Hace cerca de veinte años la historia de los Palacios parece no haber terminado del todo bien, en realidad, nada bien. Eiden Palacios había logrado darle un golpe mortal a Albert Briar, pero el precio que había pagado por ello, era demasiado alto, t...
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Me encontraba en mi oficina cuando vi a Malik pasar a la suya con una chica, él le decía cosas y ella le respondía, fruncí el cejo.
— Malik. – se detuvo. Elevó el mentón para ella y la instó a continuar, entró a mi oficina, se quedó en la puerta asomando la cabeza.
— Escuché mi nombre.
— Sí, pasa.
— Ya estoy adentro, Chiara.
— ¿Ella es tu secretaria?
— Sí, ella es Alejandra, mi secretaria, es muy audaz, se lleva bien con las otras secretarias.
— No hay más secretarias en este piso de socios junior. – dije sonriente.
— Lo sé, pero tenía que decirlo, soy el único que tiene secretaria porque mis facturas lo avalan.
— No me parece bueno, Malik, mis facturas también son buenas.
— Pero no son como las de Malik Palacios, Chiara, ¿Por qué compites todo el tiempo?
— Esa no es la pregunta, Malik, creo que la pregunta es ¿Por qué siempre quieres tener más que los demás?
— Porque me lo merezco.
— ¿Quién dice?
— Yo, en primera intención, nadie sabe cuándo tengo que trabajar más que yo, soy un experto en mí mismo y mis constantes "esfuerzos" – enfatizó con las comillas.
— ¿Esfuerzos?
— Sí, porque, alguien como yo, generalmente no se esfuerza para lograr lo que tiene, me refiero ahora, imagínate si me esfuerzo, esta firma terminaría con mi nombre en la pared.
— Sucederá, cuando dejes de pensar solamente en tu bienestar.
— ¿Quieres que me disculpe por ser Eiden Malik Palacios Platas? Eso no va a pasar.
— ¿Cómo vas con tu asunto del desalojo?
— Los hice mierda, solo creen que por tener dinero pueden encontrar al mejor abogado de Galicia, a decir verdad, vino un abogado de Madrid, pero espero que haya cobrado el vuelo redondo porque fue demasiado fácil destruirlo y cuando sus clientes vean eso, lo van a despedir y lo del vuelo será lo único que consiga de ellos.
— Malik el asesino Palacios.
— ¿Qué te puedo decir? Es una pena que no pueda llevar asuntos como titular, necesito graduarme con velocidad, siento que puedo comerme el mundo ahora mismo.
— Malik. – la licenciada D'Marco apareció al pie de la oficina.
— ¿Sí?
— ¿Tienes una secretaria?
— Claro.
— ¿Por qué?
— ¿Es broma? Soy Malik Palacios, ningún socio junior hace lo que yo hago, así que, no puedo tener lo mismo que tienen los demás, debo sobresalir.
