Capítulo 50.

577 19 0
                                    

LAUREN POV.

Cargué a mi futura esposa hasta el mar donde la luna brillaba pero no brillaba tanto como mi futura mujer. Su atuendo ahora estaba pegado a su cuerpo debido al agua y juro que ya traíamos arena hasta en la ropa interior. La tomé de la cintura y la elevé aun estando dentro del agua mientras ella abría sus brazos y yo la miraba desde abajo. Sus manos se situaron detrás de mi cuello y cuando la bajé nos besamos, el sabor de sus labios era delicioso. Sus dedos mojados en mi cara y mis manos sujetándola fuertemente de la cintura.

Salimos del mar y apagamos las velas porque no queríamos causar un accidente. Entramos a la casa y la cargué entre mis brazos para entrar a la habitación y poder entrar al jacuzzi. Encendí la luz que era algo baja para darle un ambiente más romántico al lugar. Rápidamente nos despojamos de nuestra ropa y puse unos toallas que estaba ahí, más cerca de nosotras para poderlas tomar más fácilmente.

—Ven amor —Camila tomó mi mano y se sentó dentro de la bañera y yo me senté entre sus piernas, sentí sus manos acariciar mis brazos y como deslizaba sus manos hasta atrapar mis senos y después de darles un apretón, me abrazó y yo sentía su cuerpo desnudo pegado a mi espalda.

—Sabes que me haces muy feliz —le dije mientras acariciaba su mano con el anillo dejando un beso en su mano.

—Tú me haces mucho más feliz mi vida, tú, nuestra pequeña.

— ¿Crees que deba decirle a Karla que si soy su madre? ¿O crees que debemos seguir como hasta ahora?

—Creo que debemos decirle aunque sea de poco a poco porque no creo que no entienda mucho ahora, pero ella ya te llama mamá.

—Es extraño que me diga mamá aunque ella sabe que no soy su mamá pero que si sea su madre sabes.

—Lo sé amor —bajó un poco la mirada y me giré un poco a besar su pecho restándole importancia a lo que seguramente se estaba imaginando.

—Pero creo que si podemos manejarlo si lo hacemos poco a poco quizás y hasta lo entienda amor.

—Está bien, bebé.

Nos quedamos así un rato hasta que nos relajamos y dejamos que nuestros cuerpos estuvieran limpios. Ella acariciaba mis brazos apretándome más a ella. Estaba tan orgullosa de ella, la admiraba tanto que me encargaría de que nada le pasara ni a ella ni a mi hija. Cuando estábamos a punto de quedarnos dormidas, nos levantamos. Yo lo hice primero para ayudarla a ella y ponernos ambas de pie. Admiré su cuerpo y me dejaba sin aliento mirarla porque su cuerpo era igual que hace años, su vientre delgado y perfecto matándome cada vez que lo veía. Sus senos un poco más grandes por la lactancia de nuestra hija y su rostro perfecto como siempre. La envolví en la toalla y la abracé a mí mientras ella me ponía una toalla también y a la misma vez dejaba un beso en mi mejilla. Nos pusimos cada quien una camisa y nos quedamos en bragas para poder dormir más cómodas.

—Gracias por todo lo que hacer por mí, Lauren. Gracias por elegirme a mí como tu mujer.

—No me agradezcas nada bebé, todo te lo mereces aunque tengo que agradecerte yo a ti que te hayas fijado en mí y que me hagas feliz como todos los días amor.

—Te amo —besó mis labios y se acomodó en pecho bostezando un poco.

—Yo también te amo amor, duerme nena.

—Descansa amor.

Se quedó profundamente dormida con su mano izquierda sobre mi pecho mientras yo admiraba su hermoso rostro. La amaba profundamente que sin duda ella era mi lugar seguro, siempre.

DINAH POV.

—Quizás tomó a mal cuando le dijiste que tú estabas con Karla todo el tiempo, no sé bien pero me imagino que pensé que te estabas quejando o algo así, baby.

Perfecta Casualidad (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora