La respuesta

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—¿Eso es un sí? —preguntó con ilusión. Golpee su duro pecho con mi puño.

—¡Obvio que sí idiota! me iré contigo... —Tuve que desviar la mirada de la vergüenza. Jack me seguía viendo fijamente con una enorme sonrisa. Bajó de la reja y rodeó mi cintura con ambos brazos.

—Gracias Emma... —levanté la vista y nos quedamos mirando unos segundos. Acarició mi cabeza con su mano y me atrajo hacia él. Su calor fue reconfortante. Apoyó su barbilla en mi hombro y susurró:—. Gracias.

Me fui embobada todo el camino. Tenía tantas cosas en qué pensar y en ese momento no se me ocurría nada. Tuve que retar a Jack para que soltara mi mano mientras manejaba. (la seguridad es primero) llegamos al departamento de Mathan y lo tironeé hasta la puerta. Él negaba la cabeza haciendo un puchero igual que un niño.

—¡Vamos Jack! —insistí.

—No creo que sea una buena idea. Tus amigos me odian. Y con razón...

—¡Bueno es momento de cambiar esa impresión! ¡Vamos!

Subimos en el ascensor y tiré de su mano hasta la puerta. Puse la clave y la abrí asomando mi cabeza por si había moros en la costa. —Sigo pensando que esto es una mala idea. —susurró Jack. Negué con la cabeza y lo llevé hasta adentro. Al cerrar la puerta salió Marc de la terraza.

—¡Emma! ¿Cómo te fue con él... —se detuvo al vernos a los dos allí parados. Me miró a mí, luego a Jack y luego a nuestras manos tomadas—. Parece que bien.

—Marc. —Caminé hacia él con un gesto de súplica—. Quería que se conocieran bien. No sabía cuándo habría otra oportunidad así que lo traje hasta aquí.

—A Ethan no le va a gustar.

Nos sentamos afuera con unas cervezas y una enorme capa de incomodidad mientras Ethan no estaba. Había ido al supermercado y me pareció el momento perfecto para que, al menos, se lleve bien con Marc.

—Tengo que decir que tu pelea estuvo bestial. —soltó Marc de repente haciéndome feliz. Jack se tomó la cabeza avergonzado y sonrió—. Enserio, hiciste ver débil al campeón. Eso es increíble.

—Sólo fue suerte...

—¡Qué dices! ¡Fue sensacional! ¿Qué clase de entrenamiento tuviste en los Estados Unidos? Porque en serio, wow.

Jack se pone todo tímido cuando hablan así de su boxeo. Tomé lo que quedaba de mi cerveza y le di unos golpecitos en su pierna.

—Marc era el que tenía un póster tuyo sobre su cama. —admití.

—¿Enserio?

—Sí. Pero lo rompí cuando vi que te besabas con Emma en el río. —concluyó Marc haciendo que Jack bajara la cabeza incómodo. Enseguida lo fulminé con la mirada. ¡¿Qué fue eso?! le dije moviendo los labios. ¿Qué? me respondió él—. Bueno, cosas de adolescentes. Ya está en el pasado. Hace mucho que dejó de gustarme Emma, así que no te preocupes. Cuando la conoces de verdad se te van todas las ilusiones, créeme.

—¡Hey! ¿Qué quiere decir eso? —gruñí.

Seguimos así conversando y discutiendo. Después de un rato hubo más confianza y Jack empezó a hablar más. Mencionaron a otros boxeadores que yo no conocía. Mientras iba a la cocina por más cervezas la puerta se abrió. Ethan apareció con bolsas en las manos. Corrí hasta su lado y lo ayudé.

—Emma, ¿Cómo te fue?

—Bien... —quise tapar la vista a la terraza con mi cabeza. Pero unas risas se escucharon y Ethan lo notó enseguida.

—¿Con quién está Marc? —de repente su gesto cambió. Me miró con decepción.

—Et. Espera. Déjame, expli...

—¿Lo trajiste aquí? —soltó las bolsas de sus manos y caminó furioso hasta la terraza. Traté de detenerlo pero fue inútil. El gesto de Marc cambió enseguida.

—Et. Cálmate. —pidió levantándose de la silla.

—¿Que me perdí? ¿Ahora tomamos cervezas y somos todos amigos? —ironizó molesto. Jack se levantó y lo miró a los ojos—. ¿Te la vas a llevar? —preguntó. Jack no respondió. Traté de tomar el brazo de Ethan pero me alejó enseguida—. ¡Te estoy preguntando si te llevarás a Emma lejos! —exclamó molesto. Los demás nos quedamos en silencio. Jack se acercó a él haciendo más notoria su diferencia de altura.

—Ella decidió. —respondió por fin—. No la estoy obligando a nada.

—Claro. ¿Y te parece bien que un adulto como tú, se lleve a una adolescente de dieciocho a viajar por el mundo sólo por capricho?

Jack sonrió con ironía.

—Puede verse así también... —dijo con la mirada hacia el piso. Al instante Ethan saltó sobre él tomándolo de la camisa. Marc trató de detenerlo, pero no pudo. Y nos quedamos los dos mirando el tenso momento.

—¡NO ME JODAS! —gritó en su rostro—. ¡La dejaste sola todo un puto año! ¡¿Y esperas que confiemos en ti?! ¡Emma no es puto títere maldición!

Marc me miró sorprendido. Me dolió oír esas palabras llenas de rabia de Ethan. Quise arreglar un poco las cosas. Quise que se llevaran bien, que confiaran en mí. Pero la situación no era tan fácil como creí. A veces los amigos son los que más rencor guardan por las cosas que nos hicieron mal. Yo lo había perdonado, pero para Et seguía siendo imposible.

Jack lo miraba atento a los ojos. Vi que quería decir algo, pero se detuvo. Ethan soltó su camisa empujándolo. Volteó hacia mí y Marc con un gesto dolido. Nos esquivó para salir de allí e irse por el pasillo. Marc lo siguió. Y yo me quedé allí mirando mis zapatillas sin poder decir nada. Jack se acercó unos pasos y se detuvo a mi lado.

—Voy a salir un poco. —me dijo, y se fue por la puerta.

Después de unos minutos fui en busca de Ethan, pero Marc me detuvo. Me dijo que hablaron un rato, pero que era mejor dejarlo solo ahora. Caminé por fuera del departamento en busca de Jack. Lo encontré sentado en una banca de un parque cercano. Levantó la cabeza al verme y sonrió. Me senté a su lado y puse mi mano sobre la suya.

—Tenias razón. Fue mala idea. —suspiré.

—No. No te preocupes por eso. Hablaré con él de nuevo.

—Está bien... tenemos que hablar con mi mamá también.

—¡¿Aún no le haz dicho?! —me preguntó sorprendido. Abrí los ojos confundida.

—No. Pensé que le diríamos juntos.

—Mañana tengo el vuelo a Riverlight.

—¿Mañana? ¿Y cuándo piensas hablar con Ethan? —antes de responderme, se distrajo mirando hacia la entrada del parque. Volteé también y vi a Ethan y Marc caminado hacia nosotros.

—Supongo que ahora. —respondió.

—Emma. Dejemos que Jack y Ethan conversar. —dijo Marc cuando llegaron frente nuestro. Miré a Jack asustada, él levantó las cejas como diciendo: Está bien. Ethan parecía serio, con las manos en sus bolsillos como si lo hubieran arrastrado hasta ahí. (y eso era lo más probable) me levanté y me fui con Marc mirando a esos dos a lo lejos. Dios, espero que estén bien. 

EMMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora