Capítulo 15

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Mis ojos se cierran expectantes. Lo arruiné. Así de simple, eché a perder la misión y estoy a un nanosegundo de mandar a Mike al hoyo.

— ¡Scott! —Un grito llega desde el otro lado de la habitación—. La policía está abajo, viejo —dice la voz preocupada del chico y poco a poco voy recuperando mi tranquilidad.

— ¿Qué? —Scott cambia de dirección hacia el problema y yo dejo salir el aire de mis pulmones en un suspiro entrecortado y nervioso—. Nunca vienen a las fraternidades. —Se oye molesto mientras sigue al chico que me salvó el culo—. No vuelvas a entrar a mi habitación —escupe para luego cerrar con un portazo. Aprovecho el momento y me dedico a salir, pero en el proceso tropiezo con una caja y caigo de bruces.

— Mierda —maldigo en voz baja. Tomo el teléfono y marco a Mike quien contesta un tono después—. Dime que eres tú el que está arruinando la fiesta —suplico saliendo de la habitación y caminando por el pasillo.

— ¡Negativo Delia! —exclamó Mike en un tono preocupado—. Encuentra a Melissa y salgan por la puerta trasera, estamos en una camioneta azul, corre. —Cuelga el teléfono y me deja helada.

Gracias tío me la has dejado fácil. Guardo la bolsita de evidencia en el bolsillo de mi chaqueta y aprieto el paso. ¿Cómo le diré a Melissa que dos agentes del FBI están esperando para sacarnos de aquí? Más específicamente que dichos agentes son Mike y Frank, todo está yendo demasiado lejos.

Cuando estoy llegando al final del pasillo me congelo al oír todo el alboroto del piso de abajo. Asomo mi cabeza por encima de la escalera para ver un posible método de escape cuando de repente alguien jala mi brazo y me hace entrar en otra habitación. Está completamente oscura y al sentir la proximidad del completo desconocido lo primero que se me ocurre es tirar un puñetazo en su dirección.

— Carajo —se queja—, eres fuerte Diana. —La voz de Scott se infiltró en cada poro de mi ser—. Pero eso no era necesario, puesto que estoy salvando tu culo de la policía —replica claramente molesto por el golpe y sin previo aviso me acorrala contra la pared.

— Debo encontrar a mi amiga, déjame ir. —Pongo ambas manos en su pecho intentando inútilmente de alejarlo de mí y a través de la oscuridad diviso una sonrisa diabólica partiendo de su comisura derecha.

— Ella está bien, me aseguré de que Dennis la saque a tiempo. —Se acerca a mi oído izquierdo y me quedo petrificada—. De nada —susurra enviando sensaciones extrañamente placenteras por mi piel.

— No voy a agradecerte por eso. —replico ignorando mis hormonas—. Cuando vea a Dennis se lo diré —lo empujo por segunda vez y esta vez logro alejarlo de mí.

— Yo no me refería a Melissa, me refiero a ti. —Sin duda este chico está ebrio—. Acabo de salvarte de la policía, ¿cómo piensas pagarme? —Creo que nunca había hablado tanto con Scott puesto que es mi objetivo esto es bueno… ¿No?

— Si no te alejas de mi te daré otro puñetazo. ¿Te parece pago suficiente? —Su sonrisa se borra y traga sonoramente. Algo frío se abre paso en su mirada y otra vez no soy capaz de descifrar qué es.

— A Peter no le hablas de esa forma. —Su voz es apenas audible y por un momento veo un destello de dolor en su mirada, pero se disipa cuando de la nada comienza a reír—. Aunque para revolcarse no se necesita hablar.

Mi mano va más rápido que mi mente cuando se estrella en su mejilla y antes de darle tiempo a recuperarse salgo de la habitación a toda velocidad e ignoro cuando grita varias veces mal mi nombre. Las lágrimas nublan mi vista, pero como puedo logro atravesar el caos, llegar a la puerta trasera y correr hacia la camioneta.

— ¿Dónde está Melissa? —cuestiona Mike mirando por encima de mi hombro para ver si viene detrás de mí.

— Ella logró salir —digo con el tono de voz más normal que encuentro. Intento recuperarme lo mejor que puedo de mi enfrentamiento contra Scott para que Mike no note ninguna muestra de debilidad por mi parte. Debo ser más fuerte, no puedo caer ahora.

— ¿Con quién? —pregunta dudando de que eso sea posible.

— Ella está bien tío, vámonos ahora por favor —espeto un poco molesta.

Mike me mira por un segundo y veo en sus ojos que está tratando de descifrar lo que pasa, pero no dice ni una palabra más y le hace una señal a Frank para que se ponga en marcha.

— ¿Tienes el frasco? —Asiento mientras lo saco de mi chaqueta y se lo enseño. Mike lo toma estudiando el contenido en silencio—. Nunca habíamos estado tan cerca como ahora.

— Mañana lo analizaremos en el laboratorio, con una huella de ese maldito estaremos aún más cerca de Snyder —dice Frank hablando con el retrovisor—. Bien hecho, Delia. —Una radiante sonrisa ocupa todo su rostro y eso extrañamente me hizo sentir mejor.

— Gracias Frank —correspondo su gesto—. ¿Quién llamó a la policía? —pregunto a ambos.

— Aún no lo sabemos, pero creemos que fue algún vecino molesto por el así que de cualquier forma lo agradezco. —Frunzo el ceño por lo que él prosigue—. ¿O hubieras preferido que entre yo a matar a Walker? —La risa de Frank inunda todo el coche y no pude evitar reír también—. ¡No es gracioso! Eres mi pequeña, aún le temes a las tormentas, aún me necesitas. —Sonrío y me acerco a él.

— Tío, yo siempre te necesitaré. —Apoyo la cabeza en su hombro y lo siento suspirar.

— Eso espero flacucha —sentencia y nos quedamos en silencio hasta llegar a casa.

***

Hundo la cabeza en la almohada en un gesto de jodida frustración. Scott me escondió de la policía según él para ayudarme, ¿por qué se molestaría en hacer eso por mí? Mi beso con Peter se reproduce una y otra vez en mi mente, ¿habrá logrado escapar? Dennis rescató a Melissa ¿Estará en buenas manos? De acuerdo, son muchas preguntas sin respuestas, tomo mi teléfono y marco sin pensarlo más.

— ¿Diga? —contesta un somnoliento Dennis.

— Hola Dennis, soy Delia. Lamento llamar a esta hora, pero necesito saber si Mel está bien —digo con demasiada rapidez y espero su respuesta.

— Lía, lo siento. Debí buscarte también, pero Scott me aseguró que él te cuidaría. —Una extraña confusión recorre mi cuerpo—. Melissa está bien, la llevé a su casa y me besó —suspira—, espero que no se arrepienta mañana. —Ríe suavemente y no puedo evitar sonreír—. ¿Tú estás bien?

— Todo bien sí —contesto intentando no pensar en lo que me dijo de Scott—. No te preocupes Dennis, me aseguraré de que Mel no se arrepienta, gracias por llevarla a casa y te veré el lunes. —Me despido de nuevo con rapidez.

— Hasta el lunes Lía, descansa. —Se despide también y corto el teléfono.

Saber que Melissa está bien me quita un gran peso de encima, pero aún me siento abrumada respecto a todo. No saber de Peter ya me tiene con los pelos de punta, le he enviado varios mensajes, pero no ha contestado ninguno y el terror de que esté en una delegación se asienta en mis huesos.

La confesión de Dennis me dejó aún más desconcertada porque Scott no quería cuidarme, él buscaba aprovecharse de mí y burlarse como lo hizo. No me permito creer lo contrario porque a pesar de haberme salvado de la policía, él sigue siendo una mala persona y eso no cambiará.

No olviden que estoy editando, así que espero que sigan leyendo y muchas gracias por su tiempo...x

Un Pequeño  Cambio De Planes ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora