Me encontraba en archivo revisando unos expedientes cuando Malik apareció.
— Pero miren, si es Malik "Chic" Palacios ¿Alguna vez viniste aquí antes?
— Sabes que sí, Chiara, solo que no veníamos a buscar expedientes, generalmente hacíamos pruebas incriminatorias en este lugar. – dijo sonriente.
— ¿Qué quieres?
— Va a venir una cliente desesperada que necesita que le atienda, pero no quiero hacerlo solo, así que creo que sería buena idea que hicieras algo de provecho y me apoyaras con ella.
— ¿Me estás pidiendo ayuda?
— Compañía, no es lo mismo, Chiara, es lo mismo que pida tu compañía a que te pida que liberes mi frustración sexual en este lugar una vez más, eso ni siquiera sería pedirte ayuda, sería una súplica, pero. – elevó el dedo índice. – Malik no suplica ¿Quieres o no?
— ¿A qué hora?
— Quince minutos.
— ¿Cómo voy a leer una carpeta en quince minutos, Malik?
— No es necesario, ya lo hice yo hace diez minutos y me tomó veinte hacerlo, es simple.
— ¿Qué delito es?
— Homicidio.
— ¿Vas a tomar a la ligera un asunto de homicidio?
— Tengo mis teorías, Chiara, pero necesito ver a la cliente, camina, eres hermosa también en la sala de juntas. – dijo con ironía.
— Patán desgraciado.
— Aun así, soy bueno en mi trabajo, ahora camina. – llegamos a la sala de juntas y una mujer con cara de angustia nos esperaba. – Disculpe señora Mendoza, Malik Palacios, ella es mi colega, Chiara Bianchi. – tomamos asiento.
— Mucho gusto.
— La escucho, mi asistente dijo que usted estaba preocupada, así que, estamos aquí para ayudarle.
— Hace cuatro días, tuve un partido de tenis, salí de casa, jugué, cuando terminó el evento, volví. – se detuvo. – Había policías, por todos lados, les dije que era mi casa, quería saber lo que había pasado y sacaban un par de cuerpos, entre ellos, mi marido, Sergio Mendoza y se estaban llevando a mi pequeña Natalia detenida, mi hija tiene quince años, es una buena chica, Natalia no tenía que estar en casa, se había ido de fin de semana a una casa en la playa de La Coruña, pero tuvo un problema con su novio y terminó la fiesta, volvió y no sé, qué fue lo que pasó. – comenzó a llorar, le ofrecí pañuelos. – No quiero que Natalia vaya a prisión, pero la encontraron con el cuchillo en la mano.
— ¿Quién era la persona con la que estaba su marido?
— Esa perra, Atria Gucci.
— ¿Su marido tenía una aventura con Atria?
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✟ ɢᴀɴɢꜱᴛᴀ'ꜱ ʀᴏʏᴀʟᴛʏ ✟
Teen FictionHace cerca de veinte años la historia de los Palacios parece no haber terminado del todo bien, en realidad, nada bien. Eiden Palacios había logrado darle un golpe mortal a Albert Briar, pero el precio que había pagado por ello, era demasiado alto, t...