¿Crees en el destino? ¿Crees en eso que la gente llama "casualidad?
¿Te has enamorado al punto de querer odiar el amor?
No todo ha sido así siempre.
Ella amaba. Ella reía. Ella creía.
Ella se fue, pero ¿Quién dijo que para siempre?
Los días seguían pasando y todo era absolutamente perfecto, Camila y yo estábamos en nuestro mejor momento y ahora con nuestra hija disfrutábamos tanto los días como si fueran los últimos. Ahora estaba en un establecimiento de joyería donde parecía que la que se casaría era Normani porque se quería llevar todos los anillos.
—Estaba pensando en darle el mismo anillo pero no quiero que cosas del pasado nos sigan de nuevo.
—Que tal que vuelve a pasar algo y tienes que volver a comprar otro anillo —me dijo mientras tenía la cara pegada a la vitrina donde estaban los anillos.
—Que tal si te callas.
—Bueno ya, ¿Cuál te gusta?
Me acerqué hasta el mostrador y estuve viendo varios hasta que encontré el perfecto para mi mujer perfecta.
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—Lauren es muy bonito, Camila se va a desmayar y si no te dice que sí yo lo hago con gusto con tal de quedarme con ese anillo.
—Eres una tonta, estoy tan nerviosa y no sé si ella acepte, sabes.
—Me dices que no va a aceptar la chica que babea por ti desde que estábamos en la universidad.
—Lo sé Mani y yo también estoy loca por ella pero me da miedo siempre me va a dar miedo.
—Tranquila y ahora debemos hacer la otra parte del plan.
Por si aún no sabían, le voy a pedir matrimonio a Camila, a la mujer de mi vida. Quería que estuviera para siempre en mi vida y también formalizar nuestra relación. Tenía un gran fin de semana preparado sólo para nosotras. Karla se quedaría con mis padres ya que decían que la extrañaban y a Karla le había gustado bastante la idea, aunque dijo que nos extrañaría pero se le olvidó cuando recordó que sus abuelos la habían llevado en lancha a conocer el lago.
—Vámonos que aún debo hacer mi maleta para el viaje.
—Estoy segura que ropa es lo que menos empacaran.
—Cállate Mani.
Fui con la encargada y me dio el anillo en una cajita roja, lo pagué y lo puso en otra bolsa de mano y me lo entregó. Volvimos al auto y regresamos a la empresa, comimos algo rápido y después volvimos porque tenía que dejar las cosas listas sin ningún pendiente. Porque le fin de semana era sólo de mi futura mujer y yo.
CAMILA POV.
Frente a mi ordenador alistaba mis pendientes, no quería dejar nada para poder disfrutar la compañía de mi novia. Me había dicho que nos iríamos el fin de semana pero no me dijo a donde. Me dijo también que empacara bikinis e inmediatamente pensé en la playa. Ya tenía mi maleta lista desde hace días y también una maleta para Karla que me decía que ya quería ir con sus abuelos y eso me hacía tan feliz porque se estaba adaptando a la familia después de tanto tiempo sin ni siquiera conocerlos. Cuando les dijimos a los padres de Lauren que Karla era su hija y que en verdad era su nieta, al principio se molestaron pero después lo tomaron con calma, les expliqué todas las razones pero me dijeron que eso ya no importaba y que ahora eran el doble de felices por eso querían aprovechar cada oportunidad de estar con Karla. Para recuperar todo el tiempo perdido.