Hace cerca de veinte años la historia de los Palacios parece no haber terminado del todo bien, en realidad, nada bien. Eiden Palacios había logrado darle un golpe mortal a Albert Briar, pero el precio que había pagado por ello, era demasiado alto, t...
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No podía dormir por las noches, había intentado tener comunicación con Sebastian, me desviaba las llamadas y al final, optó por bloquear mi número telefónico, la idea de que esto hubiera terminado de verdad me estaba volviendo loca. Llegué a la fiesta de San Valentín sintiéndome tan rota como nunca lo había estado, en el transcurso de los días previos a esta fiesta, supe que Balam había enfrentado a Bass y había terminado en un par de peleas dentro de las aulas de clase, eso solo había causado una ira comprimida en mis malditas vísceras.
— Hailee.
— Vos sos la última persona que yo no quiero ver, Balam.
— Hailee, no seas infantil.
— Vos sos el infantil, deja en paz a Bass de una buena puta vez.
— ¿Por qué haría eso?
— Porque si vos volvés a tocar al hombre que amo me encargaré que me recuerdes cada que te rocen las pelotas en el pantalón ¿Entendés? Ahora quita tu estúpida cara de mi vista antes de que ocupe tu enorme boca como porta espadas.
— Sabes Hailee, me había sentido mal todos estos años por no poder ser sincero conmigo mismo, tenía, tengo y tendré muchas ventajas en la vida sobre ti, nací antes, viví antes, todo antes, debo aceptar que debí decirte que, si estaba interesado en ti porque eres hermosa, pero yo había pecado demasiado para corresponderte, sinceramente, no creí estar a la altura que mereces, pero ya veo que te conformas con lo peor del mundo.
— Cállate, no conoces a Sebastian.
— Eso es una realidad, pero tú tampoco lo conoces, no sabes lo que hizo antes de aprender su lección, se había comportado por años como un maldito cretino y después todo se le volteó, es un homicida, es un ladrón, es un abusador, eso es lo que es.
— No es cierto, el hombre del que me enamoré no es ese.
— Estás enamorada de algo que no existe, Sebastian es líder de la pandilla más sanguinaria de las existentes, se sentía el dueño de la tierra hasta que alguien tocó su punto débil, desde entonces ha vivido siendo lo que su padre hubiera querido que fuera, pero eso no borra la sangre que corre en sus manos, las lágrimas que hizo derramar y todo eso lo va a pagar con su vida Hailee, es mejor que estés lejos de él, solo te hará sufrir cuando tengas que sepultarlo a causa de toda la mierda que carga, tiene historia con todos los clanes, tengo información que ni su clan entero lo respalda, es cuestión de tiempo para que el Zar de los Nightmares vuelva a Suiza con los pies por delante, no es una amenaza, aunque quisiera matarlo, no me lo permite mi psique.
— No te lo permite el miedo que vos le tenés a él y a Jason. — lo miré. — Jason es un héroe, para que lo sepas, Jason estuvo en la fiesta de disfraces, Jason salvó a Fabián y también a Leonardo, me pregunto qué harán los Vipers si vos metes la pata y dañas a Bass, porque si no te he contado, Fabián conoce a Jason, es agradable, Bass me ha hablado tanto de él que ya lo admiro también.
