Hace cerca de veinte años la historia de los Palacios parece no haber terminado del todo bien, en realidad, nada bien. Eiden Palacios había logrado darle un golpe mortal a Albert Briar, pero el precio que había pagado por ello, era demasiado alto, t...
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Todo me había pasado tan rápido que apenas y podía asimilarlo. No había querido llamar a Colt, necesitaba estar solo con esta mierda que me giraba en la cabeza, salí de casa y justo abordaba ni auto cuando alguien interrumpió la perturbación de mi alma.
- Night. - miré por detrás de mi hombro, recordando que aquí Balam me había propinado una paliza y no pasaría de nuevo. Sin embargo, mi provocador era aún más peligroso que Balam, Donagon se encontraba con algunos del clan que yo bien sabía, le seguían como perros falderos en todos sus intentos por darme un golpe de Estado, pero, estoy tan destruido que no me importa morir ahora y atormentar a Hailee unos buenos años mientras recuerda lo cruel que fue conmigo.
- ¿Qué quieres Gon? - me giró y me azotó en mi auto.
- ¿Por qué aún no he cogido con esa linda princesa, Bass?
- Porque ya no tienes derecho ni poder sobre eso. - encogí los hombros. - Terminé con ella.
- ¿Y mi parte del pastel?
- Búscate otra, se acabó. - iba a girarme, pero no lo permitió y me volvió a azotar contra el auto.
- Ella estuvo en Barcelona contigo.
- Mentira, estuvo en Barcelona con su hermano. - Yo no tengo nada que ver con esa puberta llorona. - dije.
- No te creo Magnus.
- Ese es muy tu puto asunto, la mocosa me aburrió y simplemente se acabó desde hace tiempo, así que pasa de largo, Gon, tírale tus espermas en la espalda a otra, ahora sí me disculpas, yo sí hago otra cosa aparte de ser un criminal traidor a mi líder ¿Estudiaste la preparatoria siquiera? - me sujetó un dedo de los cuatro que tengo muy lastimados, lo torció un poco y no tuve opción más que arrodillarme, no quiero comenzar una pelea contra diez, acabaré peor que ahora y no les voy a dar ese gusto.
- Espero que así sea, de otro modo tendrás un problema muy grande, porque los nuestros no perdonarían que estés protegiendo a una chica de otro clan ¿Verdad? Ellos podrían matarte si eso se sabe.
- Debes mejorar tus amenazas Gon, si quieres mi trono, sabes lo que tienes que hacer. - abordé el auto y conduje a la universidad sabiendo que no quería ir. Estacioné mi auto en donde suelo hacerlo y al descender me encontré con Hailee, parece que había estado esperando. Tomé mi mochila y cuando iba a pasar a un lado de ella, me detuvo.
- Bass.
- Magnusson para ti desde ahora y no me toques. - le dije con firmeza sin mirarla.
- Hablemos.
- Yo no tengo nada que hablar contigo, ya dijiste suficiente y yo no tengo nada qué decir porque mi papá me educó bien, así que apártate de mí puto camino ahora.
- Bass, escucha.
- No quiero, señorita Rivas, no voy a escucharla porque ya escuché suficiente, me importa una mierda si estás arrepentida de la mierda que me tiraste encima o si necesitas mi perdón para dormir por las noches, por mí no duermas, quédate en vela hasta que mueras.
