Llegué a casa, ni siquiera había cruzado bien la puerta cuando Thiberius me soltó un cúmulo de golpes.
— Eres un idiota ¿Lo sabes verdad? – me gritó en ruso.
— Vete a la mierda, puto demente. – me levanté, estaba caliente como una braza al fuego, así que me lancé sobre él y comenzamos a pelear.
— ¡Oigan! ¡Thiberius! ¡Jason! ¡Basta! – nos gritaba Regina. — ¡Thiberius!
— ¡No te metas, Regina! ¡Este cabrón fue a hacer su desmadre al norte! – Regina se puso en medio de nosotros y me miró.
— ¿Qué hiciste Jace?
— Esos cabrones me jodieron dos de mis antros, fui por un trozo de carne.
— ¡Mató a un sacerdote, Regina! ¡En la capilla de San Lorenzo! ¡Ahora los americanos vendrán con todo lo que tienen!
— ¡Me importa una puta mierda!
— ¡Maldito loco idiota!
— ¡Cállate puto sádico inadaptado!
— ¡Ya! ¡Jason, basta!
— ¿Qué vamos a hacer Regina? ¡Prácticamente tenemos mercado en todo Santiago de Compostela, pero por culpa de este pendejo idiota, van a subir sus murallas!
— ¡Cálmate ya, Thiberius! Tenemos que ayudarlo, si nos hacen una, es lógico que nos las paguen, Jason hizo lo que tenía que hacer.
— Tu insatisfacción sexual te eclipsa las neuronas verdad traumada.
— ¡Cállate idiota! – en ese preciso momento apareció Albert, los tres guardamos silencio, se acercó a mí y me dio tremendo golpe en la cara que me hizo caer y sangrar de inmediato.
— Toma tus cosas, te vas a ir a Barcelona.
— Pero...
— ¿Pero? ¿Dijiste, pero, Jason? ¡Eres un puto dolor de cabeza! ¡Estoy cansado de ti!
— Pero papá.
— ¡Cállate Regina! – me levantó. – Muévete, no sabes más que dar dolores de cabeza, eres como una herida en el culo, te vas a largar a Barcelona y no quiero verte en varios meses ¿Entendiste? Hasta que termine la investigación del homicidio del sacerdote al menos y pobre de ti donde vuelvas a Santiago porque yo mismo te voy a ofrendar para que te maten los del norte ¿Escuchaste? Toma tus cosas y lárgate de aquí, olvídate de tus putos privilegios, sin auto. – me quitó mi móvil y lo lanzó al suelo, se rompió en cientos de trozos. — Sin dinero, sin casa y espero aprendas la lección.
— ¿Qué voy a hacer sin dinero?
— Es tu puto problema, afuera te espera Enrico, te llevará al aeropuerto con dinero suficiente para que sobrevivas dos días, muévete, arregla tus cosas. – estaba en shock, tengo que aceptar que me esperaba una paliza, pero nunca que me corriera de casa y me mandara a otro lugar, a Barcelona, mierda. Subí a mi habitación y tomé cualquier maleta, metí algo de ropa y mis objetos importantes, mi llavero de luna y mi medalla de Snoopy, hasta la fecha, sigo sin saber de dónde salió esto, supongo que mamá me lo dio y por eso me niego a deshacerme de ellos, terminé de empacar y bajé directo al auto. Estaba en shock, todavía sin creer lo que iba a pasar, lo bueno es que Wesh sabrá mantener las cosas a flote. Enrico me llevó hasta el aeropuerto, me dio el billete y algunos euros, apuesto a que más de lo que le dijo Albert.
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✟ ɢᴀɴɢꜱᴛᴀ'ꜱ ʀᴏʏᴀʟᴛʏ ✟
Teen FictionHace cerca de veinte años la historia de los Palacios parece no haber terminado del todo bien, en realidad, nada bien. Eiden Palacios había logrado darle un golpe mortal a Albert Briar, pero el precio que había pagado por ello, era demasiado alto, t...