Sabía que si Balam tenía éxito contra Thiberius por fin podría deslindarme de él para siempre, la sola idea hacía que mi estómago ardiera, no sé si es miedo, coraje, emoción o alguna otra cosa, el punto es que estoy fuera del gimnasio una vez más, esperando a un costado del auto de Bal, dispuesta a mucho, dispuesta a todo. Después de unos minutos Balam salió del gimnasio y me miró, la última vez que hablamos dijo que si volvía a buscarlo lo tomaría como una aceptación a su oferta, eso es lo que estaba haciendo aquí, dándole el sí. Dejó caer la maleta y se acercó a mí de forma decisiva, se lanzó a mis labios y me besó profundamente, mientras me encapsulaba entre su cuerpo y su auto, sin pensarlo le correspondí, le besé con desespero, abrió la puerta de atrás y subimos, su auto era amplio y era prácticamente imposible que pudieran vernos gracias a esos vidrios polarizados, se detuvo un poco, volvió por su maleta y me la dio.
— Vamos a mi departamento. — me dijo, yo asentí como una niña pequeña, tomó el volante y condujo a una velocidad alta hasta su departamento, al que entramos a trompicones, era tan mágico estar con Balam, era siempre como si fuera la primera vez, porque cada que sucedía, algo había cambiado en él o en mí que hacía, de forma inevitable, que hiciéramos un compromiso que poco a poco, tenía como ruin destino, el amor que nos prometimos jamás sentir.
— Te peleaste con Sebastian por Hailee otra vez.
— No fue por Hailee.
— No mientas, te gusta.
— No lo sé, tal vez. — dijo sin dejar de besarme. — Pero ya lo decidí, ya me decidí.
— ¿Ésta es nuestra última noche?
— Si. — tragué saliva. — Es la última noche que tenemos sexo negando el amor Julieta, todo este tiempo creí que estaba conforme contigo porque estaba demasiado jodido para buscar algo más, pero creo que, en realidad, siempre he estado esperando el momento en el que seas mía, solamente mía.
— Balam.
— No sé si alguna vez entenderé lo que es el amor, pero creo que, si lo entiendo, es porque estás tú. — volví a besarlo, en estos momentos lo deseaba mucho más.
— Yo también te amo, Balam.
— La promesa está hecha trizas, no importa, tenemos la fortuna de que ambos estemos en el mismo lugar una y otra vez. — le saqué la ropa y admiré su escultural cuerpo como siempre.
— Que sea así.
— Haré un plan, Thiberius Briar caerá y tú estarás a salvo conmigo.
— Balam, es peligroso, Thiberius está loco.
— Tiene mala suerte, yo también estoy loco. — fuimos a la cama y como ya había dicho, todo es diferente cada que sucede, fue una noche de amor, totalmente de amor como no había sido jamás, ambos olvidamos el móvil, que había alguien que podía separarnos, no era necesario pensarlo, porque en un tiempo, eso no sería más. Cuando terminamos me cubrió con la sábana y me abrazó.
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✟ ɢᴀɴɢꜱᴛᴀ'ꜱ ʀᴏʏᴀʟᴛʏ ✟
Teen FictionHace cerca de veinte años la historia de los Palacios parece no haber terminado del todo bien, en realidad, nada bien. Eiden Palacios había logrado darle un golpe mortal a Albert Briar, pero el precio que había pagado por ello, era demasiado alto, t...