Capítulo 13.

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CAMILA POV.

"Ser mamá"

Esa ilusión la tiene cualquier mujer. Y ahora yo estaba en esa etapa de mi vida donde mi vida era perfecta. ¿Y cómo no iba a ser así, si tengo a la mujer de mis sueños a mi lado? Lauren llegó a mi vida hace unos años y llego cambiando todo a su paso. Su forma de mirarme, su forma de besarme, de tocarme y acariciar cada rincón de mi cuerpo, su manera de despertarme con una hermosa y enorme sonrisa, sus ojitos verdes mirándome desde el umbral de la puerta cuando estaba cocinando o cuando acabábamos de tomar una ducha y ella pasaba sus manos por mi cuerpo secándolo a besos y con una toalla blanca mientras ella estaba en bata, que siempre se abría y terminábamos dándonos otra ducha por la sesión intensa de besos y de algunas otras cosas que hacíamos en la cama de esa habitación. Después de decirles a nuestros padres que ambas estábamos juntas, le conté a Lauren mi idea de que rentáramos un departamento a lo que me contestó que ella pensaba pedírmelo. Ese día pasamos horas viendo en internet lugares para empezar una nueva vida juntas. Y lo encontramos, no era el más lujoso ni el más barato pero era de nivel medio y adaptable para dos chicas enamoradas que lo único que necesitaban era un espacio a solas. Con el paso del tiempo lo fuimos acondicionando con mejores muebles, con mejor pintura, nuestra cocina era grande y ahora teníamos más espacio, pues, es raro pero pasó. Nuestro vecino el señor Frank, nos dijo que se mudaría en unos días y que si le pagábamos un poco más al dueño del fraccionamiento de donde estábamos, nos dejaría derrumbar esa pared que nos dividía y hacerlo más grande para nosotros. Y después de eso, teníamos más espacio para nosotras. Sólo nos costó unos días y unos cuantos dólares para que empezaran con la ampliación de nuestro nuevo hogar.

Era completamente feliz, pero esa felicidad podría hacerse más grade con un pequeño parecido a Lauren, sé que la medicina ha avanzado demasiado y existen tratamientos donde pueden unir los óvulos de Lauren con los míos y sólo buscaríamos un donador para que nos ayudará a que mi niño se formara. Tenía una amiga en el hospital de Miami, mi amiga Ariana me dijo que ella podía ver los archivos de las personas que habían sido donadores y que cuando quisiera podría hacerlo para que escogiéramos con quien nos íbamos a relacionar. Más que todo para que nuestro bebé no tuviera alguna complicación en su futuro.

Recuerdo la primera prueba de embarazo que me hice, el tratamiento lo habíamos hecho, era costoso pero valía la pena con tal de ver un bebé con el parecido a mi prometida o un bebé con ojos marrones como los míos. O como lo quisiera mandar Dios. Ese día llegamos a casa felices con una prueba de embarazo en nuestras bolsas que dejamos en la mesa de la cocina.

Flashback.

-Nena, pase lo que pase yo te voy a seguir amando como hasta ahora si no es que incluso te ame más que a nada en este mundo y cualquier que sea el resultado allí dentro, no va a interferir con la idea de que eres la mujer más hermosa y fuerte de este mundo, de mi mundo, te amo Camz.

Sus palabras fueron el ancla que me hicieron entrar a la habitación y esperar por cinco minutos como decía la cajita rosada. Pero al salir de ahí sentí un iceberg pegarme y hundirme. Mis lágrimas no dejaban de caer, yo sabía que no era algo efectivo pero ya podía sentir a alguien entre mis brazos. La puerta se abrió y vi como Lauren entraba con una bandeja de comida y una rosa roja sobre ésta.

-Mi amor –se arrodilló ante mí cuando dejó la bandeja –tranquila –me abrazó –esto es sólo el inicio, habrá muchos más intentos –besó mi mejilla –quiero que estés tranquila, te prometo que lo vamos a intentar mil veces más, mi amor...

-Déjame sola, Lauren –le dije, no quería hablar con ella. Me metí dentro de las sabanas y escuché como ella tomaba la bandeja y salía de la habitación. 

Perfecta Casualidad (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora