CAPITULO LXXXVII "INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN"

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Aunque hubiera querido dormir, no podía si Jason no estaba en casa, así que esperé hasta que llegara, cuando vi su auto afuera aparcando el alma me volvió al cuerpo y el sueño también, temí que se encontrara de nuevo con el Palacios y le hiciera daño

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Aunque hubiera querido dormir, no podía si Jason no estaba en casa, así que esperé hasta que llegara, cuando vi su auto afuera aparcando el alma me volvió al cuerpo y el sueño también, temí que se encontrara de nuevo con el Palacios y le hiciera daño. Jason bajó del auto y fue al lado del copiloto a bajar a un ebrio Sebastian, pero no solo estaba ebrio, también parecía tener la mano enyesada.

— ¿Qué pasó amor?

— La Rivas lo ha mandado al carajo, se fracturó la mano en el arranque de histeria y posterior a ello, el tío de la susodicha lo dejó emborracharse.

— ¿El tío?

— Parece que goza de llevarle la contraria a su hermano gemelo. — me acerqué para ayudarle con Bass, lo miré.

— Pobrecillo.

— Lo sé, está hecho mierda, pero ella volverá.

— ¿Cómo sabes?

— Solo lo sé, sabes que a veces no entiendo lo que percibo, pero eso es lo que percibo, ella volverá. — le ayudé a llevar a Bass a su habitación, lo acomodamos y lo dejamos dormir. — Mañana no querrá ser él.

— Así es esto del amor.

— Yo tengo suerte, no me puedo quejar, te conquisté.

— Eres un personaje muy adorable, me enamoraste, lo acepto, me atrapaste. — le rodee el cuello con ambas manos. — ¿Tienes tiempo para tu novia ahora?

— Siempre tengo tiempo para el amor. — comenzamos a besarnos apenas salimos de la habitación de Bass y lo llevé hasta nuestra habitación.

— Te amo.

— Eres correspondida. — le quité la ropa poco a poco.

— No te haré daño, te lo juro.

— ¿Segura?

— Mucho, tranquilo, esto no te va a doler.

— Sexo suave ¿Desde cuándo?

— ¿Quieres mañana no poder levantarte? Puedo hacer eso.

— Así déjalo. — le desabroché el ortopédico suavemente y le apoyé a recostarse.

— Bienvenido a aerolínea Monaschi, le aconsejo ponerse suave y cooperativo para que esto le duela lo menos posible. — comencé a besar su pecho, a Jason le enloquecen los besos en el pecho, después subí a su cuello, besé sus labios y me subí en él.

— Eres tan condescendiente.

— El amor hace esas cosas, querido. — seguí con los besos y caricias, de pronto se quedó muy quieto. — ¿Qué sucede? — me señala una teta.

— ¿Quiero?

— ¿Quieres que yo la ponga en tu boca?

— Si me haces favor, iría por ella, pero la realidad es que ando un poco indispuesto.

✟ ɢᴀɴɢꜱᴛᴀ'ꜱ ʀᴏʏᴀʟᴛʏ ✟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora