CAPITULO XIV "ILUMINACIÓN"

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Salí corriendo de la escuela y fui al hospital, pero antes pasé a una tienda de regalos y sabía exactamente lo que quería comprar, cuando salí fue a la zona VIP del hospital que se encuentra cerca de la catedral

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Salí corriendo de la escuela y fui al hospital, pero antes pasé a una tienda de regalos y sabía exactamente lo que quería comprar, cuando salí fue a la zona VIP del hospital que se encuentra cerca de la catedral.

— Buenos días señorita. – le dije a la de recepción.

— Buenos días.

— Busco la habitación de Ghalion Rivas. – la mujer buscó en su base de datos y me miró.

— ¿Eres su hermana?

— No, soy su novia. – dije moviendo mi pie, algo nerviosa.

— Habitación siete, al fondo.

— Gracias. – sostuve la caja del regalo y me ajusté la mochila para que no se moviera mientas caminaba, miré el número en la puerta, afuera había dos hombres extraños. – Hola, vengo a ver a Ghalion soy su amiga. – los sujetos se miraron, creo que mi tamaño y carisma hicieron que no hubiera sospechas.

— Adelante señorita. – pasaron un detector de metales en mi mochila y en la caja, encogí los hombros y entré a la habitación, Ghal tenía los ojos cerrados, tenía un parche en la frente y el tobillo inmovilizado, entré suavemente y me acerqué a él.

— Fantasma de la ópera. – le susurré. Se movió un poco y después abrió los ojos.

— Ángel de la música ¿Cómo lograste entrar?

— Soy encantadora y pequeña, eso ayuda.

— Vos te enteraste.

— Veo que tu móvil está acá, me pregunto cuándo me dirías que estabas aquí.

— No lo haría, no suelo hacerme la víctima.

— Sarah me contó y después tu hermana.

— ¿Qué hora es?

— Las nueve de la mañana.

— ¿Vos te saliste de la escuela para venir a verme?

— Todos vendrán a verte después de la escuela, así que quise venir antes y traerte algo que te recuerde a mí. – abrí la caja y saqué la ardilla con olor a menta, la puse en sus manos y la inspeccionó.

— ¿Una ardilla?

— Dicen que parezco una ardilla, soy pequeña, oscura de mejillas amplias y ojos brillantes, huele a menta. – la acercó para olerla.

— Las mentas no serán lo mismo para mí desde ahora, gracias.

— ¿Me contarás que pasó? – tragué saliva. – Ghal, sé que son, ésta familia tuya, puedes confiar en mí.

— Lo hago, Albert Briar.

— ¿Él te hizo esto?

— Él me dejó ciego para comenzar. – cerré los ojos, en verdad que agradezco que no pueda verme, me mordí los labios. – Murió mi primo, fue a casa, hirió a mis viejos y me lanzó por las escaleras, tenía casi tres años ¿Qué pude haberle hecho?

✟ ɢᴀɴɢꜱᴛᴀ'ꜱ ʀᴏʏᴀʟᴛʏ ✟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora