira que ejemplo le está dando.

—De seguro tú hiciste algo para que ella te pegara así porque llevó toda mi vida conociendo a Lauren y ella no es así —la voz de Dinah hizo que Shawn la mirara molesto.

—Claro que sus amigas la van a defender, es obvio, pero creo que mejor me voy.

—Shawn lo siento mucho ahora voy a hablar con ella.

(...)

—¿Celos? —su mandíbula estaba apretada y sus mejillas algo rojizas por su molestia.

—¿Qué otra mierda es, Lauren? Me he cansado de decirte todos los días que soy tuya, mierda nos vamos a casar y aún no confías en mí o ¿por qué te pones así cada vez que lo ves?

—Es obvio que ese imbécil acaba de hacer que confíes en él que en tu propia novia pero está bien si no me crees, al cabo que ni me vas a dejarte explicarte que pasó porque él ya te hizo creer la mierda que dice.

—Lauren, ¿Cómo quieres que me ponga cuando veo que lo estás golpeando así de la nada? Él nunca te soltó ningún golpe y...

—¡Mamis! —Karla se acercó a nosotras y se fue hasta los brazos de Lauren que la miraba con una sonrisa y le llenó las mejillas de besos.

—¿Qué pasa, princesa? —le habló a nuestra hija pero ya no me miró más.

—Tengo sueño mamá —se recostó en su hombro frotando sus ojitos.

—Ya nos vamos a casa mi amor.

—Shi, ¿me vas a ayudar con mis regalos, mamá?

—Claro mi bebé, ven vámonos.

Iba a seguirlas cuando se fueron hasta que sentí a Shawn tocar mi hombro.

—Mila debo irme —su labio estaba algo hinchado y él presionaba con su mano un pañuelo con hielo.

—Sí creo que es lo mejor, gracias por venir y en verdad lo siento, me disculpo por...ella —bajé la mirada aunque supuse había una razón para que Lauren lo golpeara.

—Te veo el lunes en la oficina, nos vemos Mila me despides de la muñequita —se acercó y dejó un beso en mi mejilla.

—¿En serio le vas a creer a este imbécil? —Dinah estaba detrás de mí con sus brazos cruzados y mirándome mal, mientras Normani venía con Regina.

—Claro que no Dinah, viste que ni siquiera me dijo un motivo, obvio le creo a mi mujer pero necesito hablar con ella antes.

—Pues ve ahora antes de que se le suba más el coraje que trae.

—Eso haré, gracias por venir —me abracé a Dinah y luego se fue con Normani que iban de la mano mientras mi amiga llevaba a Regina de la suya.

—Todo estuvo genial hija, bueno a ambas miren su hija quedó rendida —dijo Clara mirando a Karla que estaba dormida en los brazos de Lauren, me acerqué a ponerle una manta encima ya que estaba refrescando.

—Les agradecemos mucho por venir.

Lauren se levantó con mi hija y fue afuera a despedirse de su familia mientras yo despedía a mi padre y a mi hermana.

—Kaki, Shawn empujó a Lauren porque él estaba diciendo cosas sobre ti.

—¿Qué cosas dijo Sofí?

—Dijo que te ama y que Lauren había arruinado todas las posibilidades que tenía contigo.

—Amor, ¿estás segura de eso? —le dijo mi padre y ella asintió.

—Lo juro papá, ellos estaban hablando en lo que yo me acerqué por agua y escuché cuando él le dijo eso, luego la empujó y provocó a Lauren y ella lo golpeó.

—Sabía que mi mujer estaba en lo cierto.

—Ahora arregla este problema antes de que Lauren te deje por tonta.

—Oye, desde cuándo eres tan lista ¿eh? —revolví su cabello porque sabía que odiaba eso. Los acompañé hasta su auto y se despidieron de mí y de Lauren que estaba en el auto esperando por mí, sus padres ya se habían ido. Karla estaba profundamente dormida en el asiento trasero y Lauren estaba con la vista fija al frente.

—Lau, ¿podemos hablar?

—Ahora no, tengo que conducir a casa, colócate el cinturón por favor.

Mierda, ahora no quería hablar conmigo y era obvio que lo merecía por idiota. Esperaba que al llegar a casa me diera la oportunidad de hablar porque no quería que pensara que le había creído al imbécil de Shawn. El camino estuvo en silencio aunque cuando el semáforo estaba en rojo, ella tenía su mano sobre la palanca de cambios y yo acaricié sus dedos pero ella no alejó su mano, creo que no estaba tan enojada después de todo pero decidí no abusar de mi suerte. Llegamos a casa y ella bajó las cosas del auto y yo fui por Karla al asiento trasero, la tomé entre mis brazos y ella se estremeció un poco.

—¿Mami? —me dijo algo adormilada.

—Sh amor, duerme —le dije y ella se aferró a mi cuello y cerré la puerta del auto, subimos juntas al ascensor y Lauren bajaba su mirada hasta mis piernas recorriéndolas sin ningún descaro como la primera vez que nos vimos cuando nos reencontramos y salimos. La miré mordiendo mi labio inferior pero es que ella tampoco me hacía las cosas fáciles, su atuendo estaba demasiado pegado y sabía que cuando su cabello estaba lacio me ponía muchísimo. Y sus pechos se veían porque no llevaba sujetador lo cual toda la fiesta estuve cuidando aunque no invitamos a hombres ya que los únicos eran su hermano, y nuestros padres.

Llegamos a mi piso y ella abrió la puerta con su llave, dejó las cosas en la mesa y yo llevé a mi hija a su habitación. Le quité la ropa que llevaba y su pequeño moño, le puse su pijama roja y la tapé hasta la cintura, dejé un beso en su mejilla y salí de la habitación. Me encontré con Lauren que guardaba el pastel que había sobrado en el refrigerador.

—Ya guardé todo, me voy a casa —me dijo y no pude evitar ponerme triste porque ella se iba a quedar aquí e íbamos a dormir juntas como casi todas las noches pero ella seguía molesta.

—No amor, déjame hablar contigo —me acerqué a ella pero retrocedió para sentarse en el sofá mientras yo quedaba de pie.

—Te escucho.

—Bueno primero dejarme decirte que te creo amor, al principio pensé que lo habías golpeado por celos pero...—se levantó de su asiento mirándome fijamente.

—¿Desconfías de mí? —se sentó frente a mí esta vez.

—Nunca, después él me dijo varias cosas pero puras mentiras amor, hice como que le creería a el pero no fue así, te creo a ti y me siento tan mal porque no me gusta que te enojes conmigo Lauren —me solté a llorar pero es que ya no aguantaba porque odiaba enojarme con ella.

—Ven aquí —me tomó entre sus brazos y me atrajo hasta ella quedando sentada en su regazo, ella acariciaba mi espalda y yo me tranquilicé en sus brazos —no llores, amor.

—¿Qué te dijo para que reaccionaras así, bebé?

—Él está enamorado de ti amor y me da tanto miedo que te separe de mí.