CAPITULO XXVI "AYUDA NO ES LO MISMO QUE COMPAÑÍA"

200 26 2
                                    

Me encontraba en archivo revisando unos expedientes cuando Malik apareció

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me encontraba en archivo revisando unos expedientes cuando Malik apareció.

— Pero miren, si es Malik "Chic" Palacios ¿Alguna vez viniste aquí antes?

— Sabes que sí, Chiara, solo que no veníamos a buscar expedientes, generalmente hacíamos pruebas incriminatorias en este lugar. – dijo sonriente.

— ¿Qué quieres?

— Va a venir una cliente desesperada que necesita que le atienda, pero no quiero hacerlo solo, así que creo que sería buena idea que hicieras algo de provecho y me apoyaras con ella.

— ¿Me estás pidiendo ayuda?

— Compañía, no es lo mismo, Chiara, es lo mismo que pida tu compañía a que te pida que liberes mi frustración sexual en este lugar una vez más, eso ni siquiera sería pedirte ayuda, sería una súplica, pero. – elevó el dedo índice. – Malik no suplica ¿Quieres o no?

— ¿A qué hora?

— Quince minutos.

— ¿Cómo voy a leer una carpeta en quince minutos, Malik?

— No es necesario, ya lo hice yo hace diez minutos y me tomó veinte hacerlo, es simple.

— ¿Qué delito es?

— Homicidio.

— ¿Vas a tomar a la ligera un asunto de homicidio?

— Tengo mis teorías, Chiara, pero necesito ver a la cliente, camina, eres hermosa también en la sala de juntas. – dijo con ironía.

— Patán desgraciado.

— Aun así, soy bueno en mi trabajo, ahora camina. – llegamos a la sala de juntas y una mujer con cara de angustia nos esperaba. – Disculpe señora Mendoza, Malik Palacios, ella es mi colega, Chiara Bianchi. – tomamos asiento.

— Mucho gusto.

— La escucho, mi asistente dijo que usted estaba preocupada, así que, estamos aquí para ayudarle.

— Hace cuatro días, tuve un partido de tenis, salí de casa, jugué, cuando terminó el evento, volví. – se detuvo. – Había policías, por todos lados, les dije que era mi casa, quería saber lo que había pasado y sacaban un par de cuerpos, entre ellos, mi marido, Sergio Mendoza y se estaban llevando a mi pequeña Natalia detenida, mi hija tiene quince años, es una buena chica, Natalia no tenía que estar en casa, se había ido de fin de semana a una casa en la playa de La Coruña, pero tuvo un problema con su novio y terminó la fiesta, volvió y no sé, qué fue lo que pasó. – comenzó a llorar, le ofrecí pañuelos. – No quiero que Natalia vaya a prisión, pero la encontraron con el cuchillo en la mano.

— ¿Quién era la persona con la que estaba su marido?

— Esa perra, Atria Gucci.

— ¿Su marido tenía una aventura con Atria?

✟ ɢᴀɴɢꜱᴛᴀ'ꜱ ʀᴏʏᴀʟᴛʏ ✟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora