Al parecer me había precipitado con el asunto de Minerva en el antro de los Royals, ya que parece que nadie la había visto o quien la vio, no le tomó importancia a lo que había pasado o no tenía el poder para que fuera importante lo que decía, el punto es que mientras el asunto no saliera, todo estaría bien.
— ¿Traes el dinero? – le pregunté a Minerva que entraba a mi departamento, yo estaba tomando una cerveza y mirando el futbol.
— Se vendió toda, en dos horas.
— Eres buena con los negocios, cariño. – era una bronca hacer negocios con las drogas, era dinero solo para mí que no tenía que compartir con nadie, el problema era conseguirlas, tomar unas Vipers sin que Ares o Fabián se dieran cuenta era imposible, pero tenías mis trucos, además de que no solo tenía que vender Vipers, tenía acceso a las estrellas náuticas de forma clandestina y espero llegar al CAM pronto.
— No quiero seguir con esto. – la tomé del rostro.
— ¿Qué dijiste?
— No quiero hacerlo ya, muero de miedo cada que salgo con esa cosa conmigo, no quiero venderla más. – le apreté las mejillas.
— Mira, Minerva, no sé si no entiendes que eres una díler, una cuneta, eres hermosa y por eso no sospechan de ti, ya te dije que si no haces lo que te pido entonces ¿Cómo vas a demostrarme tu amor?
— Puedo hacerlo de otro modo.
— No está sujeto a discusión, lo harás todo el tiempo que yo quiera, mi amor. – comencé a besarla. – El trato que te doy yo, no te lo dará nadie más, porque eres hija y hermana de un policía, porque Dorian será detective este año eso es un hecho, yo cuido que no te maten por culpa de tu papá y ¿Así es como me pagas?
— Lo siento, tienes razón, perdón.
— Nadie te va a querer tanto como yo, Minerva, nadie, eso es un hecho, porque a las familias de los policías nadie las quiere, eres un problema y yo te amo, aunque lo seas. – le palmeé el rostro — ¿Estoy siendo suficientemente claro?
— Como siempre. – sonrió forzado, pero me importa una mierda.
— ¿Me vas a proteger como yo lo hago, Minerva?
— Si, como lo he hecho.
— Esa es mi gatita. – le besé la mejilla. – Tráeme otra cerveza.
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✟ ɢᴀɴɢꜱᴛᴀ'ꜱ ʀᴏʏᴀʟᴛʏ ✟
Roman pour AdolescentsHace cerca de veinte años la historia de los Palacios parece no haber terminado del todo bien, en realidad, nada bien. Eiden Palacios había logrado darle un golpe mortal a Albert Briar, pero el precio que había pagado por ello, era demasiado alto, t...