Capítulo 29

688 90 9
                                    

Como puedo y a toda velocidad, vuelvo a las gradas en donde había dejado a Melissa, pero cuando llego ya no hay nadie ahí. Decido ir a buscar a Peter, así que dejando todo atrás, vuelvo a salir y lo encuentro en el estacionamiento hablando con un par de chicas. El uniforme le queda como un guante, aunque creo que no hay nada que no le quede bien. Peter voltea y cuando me ve, se despide de ambas chicas sin darles tiempo a decir nada al respecto y viene rápido hacia mí. Su gesto más la rabia combinada con la decepción en la mirada de las chicas, me hace sonreír sin que pueda evitarlo.

—Hola Lía

Me besa, así sin más. Sus manos se posan en mis mejillas para profundizar el beso, había olvidado lo bien que se sentía esto, aunque siento que no puedo evitar querer que sea Scott.

—Hola —susurro en cuanto nos separamos.

Miro hacia donde estaban las chicas antes, pero ya se habían ido.

—Estaban coqueteando conmigo.

Su brazo se posa sobre mi hombro y comenzamos a caminar.

—Ah, ¿sí? —sonrío ante su honestidad.

—Sí, pero les dije que tenía una chica que me está volviendo loco y que no deberían seguir perdiendo el tiempo. —Una sonrisa coqueta aparece en su rostro—. ¿Me perdonas? —pregunta por décima vez desde lo sucedido.

—Te he dicho que sí, Peter.

Él frena nuestro paso y su mano acaricia mi mejilla.

—En serio, ¿me perdonas? Quiero empezar de nuevo y te deseo, carajo no sabes cuánto…—Muerdo mi labio inferior al oír esa confesión—. Pero prometo ir paso a paso —sentencia y me derrito.

—Está bien —murmuro y sin perder más tiempo, lo beso.

¿Cómo pude ser tan ciega? Peter cometió un error como todo chico con las hormonas elevadas y yo me confundí aún más con Scott rondando a mi alrededor, pero tengo todo claro ahora, Peter es el indicado para mí en este momento y seguiré investigando a Scott desde afuera como en un principio.

—Haremos una fiesta en casa de Dennis para celebrar —informa con una sonrisa.

—¿Dennis no vive en la Fraternidad? —cuestiono curiosa y Peter niega con la cabeza.

—Sus padres alquilan un apartamento aquí sólo para él, ¡suertudo! —bromea.

—Supongo que sí entonces.

No era parte del plan, pero a fin de cuentas podría divertirme un rato sin las presiones del estudio y trabajo.

Peter entra en los vestidores a asearse y quedamos en vernos en la fiesta. Deambulo otra media hora y por fin encuentro a Mel, o debería decir, a la novia enamorada.

Dennis accede en llevarnos sin problema alguno, pero soy capaz de notar como algo cambió en sus ojos cada vez que me ve… Me está juzgando. Supongo que tendré que hablar de todo esto con él cuando tenga la oportunidad y omitir por supuesto, que probablemente su amigo es un criminal.

Llegamos a su apartamento y cuando abre la puerta ante nosotras, me quedo sin aliento. Es gigante y precioso, demasiado para una sola persona me atrevería a decir. Los ventanales van desde el techo hasta el piso y una preciosa escalera de caracol que te guía hacia el segundo piso. La vista de la hermosa ciudad nos recibo y no puedo ocultar mi cara de asombro.

Mi amiga por otro lado, no parece sorprendida en lo absoluto, recuerdo que el día de nuestra discusión dijo algo sobre haber estado en su casa.

—Tienes una casa muy linda Dennis.

Doy una vuelta alrededor del sofá oscuro y sigo admirando los muebles que encajan a la perfección con el lugar.

—Muchas gracias. —Cuelga las llaves al lado de la puerta—. Bueno, tenemos una hora antes de que empiece a caer la gente, manos a la obra. —Aplaude un par de veces para incitarnos.

—Iré al baño primero.

Mi amiga se levanta y desaparece por el pasillo en un santiamén, sin duda conoce muy bien la casa.

—Dennis, no quiero que me juzgues —le pido y sus ojos se posan en mí.

— No lo hago, créeme, es que sabía que Peter te había faltado el respeto y Scott luego me pidió que te entregue esa carta, pero luego perdonas a Pet… —Mi respiración falla de un segundo a otro.

—Espera… —Se calla—. ¿Qué carta? —Mis manos comienzan a sudar.

—La carta por la que Melissa peleó contigo… Scott la escribió para ti —sentencia y me quedo muda—. Escucha Lia, lamento haberte tratado así, pero sé que le gustas a mis dos mejores amigos y no quiero estar en el medio, tampoco quiero que salgas herida.

—No te preocupes. —Le sonrío, él no tiene la culpa—. Gracias por contarme lo de la carta. —Dennis asiente.

—Ahora eres mi cuñada y debo cuidarte. —Sonríe orgulloso.

—Gracias.

Una risa nerviosa se me escapa y de cierto modo me siento contenta de que él y Mel se hayan encontrado, como él dijo, soy su cuñada y donde lastime a mi hermana, no la va a contar. Melissa canturrea por el pasillo y cuando llega a nuestro lado, los tres nos ponemos a trabajar. Una vez que la casa estuvo en orden, nos pusimos a colocar botanas en los cuencos y rellenar el refrigerador con mucha cerveza.
Mis pensamientos están desconectados con mi cuerpo y aún no puedo creer que esa hermosa carta la haya escrito Scott para mí. Bueno quizá la copió de Internet, ya que soy igual a las demás no entiendo porque tomarse la molestia en darme esa nota. Pienso que lo más probable es que su intención siempre fue confundirme, alejarme de Peter para luego lastimarme él, con toda libertad y a su antojo. Es mejor pensar eso, antes de seguir dándole vueltas a mi triángulo amoroso y terminar con el corazón hecho trizas.

—Entonces… —Melissa llama mi atención arrojándome un almohadón en la cara.

—¿Entonces qué? —gruño tomando el arma de distracción y poniéndola en su lugar.

—Peter y tú… —Deja las palabras en el aire.

—Peter y yo, ¿qué? —pregunto irritada. Odio cuando da tantas vueltas.

—¿Ya se acostaron?

—¡No! ¿Por qué piensas eso?

No había dicho nada para que se le ocurra eso e inmediatamente mi rostro se calienta.

—No lo sé, quizá se les había dado la oportunidad. —Mueve las cejas pícaramente.

—Bueno, no se dio aún —aclaro—. ¿Y tú? —pregunto desviándome del tema.

Ahora es su turno para ponerse incómoda.

—¿Yo qué? —Voltea los ojos—. No tengo que decirte que Dennis es un Dios en la cama. —Me quedo atónita y ella se parte de risa.

—¿En serio?

Mi amiga ya se había acostado con Dennis y aún no eran novios, creo que soy muy inocente y anticuada.

—Claro —Se sienta en el sofá—. Lo hicimos dos veces ya, no pienses mal de mí, él me encanta y sentí que era el momento indicado —explica y me gustaría tener su confianza—. Lo sentirás cuando estés con Peter, tendrás esa necesidad de saltar sobre él y quitarle la ropa.

Melissa me mira y ve el terror puro en mi rostro por lo que comienza a reír.

—Espero que sea así como dices —murmuro aún avergonzada.

—Lo será, ya verás y te puedo asegurar que una vez que pruebes el sexo no querrás parar.

Vuelve a reír mientras yo entierro el rostro entre mis manos de forma avergonzada. Tal vez ella tenga razón, he sentido esa necesidad de lanzarme sobre alguien y quitarle la ropa, pero cuando lo imagino no es Peter el que se me viene a la mente, es Scott.

¿Peter o Scott? Comenten! Gracias por tomarse el tiempo de leer ❤🔥 los leo...x

Un Pequeño  Cambio De Planes ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora