Hace cerca de veinte años la historia de los Palacios parece no haber terminado del todo bien, en realidad, nada bien. Eiden Palacios había logrado darle un golpe mortal a Albert Briar, pero el precio que había pagado por ello, era demasiado alto, t...
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Malik era bueno evitándome, sinceramente, me estaba cansando de ser buena con él, creo que le falta disciplina, mucha disciplina. Lo vi desayunando con sus hermanitos y no quise ser una maldita así que no me acerqué, estaba afuera, cuando vi a Balam llegar.
— Buenos días.
— ¿Qué tienen de buenos? – entró, parecía estar molesto, lo miré y pensé que tal vez le era imposible controlar a Malik porque él mismo no podía.
— Oye. – lo alcancé y le puse la mano en el pecho. – Lo que sea que tengas rompiéndose en tus dientes, es mala idea.
— No te metas, eres una gaijin aquí.
— ¿Usas un término japonés para calificar a una china?
— Por si no lo sabes, nuestro buen trato con la Yakuza es casi milenario.
— ¿Qué traes cabrón?
— A ti te quería ver, Chic.
— ¿Qué quieres Balam? ¿Quieres que le suplique a mi papá para que te devuelva tu puesto? Eso hago, no me agradezcas, no es necesario. – dijo mientras se acomodaba las mancuernillas de la camisa.
— Tenemos que ir al sur.
— ¿Disculpa?
— El sur, Jacquie salió de casa temprano, supe que todas las chicas están en casa de Fabián consolando a Hailee.
— ¿Se murió su hámster?
— El pendejo de Magnuss hizo algo y quiero preguntarle qué fue después de darle una puta paliza.
— No, eso no va a pasar. – afirmé.
— Tú no te metas, chinita, esto no está sujeto a tu jurisdicción.
— Malik es mi jurisdicción y si mueven un dedo en contra de los Nightmares, me encargaré de que ambos sean severamente castigados con su intento.
— ¿Intento?
— ¿Crees que lo harás aun cuando estoy aquí? – le dije poniéndome frente a él. – Malik es mi responsabilidad ahora, mi trabajo es aconsejarlo, ahora veo porque nunca pudiste con él, porque ambos se meten en problemas que no les corresponden, solo necesitan un pretexto para empuñar la mano, pero mientras yo esté aquí, eso no va a pasar.
— Mierda, ¿Leíste el manual? – me preguntó Malik.
— Él me lo dio.
— Eres un pendejo Balam, más de lo que creí que ya habías demostrado.
— No creí que lo leyera.
— Pero lo hizo, la cagaste, estás solo en esto.
— ¿Qué?
— No voy a ir a golpear a Sebastian por algo que no me hizo a mí ¿Quién mierdas te entiende? ¿Quieres el culo de Julieta o el de Hailee?
