"Cuidado con el dolor que tú mismo puedas provocarte si dejas que un corazón cobarde y vil forme parte de tu mundo"
Paulo Coelho
Me encuentro en el gimnasio de la sede entrenando sola, normalmente cuento con la compañía de Cassie, pero hoy es su cita con Mike y luego de preguntarme unas treinta cosas sobre lo que debería hablar o no, por fin se fue.
Para ser honesta me gusta mucho este lugar, golpear y entrenar me hace sentir muy bien. Descargar todas las emociones contenidas en el saco de box es como pagar seis meses de terapia.
Esta semana fue una locura, apenas y tuve tiempo de estudiar para los exámenes, sólo espero que mi intuición me ayude a pasar el semestre. Me siento agotada mentalmente, tan confundida, Peter me invitó al cine mañana, no hemos hablado mucho ya que mis pensamientos se van hacia mi beso con Scott lo cual me parece absurdo, tuve un par de sueños en los que aparece su rostro como protagonista y sólo una ducha fría a mitad de la noche calmó mis hormonas. ¿Qué voy a hacer? Me gusta Peter, muchísimo, pero me siento increíblemente atraída hacia Scott, menudo lío.
Guardo mis cosas en el bolso, me conecto los auriculares y parto hacia la parada del autobús. La noche ya cayó y las calles solitarias me reciben. Ajusto bien mi gas pimienta y pongo a Candy en la cinturilla de mis jeans. Nueva York en la noche es más peligroso de lo que parece y lamentablemente las que más sufrimos las terribles consecuencias somos las chicas.
Espero pacientemente mientras una canción pasa tras otra, nada, simplemente no viene ningún maldito autobús. Bueno, estoy cerca de la fraternidad, quizá pueda llegar antes y pedir a Dennis que me lleve, es el único que tiene coche y que no tendrá problemas.
Empiezo a caminar rumbo a mi destino tranquilamente porque dicen que si muestras temor o nerviosismo atraes los problemas así que sólo me concentro en la música y cuento los pasos con naturalidad. Cuando doblo en la esquina ya conocida para mí, lo veo, Scott está parado con un tipo bastante grande y fornido frente a él. Parece que discuten y de la forma más disimulada posible, aprieto el botón para detener el reproductor.
—Estas tardando demasiado —le grita el hombre—. Ya debería estar todo resuelto —agrega de la misma manera.
—Isaac, no te metas en mi trabajo —responde con tranquilidad—: Cuando tenga todo, iré con el jefe.
Mi corazón comienza a latir con prisa. ¿El jefe? ¡Snyder! No puede ser, Scott en serio es el distribuidor y trabaja para un narcotraficante. Mi decepción no se hace esperar porque realmente esperaba que él no hubiera sido capaz de arruinar su vida así.
Sus voces cesan y me hacen volver a la realidad. Cuando miro en su dirección, tengo dos pares de ojos puestos en mí. ¡Carajo! Espero no hayan notado mi cara de sorpresa, me falta cada vez menos para terminar con la misión y no puedo arruinarlo ahora.
—Te veré pronto.
El supuesto Isaac se da media vuelta y se marcha. Scott no aparta su mirada de mí ni cuando el tipo se va y siento que me está atravesando. Comienzo a caminar de nuevo, me falta sólo unos metros para llegar, pero tengo al chico que ocupó mis pensamientos toda la semana en medio de mi camino.
—¿Qué tanto escuchaste? —Lo ignoro. Quiero que piense que estoy oyendo la música, pero mi plan no sale como espero cuando toma mi brazo e impide mi paso—. Te hice una pregunta. —Saco un auricular de mi oído y le dirijo la peor mirada que puedo.
—Suéltame —escupo con veneno en mi voz.
—Te hice una pregunta —repite con los dientes apretados. Veo que está perdiendo la paciencia, así que decido jugar con él.
—¿Sabes qué son estos? —Sacudo el cable del auricular en frente de su cara—. Normalmente sirven para escuchar música e ignorar a ciertas personas. —Lo miro mal y él suelta mi brazo de mala gana.
—Mejor entonces. —Me mira con rabia pura en sus ojos.
—Bien. —Reanudo mi paso.
—Perfecto —espeta.
—Excelente —le grito.
No me contesta nada más y sonrío triunfadora. Otra vez siento que me toma del brazo, ya estuvo bien, él se lo buscó. Practiqué toda la tarde con el saco de boxeo y este es el momento de demostrarlo. Me gira y me besa.
Mierda, otra vez caí. Mi bolso termina en el suelo mientras mis manos se van directamente a mi lugar preferido, su cabello. Scott muerde mi labio inferior y siento que me prendo fuego. Mis manos recorren su fuerte pecho y sus manos aprietan mi trasero y el gemido que produce mis labios me hacen caer en lo que está pasando.
—Para… —susurro y Scott se separa de mis labios lo suficiente para atacar mi cuello—. Scott —pido con un hilo de voz.
Mi intento es sonar autoritaria, pero parece que estoy suplicando y sé bien que por dentro lo estoy haciendo. Mis manos intentan separarlo, pero se resiste y mi sentido común se va desvaneciendo con cada beso húmedo regado en mi piel sensible.
—No me alejes de nuevo. —Su frente choca con la mía y nuestra respiración se agita demasiado.
—Esto no está bien —murmuro mientras me alejo un poco más. Su mirada está más oscura de lo normal y me atrae de cierta forma.
—¿Lo prefieres, cierto? —Su voz suena extraña, como si de verdad estuviera dolido. Que gran actor es.
—No seré otra más en tu cama Scott, estoy segura de que… —suspiro—. Valgo más que eso —admito más para mí que para él. No puedo enrollarme con él así, acabo de descubrir que probablemente sí trabaja para Snyder y esto podría resolver todo el maldito caso—. Peter me respeta más y sí lo prefiero a él. —Bien, gran parte de eso no es cierto, pero debo cortar esto de raíz.
—Te equivocas Diana. —Su mirada triste me desconcierta, pero ya no puedo creer nada—. No vales ni siquiera un pase a mi cama.
Un balde de agua fría, eso es lo que me hace sentir sus palabras. Pasa por mi lado chocando ligeramente mi hombro y me deja de piedra. Una lágrima de pura rabia cae sin que pueda detenerla y el frío recorre mi corazón, dejándolo sin ganas de sentir.
Sus palabras me escuecen más que cualquier cosa que me haya pasado. Más que la muerte de mis padres o de la tía Kate, es un dolor diferente… El dolor del rechazo. Intento convencerme a mí misma de que es lo mejor porque él es un criminal.
No llego a la puerta de la fraternidad, me quedo mirando fijamente las sombras pasar a través de las ventanas, saco mi teléfono y marco sin pensarlo mucho.
—Hola Frank. —Es la única persona en la que puedo confiar después de mi tío y sin duda debo decirle lo que escuché.
—Delia, ¿todo está bien? —Parece sorprendido por mi llamada.
—Sí, quería saber sí puedes pasar por mí al parque que está cerca de la Universidad, tengo algo de información y Mike está en su cita —explico con rapidez.
—Estaré ahí en diez minutos.
Finalizo la llamada y me voy hacia nuestro punto de encuentro. Frank vive para este caso y con todos los motivos del mundo. El compañero de hierro de mi tío sólo quiere que se haga justicia y yo, que Scott King pague por sus errores.Espero que les esté gustando el desenlace! Estoy muy contenta con su apoyo! Gracias a todos por su tiempo y amor por la lectura 😊❤...x
ESTÁS LEYENDO
Un Pequeño Cambio De Planes ©
Novela JuvenilUna Chica. Un Chico. Una Misión. Un Objetivo. -¿Tenías que aparecer para complicarlo todo? -exclamo, con lágrimas en los ojos. -Entenderás Lía, que no es así... ... Esto es borrador que voy a ir editando sobre la marcha 😌✏ Muchas gracias por leer ♡...