Un Pequeño Cambio De Planes ©

Capítulo 42

Narrador omnisciente

Mike partió en su auto junto a Cassandra y Frank. El plan era ir a buscar a Isaac y hacerlo hablar. Le importaba muy poco si lo despedían por hacer pedazos al maldito, él sólo quiere a su sobrina a salvo y nadie será un obstáculo para eso.

El teléfono no dejaba de sonar, Melissa llamaba sin parar y ya no sabían cómo evitar a la mejor amiga de Delia.

—Debemos contestarle, Mike —propuso Cassandra.

—Cuantas menos personas involucradas en esto mejor.

Mike pisó el pedal hasta el fondo. La casa del ruso estaba a las afueras de la ciudad, lo cual era bastante conveniente, pero no se iba a salvar de la ira que lo dominaba.

Se estacionaron en un sendero y se veía la cabaña desde lejos, era un buen lugar para no llamar la atención, tranquilo para escapar de las mierdas de cada día.

—¿Cuál es el plan?

Frank aseguró su arma y ajustó su chaleco.

—Sí por mi fuera lo mataría en este instante.

Mike se puso su propio chaleco, el cual tenía FBI gravado en el pecho.

—Concéntrate, muerto no nos servirá para encontrar a Delia. —Cassandra era la voz de la razón entre esos dos hombres increíblemente tercos.

—Entraremos, hablaremos usando la razón y si no coopera… —Frank tronó sus dedos—: Lo haré sangrar. —sonrió como si ese fuera su pasatiempo favorito.

—Sólo apresúrense —suspiró Cassandra mientras entraba al auto.

Mike no tocó y mucho menos esperó, le dio una patada a la puerta y encontró a Isaac sobre el sofá sobresaltado. Al parecer lo había despertado.

—Diré esto una sola vez y más vale contestes rápido. —Isaac miró a ambos hombres de manera desconcertada y rabiosa—. ¿Dónde está mi sobrina? —escupió apuntando el arma en el medio de su cabeza.

—¿Quién demonios es tu sobrina? —Su acento se marcaba al pronunciar la letra R.

—Sabemos en todo lo que estás metido, Kozlov. Así que no compliques más las cosas y coopera con nosotros —Frank impuso su papel de la ley para sacar todas las respuestas posibles.

—No tengo nada que declarar y aunque lo tuviera no hablaré sin mi abogado…

Mike no dejó que él terminara de hablar cuando le dio un puñetazo, toda la rabia contenida se apoderó de la situación y salió a la luz.

—No tengo tiempo para esto —dijo con los dientes apretados.

El ruso escupió la sangre de su boca y cuando intentó defenderse, fue en vano. Él no era rival para Mike y sin duda iba a salir perdiendo de ésta.

Cuando ambos hombres volvieron a la camioneta con el criminal a rastras y medio inconsciente, Cassandra salió rápidamente y muy sorprendida dijo:

—¿Qué pasó con usar la razón? —Se llevó ambas manos a la cadera con el ceño fruncido.

—No hubo tiempo para eso, mételo en la cajuela. —Isaac, aún medio consciente a pesar de todos los golpes, lo miró como si estuviera bromeando—. No quiero tenerlo a mi vista o lo mataré —sentenció Mike.

—Ya te dije que yo no golpeé a la chica —Isaac explicó en vano—. Fue mi primo, lo juro —suplicó sin resultado.

Frank lo metió en donde había dicho Mike.

—Él pasará el resto de su vida en prisión al igual que tú, no te preocupes.

Cerró dicha cajuela. Se subieron al auto y partieron hacia la dirección que les dio Isaac con la esperanza de que el maldito no estuviera mintiendo y que en verdad puedan encontrar a Delia antes de que sea demasiado tarde.

Una vez que llegaron al lugar, estaba casi anocheciendo, Isaac había dejado de gritar ya y un silencio predominaba en todos lados.

Todos bajaron del auto y comenzaron a caminar por el bosque. Al llegar lo más cerca posible del punto que les dio Isaac, se dieron cuenta de que había un par de hombres armados en la puerta y de seguro había más alrededor. Escondiéndose detrás de los árboles, los tres agentes comenzaron a cargar sus armas.

—¿Cómo haremos para entrar? —preguntó Cassandra.

—No lo sé —dijo Mike con frustración. Un ruido llama su atención detrás de los arbustos—. Atentos, hay alguien cerca.

Un par de sombras aparecieron y Frank no lo pensó dos veces y atacó. Se tiró sobre el primer hombre y comenzaron a pelear. El otro sujeto que venía con él traía puesto una especie de casco para ver en la noche y se arrojó sobre Mike.

—¡Basta! —gritó Cassandra de la forma más baja posible.

Al ver que no obtuvo resultado, apuntó con su arma a la cabeza del tipo que peleaba con Mike y él lo dejó de forma casi inmediata.

—Somos de la DEA. —La voz del hombre apenas se entendía a través de dicho casco.

—¡Quítate el casco! —Mike siseó y el tipo dudó un segundo demasiado largo—. Quítatelo —repitió mientras se levantaba del suelo.

Él se lo sacó con lentitud y titubeó antes de bajarse el pañuelo que cubría la mitad de su rostro, pero lo hizo y Mike perdió el color del rostro.

—Mierda. —Frank se llevó ambas manos a la cabeza.

—Hola hermano…

John se quedó mirando fijamente a Mike esperando que él salga de su estado de shock.

Los ojos de Mike se cristalizaron, su “difunto” hermano estaba parado frente a él, después de quince años sufriendo su pérdida y mientras cuidaba de su hija. Luego de tanto tiempo sin poder hablar con él cuando más lo necesitaba y ahora estaba aquí, no sabía cómo sentirse pues quería matarlo en serio está vez, pero también abrazarlo y no dejarlo ir jamás.

—Esto no es verdad… —Negó con la cabeza, John se acercó temeroso de la reacción de su hermano—. ¡¿Cómo pudiste?! —gritó empujándolo con fuerza.

—Mike, sé que esto es duro, pero no debemos llamar la atención.

Frank intentó entrar en razón con él y Cassandra aún no entendía lo que estaba pasando.

—Sé que estas molesto ahora, pero estoy aquí por el mismo motivo que tú.

Todos lo miraron confundidos.

—Estamos aquí porque ellos secuestraron a Delia —John miró a Cassandra sorprendido.

—¿Qué? Es mejor entrar antes de que sea tarde entonces. —Él sacó un arma y se puso nuevamente el casco—. Después habrá tiempo para explicaciones, debemos actuar ahora.

Se dirigió a la puerta y le disparó a ambos hombres sin hacer ningún tipo de ruido, al parecer tenía un silenciador y una gran puntería.

Cassandra puso ambas manos en las mejillas de Mike intentando llamar su atención.

—Mírame —pidió y así lo hizo. En su interior él se estaba desmoronando y podía verlo en sus ojos—. Estoy aquí —susurró ella—, pero ahora entremos a sacar a Delia de ahí y luego arreglas todo lo demás.

Mike asintió, Cassandra tenía toda la razón, sólo una cosa era más importante que haberse enterado que John estaba vivo y era asegurarse de que Delia esté a salvo.

Un duelo de balas se presentó entre ellos y la DEA contra la gente de Snyder. Estaba oscuro y lo único que Mike quería era llegar a su sobrina.

—¡Frank! —llamó a su compañero—. Encárgate y cuida a Cassie, voy por Delia —le pidió.

—Creo que puedo cuidarme sola —informó la mujer del grupo.

—Sólo ten cuidado.

Él le dio un beso en los labios y se apartó trotando. Notó que alguien venía detrás de él, cuando volteó tenía a su hermano otra vez en frente.

—Iré contigo.

No discutió, en su cabeza sólo aparecían las palabras de Cassandra “sólo importa Delia”. Siguieron corriendo hasta llegar a la puerta de atrás.

Se sintieron dos balazos y su corazón se paró, sin pensarlo dos veces entró y mató al primer hombre que se le cruzó sin piedad alguna. Siguieron por un pasillo hasta encontrar otra puerta, la abrió sin perder más tiempo y la imagen lo dejó confundido. Snyder apuntaba un arma en la cabeza de Scott King, pero eso no le importó en lo más mínimo.

Delia estaba en los brazos de un sujeto extraño, no traía puesta su blusa y estaba herida, su pierna estaba prácticamente roja de toda la sangre que había perdido. Antes de tomarse un segundo para actuar, John ya lo había hecho.

Una bala sola le quitó la vida a Snyder antes de que él le disparara al chico. Snyder muerto y Delia herida. Sólo ella importaba y en cinco segundos el lugar se llenó de agentes de la DEA para detener a los hombres del criminal fallecido.

Vio a Scott King correr junto a Delia y se acercó a toda velocidad, pero ella se había desmayado.

—Hay que llamar una ambulancia, perdió demasiada sangre —explicó King, Mike levantó a su sobrina y salió por la puerta sin mirar atrás.


***


En el hospital caminaba de un lado a otro sin querer mirar ni escuchar a nadie que no llevara una bata blanca.

—¿Son la familia de Delia Hart? —Todos se levantaron inmediatamente y Mike fue el primero en acercarse a la doctora.

—¿Cómo está? —Sólo quería que su pequeña estuviera bien.

—Ella perdió mucha sangre, necesitaremos donantes con su tipo.

Mike cerró los ojos porque sabía que su sangre no coincidía con la de ella.

—Yo lo haré – John habló.

—Tienes el mismo tipo de sangre que yo, Delia es O+ y nosotros somos A+ —dijo Mike sin mirarlo.

—Yo tengo A+ también. —Scott se llevó ambas manos a la cabeza.

A Mike se le habían acabado las opciones y sabía que sólo una persona podía ayudar.

—Yo lo haré. —Melissa se acercó a toda velocidad con un chico a su lado el cual Mike reconoció como Dennis Hall—. Yo tengo O+ como mi mejor amiga.

La doctora asintió y se llevó a Melissa sin hacer ningún otro tipo de comentario.

—Yo la llamé —dijo Cassandra—. Tenía derecho a saber que estaba pasando con Delia. —Mike se acercó a ella y le dio un beso en la frente.

—Gracias. —Ella lo miró confundida porque creyó que él se molestaría—. Sabía que la única que podría salvarla era Melissa.

—¿Cómo sabías eso? —Scott preguntó.

—Cuando eran niñas, Melissa tuvo un accidente de coche y su madre estaba desesperada por que nadie de su familia tenía su tipo de sangre. Cuando me lo dijo yo era el único que sabía que Delia podía ayudarla y así lo hizo sin importar que tenía doce años, su amiga la necesitaba y ella la ayudó sin pensarlo dos veces —Mike explicó a todos los presentes—. Sólo ellas saben lo que han pasado y también son conscientes de que siempre se tendrán la una a la otra.

Mike se dejó abrazar por Cassandra, se sentía bien saber que Delia tenía una oportunidad de seguir, pero aún sabía que tenía que enfrentar a John y saber la verdad.

Aquí está el cap 💜 espero que les guste. Como siempre agradezco los comentarios y votos 💖 me motivan a seguir escribiendo ✏ muchas gracias por leer 💕...x