La pelea por el título: Pesos pesados

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Sonó el timbre y yo corrí a abrir la puerta. Apareció un hombre de unos 30 años con un sobre. Le di las gracias y volví saltando hacia donde estaban los demás. Me miraron confundidos.

—¿Pediste pizza? —preguntó Ethan. Negué con la cabeza y abrí el sobre. Saqué de ahí las entradas y las mostré por sobre mi rostro con una sonrisita.

—¿No quieren ir a ver la pelea mañana?

Marc enseguida se levantó y tomó las entradas.

—Mierda. ¡Mierda, mierda, mierda! —exclamó emocionado—. ¡Son las más caras!

—Ni loco voy. —soltó Ethan con un puchero. Continuó fumando su cigarrillo con su vista hacia la ciudad. Marc se acercó a él y rozó su rostro con las entradas de papel.

—Ethan... la pelea por el título... —dijo con ironía.

—No me importa.

—Podrás ver al campeón en vivo... y en primera fila... —Ethan nos miró de reojo y suspiró.

—Esta bien, vamos.

El gran día había llegado, y sin que yo pudiera hablar con Jack otra vez. No quise llamarlo porque pensé que estaría ocupado. Casi envío un mensaje de buenas noches, pero el deseo era tanto, que no quería distraerlo.

Caminamos junto con Marc y Ethan hasta la arena, que estaba sólo un par de cuadras de su departamento. El lugar estaba repleto de gente entrando por la puerta principal. Habían grupos grandes de fanáticos, con vuvuzelas y cintas en la cabeza. Notamos enseguida que la mayoría apoyaba al campeón Liam Ross. Estando en su ciudad natal la diferencia parecía natural, pero de todas formas el fandom de Jack no se quedaba atrás. Sentí que vi a las mismas chicas gritonas de sus peleas anteriores aquí apoyando. Por lo menos se nota el compromiso.

Llegamos a nuestros asientos privilegiados rodeados de todo tipo de gente. Marc no dejaba de dar saltitos emocionados en su lugar y Ethan miraba con desinterés aunque por dentro se notaba su nerviosismo. Yo por mi parte, podría decir que ya me acostumbré a estas situaciones y puedo permanecer tranquila. Pero la verdad era que hace más de un año que no me encontraba frente a un ring. Y durante los meses que Jack se fue evité ver los anuncios de peleas de boxeos, las noticias y pasar frente a los gimnasios que hay en Riverlight. Todo que me lo recordara. Porque enseguida sentía mi pecho apretarse, y todos esos recuerdos que quise desechar aparecían de nuevo en mi cabeza.

Ahora, frente a esa lona roja recordé las veces que vine junto a Jack, caminé por el pasillo de los boxeadores junto a su entrenador y los demás miembros de su staff. Cuando vi por primera vez esa pared marcada con los guantes de tantos otros deportistas. Su voz diciéndome que lo mire durante la pelea. No podía quitar mis ojos de él y sin embargo, me pedía más.

La primera pelea que vi junto a Marc. Pesos cruceros, contra "Roy el meteoro Smith" cómo olvidarlo. Después de la pelea me tomó de la muñeca y me arrastró hasta una habitación. Ese mismo día conocí al padre de Jack. Y al día siguiente tuvimos nuestra "primera cita". Meses después estaría enfrentándose al campeón, Mike Foley. Su ex compañero de gimnasio y eterno rival. Luego de aquel triunfo subió de categoría. Y el siguiente sería Ryan Nolan... (bueno él definitivamente no quiero recordarlo) Y poco tiempo después vendría su última pelea en Australia. Contra el loco de Billy Walker. La más horrible, y la única que lo he visto perder. Riverlight estaba esperando a su esperanza volver, todos lo quieren ver pelear luego de su extenso entrenamiento en los Estados Unidos. Todos lo quieren ver ganar. Y aquí está, enfrentándose con el campeón del país. Enorgulleciendo a la ciudad. Y a mí. Ya no podía esperar más.

¡En breve! ¡La tan esperada pelea por el título de los pesos pesados está por comenzar! ¡Afirmen sus bebidas y sus asientos que esto estará que arde!

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