Estábamos preparados para hacer el traslado, no es tan sencillo hacer un movimiento de mercancía como el que vamos a hacer y se vuelve peor porque no se trata de CAM, ni de Vipers, son nada más y nada menos que cerca de diez millones de dólares en diamante, es poco a comparación de lo que maneja la joyería Royals Rome, pero es un golpe significativo si algo llega a salir mal.
— ¿Cap?
— Estoy listo, Ares. — le afirmé mientras les metía el cargador a mis armas. No es que fuéramos desconfiados, pero Ares siempre quiere hacer los trabajos peligrosos él mismo y no lo culpo, es mucho dinero de por medio, demasiado diría yo. Abordamos la blindada, vi a Charly llegar y yo seguí con lo mío, está de más que sepan que me lo como vivo ¿Verdad? Tiene una vibra espantosa que no sé cómo es que Ares lo ha soportado.
— Listo, Viper. — le dijo a Ares mientras intentaba abordar la camioneta, puse el pie y señalé la de atrás.
— Tuya. — exhaló molesto, siempre odia que Ares me tenga preferencia, pero no es mi culpa que no defienda su lugar.
— Todos con el chaleco ajustado, no quiero sorpresas ni muertos, se ve mal en mi currículo como líder, así que, vámonos. — abordó al frente y nos pusimos en marcha, el contenedor de los diamantes estaba a un lado de mí, creo que podría tomar uno y hacerle un anillo de compromiso más bonito a Aty en el taller, espero que Jason vuelva pronto, me gusta aprender de mecánica automotriz de la mano de mi amigo y hermano.
— ¿En dónde está Ghal?
— Fue con Jovana a cenar, nadie le comente nada del traslado sino se va a enojar porque no lo trajimos.
— No es seguro para él.
— Estoy de acuerdo, pero ya lo conoces, es argentino y eso lo hace automáticamente necio, como mi mami. — dijo y me reí, doña Sophy, tan bonita.
— Nuestra madre es divina, hermano.
— Lo bueno es que no tenemos el acento, aunque a veces se me sale.
— Lo sé. — dijo León, quién venía del otro lado del contenedor. El camino estaba tranquilo, llegamos a la avenida y Rod aceleró, pero un par de cuadras adelante un auto nos cerró el camino.
— Me lleva la chingada, listos, tenemos compañía. — Ares aún no terminaba de hablar cuando comenzaron a dispararle al parabrisas, está blindado, pero tampoco es eterno y las balas eran de grueso calibre. Abrí la puerta, al darme cuenta que atrás estaba libre, bajé el cristal para poder disparar, León no se andaba con cosas vanas, salió por el quemacocos blindado y sacó la AK47 mientras nosotros cubrimos los flancos.
— Son rusos, Ash.
— Me lleva. — y fue aún peor cuando, entre todos los que atacaban, reconocí a Thiberius Briar, negué con la cabeza, cambié el cartucho y volví a disparar, estábamos bien por el momento, pero no duraríamos así para siempre.
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✟ ɢᴀɴɢꜱᴛᴀ'ꜱ ʀᴏʏᴀʟᴛʏ ✟
Teen FictionHace cerca de veinte años la historia de los Palacios parece no haber terminado del todo bien, en realidad, nada bien. Eiden Palacios había logrado darle un golpe mortal a Albert Briar, pero el precio que había pagado por ello, era demasiado alto, t...