Capítulo 71

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Scott


Las observo hasta perderlas entre los árboles, esto se complicó demasiado, pero lo único que quiero es que mi chica y Mary estén a salvo.

Cuando John me propuso éste plan, no lo pensé dos veces y acepté con los ojos cerrados. La idea era simple, aunque si algo no salía como se esperaba podía morir en el intento. John le dijo a la mujer que le iba a entregar a Diana si dejaba ir a Mary y el intercambio se iba a realizar en una hora. Si todo sale bien, yo seré el que ocupe el lugar de ella y una emboscada estará esperando para terminar con todo esto de una vez.

Miro mi teléfono por tercera vez en menos de dos minutos ya que aún no recibía la llamada de John. Estoy caminando hacia nuestro punto de encuentro, cuando el teléfono comienza a vibrar y contesto sin pensarlo dos veces. Debí mirar antes.

—¿Dónde rayos está Delia? —ruge Mike desde el otro lado de la línea.

—Cálmate Mike, la necesitaba para poder rescatar a Mary.

—¿De qué diablos hablas?

El sonido de otra llamada entrante nos interrumpe.

—Espera un segundo, tengo otra llamada —le informo.

—King, no te atrevas a ponerme en espera… —Y lo hice.

—John, dime que estás esperando a Diana y Mary —suplico pasándome la mano por la cara en un gesto de cansancio.

—Scott, todo se complicó y Jess descubrió mi plan. Dile a Delia que vaya hacia el norte y tome mi auto que está escondido detrás del área de descanso abandonada.

En ese momento literalmente mi rostro pierde el color y la sangre se agolpa en  mis pies.

—Ellas ya partieron al sur. ¿Quién es Jess? ¿Por qué deben ir al lado contrario?

Me estoy comenzando a desesperar y mis pies no dejan de ir de un lado a otro.

—¡Demonios! Ellos las están esperando, ve tras ellas ahora.

Cuelga el teléfono y cuando la voz de Mike me devuelve a la realidad, supe lo que tenía que hacer.


Delia

Mi madre está parada a tres metros de mí. Mi madre tiene una sonrisa de psicópata pintando su rostro. Mi madre está muerta. Esa mujer no es mi madre.

—Vaya que has crecido, cariño —ella habla, pero yo no puedo reaccionar y mucho menos decir algo al respecto.

—Estás muerta…

Esas son las únicas palabras que pude pronunciar, porque en mi mente y corazón, mi madre ya no estaba conmigo.

—Verás, es un poco más complejo que eso. —Me preparo en ese segundo para escuchar su versión de los hechos—: Yo no quería una vida llena de fracasos, Snyder me ofreció algo que tu padre no hizo. Lujos. Es todo lo que yo quería.

—¡Me abandonaste! —grito furiosa.

Poco a poco mi mente va retomando su curso y voy saliendo de mi estado de shock.

—Yo nunca quise una hija, nunca quise una familia estúpida. Yo quería vivir como una reina y tu padre me prometió esa vida, pero como todo hombre, no cumplió con su promesa. Empezó a trabajar todo el día y me embarazó dejándome cada día más aislada y harta de nuestra miserable vida. Yo decidí fingir mi muerte y matar a John, pero el muy infeliz consiguió salirse con la suya y matar al único hombre que me lo daba todo. —Ella ríe de manera histérica, en sus ojos hay un extraño brillo lleno de maldad, dolor y rabia—. Ahora le arrebataré lo que él más quiere.

Sin más rodeos apunta el arma hacia nosotras nuevamente y como instinto pongo a Mary detrás de mí. Ella se aferra con fuerza a mi blusa y esconde su rostro lleno de lágrimas mientras espera lo peor.

—Lo pensaría dos veces si fuera tú.

John apunta directamente en la nuca de mi madre y se podía ver que aún le costaba respirar, como si hubiera corrido a través de todo el bosque para encontrarnos.

—Papá… —susurro apenas audible, pero él me escucha y cuando sus ojos se posan en los míos, puedo notar el dolor y arrepentimiento en ellos.

—Maldito traidor —espeta ella molesta.

—¿De verdad creías que te iba a entregar a nuestra hija? No cometeré el error de perderla dos veces.

Le quita el seguro al arma y al segundo de eso, los hombres que nos estaban apuntando a nosotras, dirigen su blanco hacia John.

—Aprieta el gatillo, John. El próximo en morir serás tú seguido de ellas.

Nos mira de manera desafiante y con una sonrisa perversa pintando sus labios.

Tenía muy vagos recuerdos sobre mi madre, básicamente no tenía ninguno. Yo era muy pequeña cuando se alejaron de mi vida y a lo que llamo recuerdos, podría decirse que son las muchas imaginaciones que había creado en mi cabeza con solo ver sus fotografías. Ellos parecían felices por decirlo de una forma fácil, la falsedad se puede presentar hasta en una maldita foto.

Los extrañé tanto que me resultaba difícil explicarlo con palabras, cada vez que me peleaba con Mike, corría a mi habitación y lloraba abrazando la foto en donde los tres salíamos abrazados y riendo como si nos hubieran contado el mejor chiste del mundo.

Podía incluso sentir a mi madre acariciando mi cabello y susurrando palabras de aliento para reconfortarme. Mi padre en cambio solo se quedaba ahí admirando la escena y para mí eso era la gloria. Era todo lo que realmente necesitaba y lo que nunca iba a tener.

Aquí están, las dos personas que más deberían quererme en este mundo, peleando entre sí, uno por querer protegerme luego de usar a mi pequeña hermana de carnada y la otra queriendo matarnos a ambas. Ellos no son mis padres porque no se merecen que los llame así y no me importa si se matan entre ellos. Y sólo quiero llevarme a Mary a casa, sentarnos en el sofá y mirar una película junto con Mike y Cassandra. Dormir en paz abrazada a Scott y al otro día poder ir a la universidad con mi mejor amiga. Quiero mi vida normal y no este plan completamente diferente.

Tardó pero llegó, perdón por tanta demora 🤦‍♀️ me está costando mucho ponerme a escribir, pero espero poder darles el próximo capítulo lo más pronto posible y que todos mis fieles lectores sigan ahí 💟 gracias por el apoyo incondicional ❤...x

P.D. En audiovisuales, la madre de Delia.

Un Pequeño  Cambio De Planes ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora