Perfecta Casualidad (CAMREN)

Capítulo 11.

LAUREN POV.

Sé que no era de mi importancia pero que mierda, si me importaba obviamente. Por un lado tenía la cara de Normani diciéndome que le preguntara por el padre de Karla pero también me rondaba su maldita suposición de que esa niña era idéntica a mí, así que a la mierda, le pregunté. Su reacción fue de sorpresa, me miró y cuando me iba a responder, escuchamos el gritó de Karla.

-¡Shaun! –gritó la pequeña y de nuevo ese imbécil con cara de bebé, de nuevo se apareció con su traje azul y con su cabello perfectamente peinado, no sé por qué estaba celosa, pero...no lo estaba. Se acercó a Camila y le dio un beso en su mejilla mientras tenía cargada a Karla.

-Hola muñequita –le dijo a Karla ¿o a Camila?

-Hola, ¿Qué haces aquí? –le dijo Camila y vi la sorpresa en los ojos de Camz...Camila y el enamoramiento en los ojos del cara de bebé.

-Compras matutinas ya sabes –le guiño un ojo a Camila y después me miró a mí - Hola –se quedó pensando entrecerrando los ojos -¿Jauregui? ¿Cierto?

-Así es, ¿tú eres? –puse esa cara que Mani me dice que parezco o más bien, que soy una perra.

-Shawn Mendes, mucho gusto –extendió su mano y la tomé pero la devolví al instante e iba a limpiarla pero me vería mal.

-Bueno debo irme –Karla me miró y extendió sus brazos hacia mí.

-No te vayas Lauden –me dijo y se abrazó a mi cuello.

-Debo ir a trabajar, princesa –ella hizo un puchero y me miró –no, no llores –la abracé a mi cuerpo, no sé por qué tenía ese instinto de protegerla y de no apartarla de mí.

-Karla, ella debe ir a trabajar –la bebé se abrazó más a mí –ven aquí mi amor –Camila extendió sus brazos para que su hija fuera pero no lo hizo.

-Quiedo volver a vedte Lauden –la miré y limpié sus lágrimas.

-Nos volveremos a ver, te lo prometo y claro si tu mamá te da permiso–ella asintió –ahora ve con tu mamá ¿sí? –volvió a asentir y después de darme un beso en la mejilla, se fue a brazos de su madre.

-Despídete de Lauren, corazón –Karla levantó su manita y me dijo adiós.

-Cuídala, y cuídate –le dije a Camila y me fui de ahí. Tomé la canasta que llevaba en mis manos y fue hasta la caja, sólo llevaba algo de fruta, aguas, refrescos, comida congelada, artículos de higiene, un bote de nutella, un bote de nieve de chocolate y unas barras de kit kat. Pagué y salí de ahí. Subí a mi auto y conduje hasta la empresa y al entrar estaba Joey esperándome en mi oficina y después de un buen día señorita Jauregui por parte de Liz, mi secretaria, entré a mi oficina.

-Tienes cara de que te hicieron algo o de que estás celosa, ¿acerté? –Lo miré seria –acerté obvio –dijo fingiendo un tono afeminado, maldito sabe que con eso me hacía reír -¿Qué paso?

-Nada –me senté frente a mi escritorio y encendí mi computadora, mientras sostenía un lápiz en mis labios y lo mordía.

-Ese nada significa todo, menos nada.

Joey Tribbiani es uno de mis mejores amigos y a decir verdad, era mi único amigo desde hace varios años, lo conocí en la universidad y él conocía prácticamente toda mi vida, desde que pasaron pues las cosas que hayan pasado, pero él simplemente siempre había estado para mí.

-Fui al supermercado y me encontré con Karla.

-Karlita bebé–dijo emocionado - ¿Y no iba sola supongo?