Shawn Mendes Imaginas.

Imagina: "Siete minutos en el paraíso" parte 2.

Advertencia: Este capítulo contiene abuso, si eres una persona sensible o fan de Sammy Wilk mejor no lo leas.  

Bueno aquí la segunda parte... Continua en el "Flashback".

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Continuación... "Aún en el Flashback".

Yo le pedía que parara pero él continuaba.

-¡MALDITA SEA, DETENTE. ME ESTAS LASTIMANDO!- gritaba llorando.

Sammy se detuvo. Abroche mi pantalón y salí corriendo de ahí, vi a Nash estacionado justo fuera de la casa de Cam y subí corriendo a su camioneta.

-¿Qué tienes?- me miraba preocupado.

-Sólo arranca la maldita camioneta- dije entre sollozos.

Hizo caso a mi orden, durante el camino de ida a mi casa no dijimos ni una palabra. Conseguí calmarme al llegar a mi casa, Nash me dejó y se fue.

Fin del Flashback.

-Al día siguiente de la fiesta Nash me busco, estaba muy preocupado- seguí explicando.

Aaliyah tenía ya sus ojos cristalizados y me escuchaba atenta.

Flashback.

Nash entró a mi habitación.

-¿Me dirás que paso ayer que te puso tan mal?- se sentó en mi cama a un lado de mí.

-¿Quien te dejó entrar?- pregunté tapandome con la cobija.

-Tu madre, por cierto dijo que saldrá a unas cosas y me pidió que te hiciera compañia. Ella también me pregunto si sabía que había pasado porque no has salido de tu habitación- se quedó en silencio unos segundos -¿me dirás qué pasó?

Analice su rostro, podía reflejar completa preocupación y un poco de tristeza. Tenía sus ojos fijos a los míos.

-Te diré pero Nash, no le puedes decir a nadie.

-No le diré a nadie.

-Prometelo.

-Lo prometo.

-Sin importar que te diga respetarás mi decisión ¿de acuerdo?

-Lo prometo, lo juro, lo todo pero dime ya.

Le explique todo; desde que me metieron al armario con Sammy, lo que escuché que decían junto con Shawn, hasta lo del baño. Todo.

Nash comenzó a llorar.

-¿Por qué no me dijiste? Pude regresarme a partirle la cara a ese idiota- dijo levantandose de la cama molesto.

-Nash, eso es lo que quise y aún quiero evitar. Aprendí mi lección...

-Vamos, iremos a buscarlo ahora mismo.

-Detente, no quiero hacerlo. 

-¿Por qué? Iré contigo, no estarás sola.

-¿Puedes respetar mi decisión?