CAPITULO CIII "LAY ME DOWN"

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Cada día me sentía fuerte, me sentía mejor y me sentía tranquila cuando podía ver las placas de mi rubio precioso y apretarlas mientras lanzaba una plegaria por su seguridad

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Cada día me sentía fuerte, me sentía mejor y me sentía tranquila cuando podía ver las placas de mi rubio precioso y apretarlas mientras lanzaba una plegaria por su seguridad.

— Hola Sarahí. – me dijo Jace mientras entraba a la habitación.

— ¿Sigues mal de tu espalda?

— Lo estaré hasta el final de mi vida. – no hacía contacto visual conmigo y eso no es bueno, se sentó a mi lado y me tomó la mano. — ¿Cómo estás?

— Aun no puedo caminar, pero lo haré pronto ¿Tú?

— Creo que también estoy mejor. – bajó levemente la mirada. – Sarah, tengo que decirte algo y no sé cómo hacerlo, estoy asustado, realmente lo sé. – miró las placas de mi rubiecito y mi cabeza revolucionó.

— ¿Fabián está bien?

— No lo sé, no es sobre él, Sarah, es sobre Julieta.

— ¿Qué pasa con ella?

— Al parecer, los rusos se unieron con los Lancaster, raptaron a Gamaliel Rivas, Ghal y un niño de los Palacios salió herido, pero en el lugar solo vieron a los Lancaster o al menos sus autos, por lo que se dedujo que ellos habían sido, pero Julieta descubrió que no, que los rusos estaban metidos hasta el cuello, ella le avisó a Balam, pero Thiberius la descubrió. – cerré los ojos imaginando lo que había pasado. – Sarah, lo siento, en serio, Balam no llegó a tiempo. – entonces rompí a llorar. – Y tampoco saben si Balam lo va a lograr.

— ¿Y Thiberius?

— No lo sé, el Palacios mató a... Albert.

— Qué bueno. – dijo con firmeza. – Ojalá maten a toda tu familia.

— Sarah, sabes que yo quería a Julieta.

— No como a mí, porque me apartaste del radar de Thiberius, pero a ella no.

— No fue mi elección, fue la de ella.

— ¡Tu familia está llena de asesinos, Jason! ¿Cómo sé que no eres igual?

— Porque me conoces.

— Mentira. – seguí llorando. – Ese maldito loco mató a mi hermana, tu has podido matarlo todo este tiempo y no lo haces ¡Simplemente eres parte de todo lo que hacen!

— Eso no es cierto, Sarah, lo sabes. – no podía respirar, pero no paré de llorar, Jace se quedó ahí, sin decir palabra alguna, estaba siendo injusta con él, muy injusta.

— Lo siento Jace, lo siento, perdón. – agité la mano como si estuviera quemándome. – Lo siento, tú solo cuidaste de mí, Juls fue necia, lo sé, perdón, perdón. – se acercó a mí y me abrazó, lloré desconsoladamente por horas, y él solo estuvo ahí, como antes, como ahora, como siempre.

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✟ ɢᴀɴɢꜱᴛᴀ'ꜱ ʀᴏʏᴀʟᴛʏ ✟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora