CAPITULO XCVI "VEO EN TI LA LUZ"

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¿Han mirado el cielo esperando qué, de tanto hacerlo, se les caiga encima? Pues a mí no había terminado de caerme encima, caía, pero no físicamente, dolía, pero no me mataba

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¿Han mirado el cielo esperando qué, de tanto hacerlo, se les caiga encima? Pues a mí no había terminado de caerme encima, caía, pero no físicamente, dolía, pero no me mataba. Acudí a la escuela los siguientes días ignorando a todo el mundo, Mila venía a casa, me escondía el alcohol hacia comida, y me contaba sobre Ashton que por fin volvería a respirar por sí mismo, todos luchaban, mientras yo, solo esperaba la parte cruel de mi destino. Y llegó. Mi móvil comenzó a sonar.

— Doctora, disculpe, no he ido a ver a Lana esta semana...

— Liam, ven al hospital, Lana está empeorando. — lamenté mucho que Mila se acabara de ir, era un trayecto largo hasta el hospital de la casa de cuidados especiales, sin embargo, conduje hasta allá. Al llegar, de inmediato me pasaron a la habitación de Lana. — Amor mío. — le dije.

— Sebastian. — susurró. — ¿Y la princesa? — es un muy mal momento para decirle que todo se arruinó ¿Verdad?

— Ella tuvo que salir del país, su castillo fue atacado por gente mala, tiene que dirigir a su ejército.

— ¿Por qué no fuiste con ella?

— Tengo que guiar al mío aquí. — estaba pálida y ojerosa, hablaba en susurros y se notaba que le costaba respirar. — Perdón por no haber venido antes.

— El príncipe tiene muchas cosas qué hacer. — por inercia miré la silla de ruedas en el otro extremo de su cama. — Ya no puedo caminar, las piernas me chocan una con la otra, la última vez ya no me pude levantar ¿Qué le pasó a tu brazo?

— Me caí del caballo.

— Caballo malo. — sonreí. — Creo qué, pronto iré con papá.

— Oye, Lana. — cerré los ojos, tomé su mano. — Ya perdí demasiado estos días, no puedes dejarme así nada más.

— ¿Me amas?

— Claro que sí.

— Entonces me dejarás dormir cuando sea el momento, iré con papá le diré que estás muy bien.

— Lana.

— No, no quiero que llores, los príncipes no lloran.

— Pues yo si soy uno muy llorón. — me limpié las lágrimas.

— No, no es verdad, tu eres un príncipe muy fuerte.

— Lana, no, no es tiempo.

— Estoy contenta de ir con papá, porque tú estás con la princesa y ella te ama demasiado, porque cuando te ve, sus ojos brillan como dos estrellas grandes, del tamaño de su amor por ti. — ojalá fuera cierto.

— Qué cosas dices, Lani.

— La verdad, ella sabe lo que eres.

— Y no le gusta...

✟ ɢᴀɴɢꜱᴛᴀ'ꜱ ʀᴏʏᴀʟᴛʏ ✟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora