Capítulo 66.

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CAMILA POV.

¿Qué estás diciendo?

—Sé que yo me fui por mucho tiempo y que quizás hubo un tiempo que quizás ya no me amabas pero, tú dices que Shawn estuvo todo el tiempo contigo desde que Karla estaba más pequeña y no sé yo cuando los conocí, ustedes parecían una familia y no sé, ¿te habrías enamorado de él?

—Por Dios claro que no Lauren, yo te he amado desde siempre y nunca creo que deje de hacerlo y si amor él me ha ayudado pero sólo eso no es como que estuvo aquí todo el tiempo sino Dinah fue la que estuvo conmigo todo el tiempo pero no amor nunca pude ver a nadie de la misma manera en que te veo a ti.

—Pero...

—Nada de peros, nunca me iba a enamorar de alguien que no fueras tú porque tú eres mi vida entera, mi mujer, mi futura esposa, la que me va a acompañar hasta que envejezcamos y la que quiero que me ame por el resto de mi vida.

—Camz, perdón —se fue hasta mis brazos y comenzó a sollozar apretando mi camiseta —siempre digo cosas estúpidas, perdóname amor.

—Nada de lo que pase es tu culpa y no te perdono porque no hay nada que perdonar.

—Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, te amo demasiado mi amor —sus besos bajaron a mi cuello y yo la rodeé con mis brazos, disfrutando de su calor y de que poco a poco dejaba de llorar.

— ¿Quieres ir a dormir? —ella asintió y nos cubrí a ambas con el enredón. Estaba algo fresco afuera, así que me quedé abrazada a mi prometida hasta que se quedara dormida porque debía ir a ver como estaba Karla, conocía este departamento pero a veces no reconocía el lugar al instante. Cuando vi que Lauren estaba profundamente dormida entre mis brazos, me levanté sin querer hacerlo y la tapé con el enredón, era un angelito de ojos verdes. Salí de la habitación y fui hasta la de Karla. Mi pequeña estaba en la misma posición que Lauren, la cubrí también con su cobija amarilla que tenía aquí y besé su frente. Se removió un poco pero no se despertó, dejé su lámpara encendida y la puerta entreabierta. Fui de nuevo hasta la habitación y tomé un libro, no quería dormir pero tampoco quería despertar a Lauren. Me puse mis gafas y comencé a leer. Mi teléfono se iluminó y era Ariana. No me sorprendía tanto ya que casi no hablábamos pero nos llevábamos bien.

Ari: Hola Mila, ¿qué tal está todo?

Camila: Está todo bien, Ari ¿tú qué tal?

Ari: Genial, ¿tuviste problemas con Shawn? Él estaba bastante molesto y su cuento barato que Lauren lo golpeó, es un imbécil.

Camila: Sí los tuve y decidí que mejor renunciaría a la empresa.

Ari: Hiciste bien amiga, ese tonto está loco pero me alegra mucho que estén bien, cuídense mucho y cuida mucho a tu familia, las quiero.

Camila: Gracias Ari, cuídate también te queremos también.

Bastante raro pero en fin creo que sólo quería saber cómo estábamos. Seguí con mi lectura hasta que vi a través de la ventana que el cielo que tornaba algo negro y si, empezó a llover. Y supuse lo que vendría después, las tormentas fuertes y los truenos, se me hacía raro que Karla aún no vin...

—Mami tengo miedo —mi niña estaba en la puerta con su peluche de Simba y estaba asustada.

—Ven mi amor —la ayudé a subir a la cama y cuidando que Lauren no despertara.

—Mamá está domida —la señaló mientras yo la acunaba en mis brazos acariciando su cabello y cubriéndola con el enredón.

—Sí amor, está cansada pero no debes de tener miedo porque mamá y yo siempre vamos a estar para cuidarte.

Perfecta Casualidad (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora