CAPITULO XLIX "VERDUGO DE SANTA INQUISICIÓN"

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— Tan sólo por trabajo, ¿alguno de ustedes considera que Dua Lipa sea buena artista?

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— Tan sólo por trabajo, ¿alguno de ustedes considera que Dua Lipa sea buena artista?

— No solo es buena artista, es una princesa. — Sarah miró a Fabián. — Pero vos sos una reina.

— Qué buena estrategia, genio — le dijo el tío.

— Yo creo que Chris Evans es muy guapo.

— Mi nono dice que el mejor amigo de mi nono Dennis se parecía a él.

— Qué curioso, pero vos sos reina, Sarah, Dua Lipa es... Princesa apenas.

— Más te vale, Rivas.

— Oye que falta de confianza.

— Tranquilos, sólo necesitaba una respuesta — especificó nono.

— La cena ya está lista — anunció mamá.

— Estoy orgulloso señora Rivas, su cocina es como una tienda de dulces, muy completa, me gusta. — Bass me miró. — Tu mamá es una excelente chef.

— Gracias — respondieron mis nonos.

— Señora Rivas, fue un placer compartir la cocina con usted.

— El placer fue mío — le respondió estrechándole la mano —. Y gracias por dejarme evaluarte, agradezco mucho tu cooperación.

— Tú jamás te cansarás de estudiar a las personas, ¿verdad hermanita?

— Yipikayei — le respondió sonriendo.

— Solo dígame una cosa ¿Me fue bien o mal?

— No puedo negarlo ni afirmarlo, hasta haberlo confirmado con los comensales.

— Bueno, adelante y esperamos las críticas constructivas.

— Supongo que, si hoy no lo consigues, siempre puedes volver mañana — le dijo nona.

— Eso no depende de mí. — dijo mirándome levemente.

— Haciendo eso, por un lado, gracias Dios por haber hecho que mi hermano tuviera esa cena de estado en Londres, porque sólo así puedo comerme sin culpa este lindo pollito — dijo nono provocando risas en la mesa.

— Adelante señor Anderson, esperamos las críticas.

— ¿Sabes qué? — Bass aguardó expectante —. Usualmente no iría a un restaurante caro para pedir algo tan casero, pero con tu sazón, pagaría quinientos mil dólares.

— Eso sólo si yo no lo contrato como mi chef personal — dijo nona.

— Tenía miedo de que te fuera a quedar seco, Sebastián, pero tenías razón, estaba en su tiempo justo y preciso — le dijo mamá.

— Gracias señora, mi papá decía que los tiempos en la cocina también son perfectos.

— Y sí que tenía razón — dijo mi tío, quien bañó un poco más su pollo en la salsa.

✟ ɢᴀɴɢꜱᴛᴀ'ꜱ ʀᴏʏᴀʟᴛʏ ✟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora