¿Crees en el destino? ¿Crees en eso que la gente llama "casualidad?
¿Te has enamorado al punto de querer odiar el amor?
No todo ha sido así siempre.
Ella amaba. Ella reía. Ella creía.
Ella se fue, pero ¿Quién dijo que para siempre?
Con Camila las cosas siempre se dieron así no me refiero a que apresuradas pero cuando uno está enamorado hace cualquier locura por amor. Como hace años cuando llevábamos sólo un mes de salir sin ser nada y le pedí ser mi novia. O cuando nos comprometimos teniendo sólo unos años de relación. ¿Para qué esperar? La vida me ha enseñado que las cosas se van tan fácil así como llegan, y mi vida ahora estaba bien y me sentía en paz con Camila, porque siempre fue ella.
Siempre la he querido a ella.
Nosotras siempre habíamos sido así de cariñosas, así que no pude evitar llamar a Camila por "amor" así como tantas veces lo había hecho. Y debo decir que después de esas demostraciones de amor todo fue mejorando. Al día siguiente salimos las tres a un restaurante donde tenían buffet pero no había área de juegos, sólo en la parte de afuera del restaurante donde había unos Go karts, así que al terminar la llevamos.
La pequeña Karla estaba fascinada con la comida al principio porque había demasiada y decía que ella tenía que comer todo. Luego en el área de helados los quería todos pero Camila no se lo permitió porque le dolería el estómago así que Karla pidió sus dos sabores favoritos: chocolate y fresa. Yo hice lo mismo que ella y Camila lo pidió de oreo. Al final terminé por comerme el de Karla porque sí, ya le había dolido el estómago.
Cuando terminamos la llevamos a los juegos y Camila desde la fila nos tomó una fotografía estando las dos dentro del Go kart. Fue la mejor tarde de todas y es que pasarla a lado de las Cabello cualquier día era perfecto. Cuando las fui a dejar al departamento Karla me dijo que me quedara pero no podía, porque tenía que terminar la presentación para los inversionistas. Karla no lo entendió pero me dio un beso en la mejilla y salió corriendo hasta su cuarto; era la primera vez que me daba ese tipo de afecto ya que siempre me abrazaba o se abalanzaba a mí pero nunca me había dado un beso. Y casi lloró de emoción hasta que sentí como Camila tomaba mis labios en un beso profundo y sentía el sabor salado de mis lágrimas en sus labios.
-Te quiere mucho, al igual que yo.
No pude hacer más que abrazarla a mí con todas mis fuerzas, no quería soltarla pero sentí como movían mi pantalón azul y era Karlita algo tímida porque no me había visto abrazar a su madre, así que la cargué y la tomé entre mis brazos. Tenía una mano en la cintura de Camila y con la otra sujetaba a Karla y Camila pasaba su mano por la espalda de su bebé.
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Ese fue uno de los momentos más hermosos que he compartido con ellas. Y así habían pasado ya unas semanas más, yo casi siempre por las tardes me pasaba del trabajo e iba al departamento de Camila y me quedaba a cenar con ellas, otras veces me la pasaba jugando con Karla toda la tarde hasta que caía completamente agotada y se quedaba dormida. Otras veces yo la bañaba con ayuda de Camila, claro. También le compré ropa, tenía su closet casi lleno de vestidos y de overoles como a mí me encantaban cuando era pequeña. Y cuando Karla dormía y le dábamos su beso en la frente como cada casi noche y después venían mis besos de buenas noches.