Hace cerca de veinte años la historia de los Palacios parece no haber terminado del todo bien, en realidad, nada bien. Eiden Palacios había logrado darle un golpe mortal a Albert Briar, pero el precio que había pagado por ello, era demasiado alto, t...
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Fui de nuevo a comer a ese restaurante solo para ver los hermosos ojos azul grisáceo de Ivanka.
— Hola Dorian, la mesa del fondo está disponible.
— Gracias.
— Bienvenida señor del Bosque.
— Hola señor, gracias.
— Date prisa, Ivanka, el señor del Bosque es de nuestros clientes distinguidos.
— Me conformo con que Ivanka sea la que me atienda.
— Que así sea señor, Ivanka, haz exactamente lo que el señor del Bosque te pida. – Ivanka me trajo del menú lo que siempre suelo pedir.
— Siéntate. – le dije.
— No puedo, estoy trabajando.
— ¿Quieres que le diga a tu jefe que quiero que comas conmigo?
— Dorian...
— Solo siéntate, Ivanka. – tragó saliva y se sentó, se alisó el delantal. — ¿Cómo estás?
— Bien, gracias ¿Tú?
— Bien, el próximo año entras a la universidad ¿Estás emocionada?
— Sí, me emociona ir a la universidad, pero falta mucho, apenas iniciamos el año.
— El tiempo se va pronto.
— Lo sé.
— ¿Has visto a Wesh?
— Será mi hermano, pero no somos siameses, Dorian, tiene semanas que no le veo y sinceramente, no sé cómo sentirme con el hecho de que por su culpa tuve que cambiarme de escuela en el último año. – ya que, de no ser así, jamás hubiera conocido a Ghalion, pero esa es otra historia.
— Pensé que habías ido recientemente a la guarida de los Mishap.
— No he ido, Jason no está y, por lo tanto, Wesh es el que se encarga de todo mientras.
— ¿Qué piensas de lo sucedido en la parroquia de San Lorenzo?
— ¿Viniste acá como hijo de un policía o como Dorian?
— ¿No es la misma persona?
— Si fuera así no preferiría que vinieras modo Dorian.
— Solo fue una pregunta, Ivanka ¿Crees que Jason mató a esa persona?
— Es Jason del que estamos hablando, ahora, que yo sepa, también es tu amigo ¿Por qué no se lo preguntas?
— Porque no lo he visto.
— Yo tampoco.
— La pregunta fue en base a tus creencias.
— Lo que yo crea no importa, Dorian, si quieres poner a Jason en el ojo del huracán de tu padre, hazlo solo. – se levantó, pero cuando intentó irse, le detuve.
