Capítulo 79.

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LAUREN POV.

Entrar al hospital de Miami me traía bastantes recuerdos, desde que nos dijeran que el tratamiento para tener a nuestro bebé fuera posible o que en algunas ocasiones no daba resultado. Recordaba cada noche en que Camila lloraba y se sentía tan poca mujer al decirme que no podía darme un bebé pero a mí no me importaba porque yo la amaba tuviéramos un bebé o no. Luego llegó la alegría de nuestras vidas, nuestra pequeña princesa y aunque antes no me veía con niños, ahora me gustaría que tuviéramos dos o tres más.

Mi mano derecha estaba entrelazada con la mano izquierda de mi esposa, ambas estábamos en la sala de espera. Karla se había quedado con mis suegros y eso me dejaba bastante tranquila.

— ¿Camila Cabello? —dijo aquella voz de la enfermera y nos levantamos para ir hacía la puerta —la doctora las espera —agradecimos y entramos al consultorio.

—Buenos días —dijimos al mismo tiempo y ayudé a mi esposa a sentarse mientras yo hacía lo mismo a su lado —Mi esposa Lauren Jauregui —ella extendió su mano hacía Camila y luego hacía mí.

—Buenos días, tomen asiento por favor —ella tomó una carpeta que al parecer era el expediente de mi esposa —Soy la doctora Verónica Iglesias, Dinah me contó un poco y creo que ya saben de estos procedimientos, ¿cierto?

—Sí, sabemos cómo es todo el proceso y sabemos los...los riesgos también.

—Así es, no siempre el primer intento es el que funciona, puede haber muchos intentos pero estoy segura que si dará resultado.

—Lo sabemos, ya hemos pasado por eso antes —tomé la mano de mi esposa y besé sus nudillos mientras ella acariciaba mis mejillas.

— ¿Cuándo podría hacerse el tratamiento? —pregunté y la doctora me miró.

—Hoy mismo es posible, si ustedes gustan.

— ¿Quieres hacerlo, nena? —le pregunté a mi mujer mientras la doctora nos miraba con una sonrisa.

—Sí quiero, ¿tú quieres?

—Claro que sí bebé —besé sus labios rápidamente.

—Estoy lista —le dijo a la doctora y ella se levantó asintiendo y saliendo de la habitación para preparar todo.

—Te amo y gracias por hacer eso, mi vida.

—No me agradezcas nada, te amo mi amor y espero que esto funcione.

—Funcionará, te amo.

Y salió de la habitación. Me moría de nervios, quería mucho tener otro bebé pero también sabía que para Camila el vivir esto de nuevo era difícil para ella, nunca habíamos hablado de quien los tendría, aunque ella siempre me decía que le gustaría sentir a un bebé dentro de ella por eso el embarazo de Karla era lo más importante para ella y para mí el tener un nuevo bebé era una nueva oportunidad de poder cuidar a mi mujer y de mis bebés. La idea de tener yo el bebé la verdad no me desagradaba pero me daba demasiado miedo aunque Camila decía que todo se olvidaba cuando veías la carita de tu bebé y eso me aliviaba un poco. Saqué mi teléfono para revisar algunos pendientes y cuando pasaron 45 minutos, mi mujer entró y me abrazó.

— ¿Cómo te fue amor? ¿Todo bien?

—Si Lern, podemos irnos a casa, debemos esperar unas horas para ver si la prueba funcionó, ¿podemos llegar a comprar algunas pruebas?

—Claro que sí bebé, te amo —besé sus labios y tomé su mano para irnos de ese lugar el cual me ponía muy nerviosa.

Salimos al estacionamiento y luego de abrirle la puerta a mi mujer, conduje hasta una farmacia y compré las pruebas, y algunas golosinas para mi mujer. Conduje de nuevo a casa y al llegar a nuestra casa, entramos directo a nuestra habitación.

Perfecta Casualidad (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora